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Radiografía de un padre marrullero: por qué se pega cuando ve a su hijo jugar al fútbol
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CHARLA CON UN PSICÓLOGO DEPORTIVO

Radiografía de un padre marrullero: por qué se pega cuando ve a su hijo jugar al fútbol

El expsicólogo del Atlético de Madrid ha atendido a El Confidencial para tratar de poner unas bases lógicas a un comportamiento tan irracional y violento como el que se da en los campos de fútbol

Foto: Momento de la pelea entre dos padres.
Momento de la pelea entre dos padres.

“Tiene un efecto negativo sobre la salud y bienestar mental del menor. Puede marcarle psicológicamente y generar pequeños traumas. Además, los niños aprenden por observación y esto representa un mal ejemplo de comportamiento, por lo que estaría atentando contra la educación del menor”. Alejo García Naveira es Coordinador de Psicología del Deporte del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid y narra de esta forma tan simple cómo la aparente protección que un padre ejerce sobre un hijo durante un partido de fútbol implica algo muy diferente.

[Mi padre (y mi madre y mi abuela) es un hooligan: "¡Pégale, rómpele la pierna...!"]

El expsicólogo del Atlético de Madrid ha atendido a El Confidencial para tratar de poner unas bases lógicas a un comportamiento tan irracional y violento como el que se da en demasiados campos de fútbol donde participan niños. ¿Qué lleva a un padre a golpear a otro por un partido de fútbol? “El problema de la violencia en el fútbol no tiene una única raíz: puede proceder por tener una personalidad agresiva y falta de autocontrol -factor psicofisiológico-, por la perdida de educación y valores en el fútbol -factor social-deportivo- y por el hecho cultural de vivir en España”.

Cómo saber si hay riesgo de 'pelea'

García Naveira, a continuación, relata algunas de las características de los padres que se deben tener presente para saber si hay riesgo de producirse una situación tan desagradable como la vivida este pasado fin de semana en Mallorca:

  • Baja inteligencia emocional.
  • Baja tolerancia a la frustración.
  • Frustración personal o deseos no cumplidos (el padres quiso ser jugador o lo quiere para su hijo).
  • Identidad social (mi hijo o equipo vs. rivales).
  • Falta de razonamiento moral (Educación/ valores).
  • Los problemas de la sociedad actual (crisis/ estrés)
  • Alcohol y drogas (hay padres que consumen durante la actividad)
  • La tolerancia social ante estas cuestiones.

Y en los casos más extremos hay un fanatismo: el culto a la violencia y el racismo.

Tras esta radiografía persona, ¿cómo se ponen medios para intentar evitarlo? “Primero, los máximos responsables de lo que pasa y su solución son el Gobierno a través del CSD, y en este caso, también la RFEF con sus correspondientes Federaciones Territoriales. Segundo, se requiere una máxima cooperación entre políticos, clubes, la policía, jugadores, padres, seguidores, árbitros, medios de comunicación, etc. Tercero, desde esta perspectiva, se necesita desarrollar un proyecto global y nacional que aborde este problema social-deportivo, tanto con acciones preventivas como dando respuesta a situaciones negativas. Por ejemplo, los psicólogos del deporte tienen que desarrollar escuelas de padres, jugadores, entrenadores, árbitros y los aficionados en general, en el que se entrene en actitudes, valores y conductas. En relación a los padres, no hay que marginarles ni prohibirles el acceso, sino integrarles y educarles”.

Por qué en el fútbol

Estas acciones, cada vez más presentes gracias a la tecnología que permite grabar una pelea en cualquier momento, normalmente vienen de un campo de fútbol, muy por encima de cualquier otro deporte. ¿Por qué? “Existe una cultura deportiva dentro de cada deporte. El fútbol es el deporte rey por la pasión que despierta, por ser el que más licencias federativas tiene y mayor dinero mueve. Un cóctel emocional y de intereses económicos y psicosociales en el que la línea de comportamiento de lo que está bien o mal a veces es difusa y los excesos no siempre se sancionan. Lamentablemente esto se está extendiendo a otros deportes como el tenis y el rugby”.

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El tema no sólo compete al fútbol y sus aficionados, “es un problema social que se acentúa en el deporte en general y el fútbol en particular. Estamos entrando en una crisis de identidad social-deportiva en educación y valores. Todas estas situaciones de violencias en el fútbol son un reflejo del ser humano y su sociedad. Hay que comprender que el deporte es como un recipiente vacío, depende de las acciones de todos los integrantes de la población deportiva para que se un medio para la educación. Por ello, las entidades competentes tienen que tomar cartas en el asunto y desarrollar proyectos para que el deporte sea un beneficio y no un problema en la educación de los menores, futuros ciudadanos de España”.

“Tiene un efecto negativo sobre la salud y bienestar mental del menor. Puede marcarle psicológicamente y generar pequeños traumas. Además, los niños aprenden por observación y esto representa un mal ejemplo de comportamiento, por lo que estaría atentando contra la educación del menor”. Alejo García Naveira es Coordinador de Psicología del Deporte del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid y narra de esta forma tan simple cómo la aparente protección que un padre ejerce sobre un hijo durante un partido de fútbol implica algo muy diferente.

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