Dibujaba la camiseta de su equipo con dos años: ahora diseña la oficial

Nacho Barquet pasó su infancia y adolescencia dibujando la camiseta de su equipo de fútbol, el Club Nacional de Montevideo, incluso antes de saber qué significaba Nacional. “Yo no sé si mi padre quería que fuera jugador de Nacional, pero sé que me regaló algo que me cambió la vida para siempre: una camiseta blanca, con cuello y puños azules y con un escudo en el pecho”. Su primera camiseta prendió la mecha de una historia que culminaría este mes: con 28 años, uno de sus diseños ha sido preseleccionado para vestir al equipo.

"Es una historia de amor entre la camiseta más linda del mundo y yo", explica Barquet, residente en Montevideo, antes de comenzar a contar sus inicios. Esa es la mejor forma de describir la relación del uruguayo con la equipación del Nacional. Después de que su padre le regalara su primera camiseta, Barquet comenzó a dibujarla. “Todavía no entendía del todo si Nacional era una persona o qué carajo era, pero algo había nacido y de manera irreparable”.

Varios años, mucha pasión e infinitos dibujos después, un diseño suyo puede llegar a vestir al club. “Me avisaron de que había un concurso para que los hinchas diseñaran una camiseta de Nacional”, explica en su cuenta de Twitter, donde confiesa que no se animó a hacerla hasta el último momento. “Lo que nos es muy importante nos da mucho miedo”.

Nacho explica a El Confidencial que finalmente participó por los mensajes de sus familiares y amigos cercanos. “Presenté una captura de pantalla faltando solo dos minutos para que cerrara la hora, fue una locura”. El pasado viernes, su diseño se convirtió en uno de los cinco preseleccionados de entre más de 600.

"Tardé toda la vida"

Sus primigenios y simples garabatos pasaron a ser elaborados diseños años más tarde. En el colegio, "antes de aprender bien cuáles son las letras", Barquet ya dibujaba sus amadas camisetas, esta vez vistiendo al exfutbolista uruguayo Álvaro Recoba. “Hasta para aprender a hacer humor necesitaba a Nacional”, cuenta adjuntando unos dibujos de 1996. “Mi hermano menor, viéndome a mí, también empezó a dibujar algunas camisetas, pero él siempre supo que quería ser ingeniero”, ríe.

"Sin darme cuenta empecé a sufrir. Corría el año 97 y algo olía muy feo. Yo era un niño y no entendía lo que pasaba. Me acuerdo que una noche, volviendo del club, le pregunté a mi viejo por qué éramos de Nacional si siempre perdíamos", rememora Barquet. Su respuesta, asegura, fue inolvidable: “Vos cambiate al cuadro que quieras, pero mirá que ahora vienen Dante Iocco y Hugo de León. Si te cambiás, no vuelvas atrás”. No se cambió.

Barquet continúa compartiendo los dibujos que realizó durante aquellos años. En el 98 dibujó la primera camiseta original que tuvo, un regalo de su abuelo Cocó. Un año después plasmaba una equipación plagada de logos y colores corporativos de Pepsi. “A los 13 años estaba convencido de que las medias rojas le hubieran quedado bárbaro a Jorge Luis Dely Valdez”, explica aportando una de sus obras como prueba.

Barquet no solo continuaba dibujando la equipación de Nacional, sino que cuestionaba su diseño y aportaba sus propias ideas. “En el 2004 me cambiaron un detalle en la camiseta que me dejaba sin sueño. El escudo: ¿borde rojo o borde azul?”, escribe mostrando una imagen comparativa de los dos escudos. En el colegio, también aprovechaba las clases de dibujo para dar rienda suelta a su pasión por las pinturas y las camisetas del Nacional.

“En el año 2006 me dieron ganas de hacer mis propias versiones de la camiseta”, explica. Estas ganas desembocarían años después en sus estudios de diseño gráfico, gracias a los que terminó trabajando para Nacional en el ámbito del 'merchandising'. “Aunque no pude diseñar la camiseta, me di el gusto de dibujar su historia”.

El diseño de Barquet, del que asegura sentirse satisfecho, está inspirado en los orígenes históricos del club. “Nacional fue el primer club fundado por uruguayos en un fútbol de hegemonía inglesa”, explica. La equipación es una interpretación de la vestimenta que utilizaba el militar uruguayo José Gervasio Artigas. “Lo hice la tarde del último día habilitado para participar, pero si me pongo a pensar en la cantidad de tiempo que le dediqué desde mi niñez, creo que tardé toda la vida”.

Barquet cuenta que sintió una “emoción tremenda” cuando le llamaron para comunicarle que había quedado finalista. “En ese momento me di cuenta de lo importante que había sido haberme presentado, por mi historia y por el respeto hacia el sueño que tuve toda mi infancia", cuenta. “En honor a todos los que la han vestido, a mi viejo, a mi abuelo Cocó, a nuestra casa y a nuestra condición de primer club criollo de América”.

Ahora, tras presentarse al concurso organizado por la marca deportiva Umbro, un diseño suyo puede terminar siendo la equipación oficial de Nacional. De momento, Nacho está a la espera de saber si será finalmente seleccionado, pero ya se siente ganador. “Estoy enormemente agradecido por todo lo que viví estos días”.