Pepe: "Algunos se equivocan al no encarar algún partido como si fuera el último"

Un día después de perder con el Schalke en el Santiago Bernabéu, Pepe se dejó escuchar ante los micrófonos de la Cadena Cope. En ‘El programa de las doce’, el defensa del Real Madrid repasó todos los temas de actualidad relacionados con su equipo aunque también hubo tiempo para volver la vista atrás. El portugués rememoró su peor partido con la camiseta blanca, los momentos en los que todos le señalaban como uno de los futbolistas más violentos de la Liga o la etapa de Mourinho en el banquillo del Real Madrid. Y es que Pepe no dudó a la hora de compararle con su actual entrenador: “No echo de menos a Mourinho. Son épocas que pasan. Entrenamos con más intensidad con Ancelotti que con él: cuestas, pesos…”.

Siguiendo esta línea, el defensa madridista rompió una lanza a favor del italiano: “Debe seguir. Es muy bueno y en tan poco tiempo nos ha dado muchísimas alegrías. Para nada tiene mano floja, tiene un currículum grandioso y nos exige mucho. Gracias a Dios he tenido un entrenador como él. Me ha ayudado muchísimo. Me dijo: Pepe, con tu calidad tienes que anticiparte. Eres rápido, eres fuerte y ves bien la jugada. Debes estar centrado”. Sobre la decisión inapelable de Ancelotti de mantener a la BBC, Pepe comentó que “es un tema complicado. ¿Qué equipo no querría tenerlos? No importa el 4-4-2 o el 4-3-3, importa que estemos mentalizados. Trabajar como un equipo, atacar y defender como un bloque y sufrir los 90 minutos como equipo”.

El jugador del Real Madrid no esquivó las preguntas sobre el momento que vive el equipo: “Los pitos del Bernabéu duelen, pero nuestra afición tiene derecho a pitarnos; siempre va a tenerlo. Sabe cuándo estamos mal y tenemos que reconocerlo. Contra el Schalke no faltó actitud. Corremos mucho, pero cada uno por su lado, no somos un equipo. Caímos muy abajo. No encaramos el partido con la seriedad y la intensidad que debíamos. Hay que defender y trabajar todos. Cuando ganábamos los partidos, íbamos sobrados y en vacaciones perdimos la frescura. No estamos poniendo la intensidad que debemos. Pensábamos que sólo con la calidad sacábamos los partidos y nos equivocamos. Debemos trabajar, atacar, defender y sufrir como un equipo. Creo que algunos jugadores se equivocan en no encarar algún partido como si fuera el último. Hemos tocado fondo y ahora podemos salir de ahí”.

Tras la derrota contra el Schalke, Pepe aseguró que les duele que “nos ganen en nuestra casa 3-4 y sufrir hasta el final. Iker llamó a Cristiano para saludar, pero en Bilbao llamó a Varane. Creo que por más que estemos calientes y doloridos, lo mínimo que tenemos que hacer es saludar a la afición y dar la cara. Y en las entrevistas después del partido, reconocer que no estamos bien. Es normal que al presidente no le haya gustado lo que hemos hecho en los últimos dos meses, y nosotros entendemos perfectamente la tristeza, el enfado del presidente y de la Junta Directiva”. Algo que descartó fue que se tratase de su peor partido con el escudo del Real Madrid en el pecho: “Creo que el peor partido fue el que jugamos contra el Barcelona (5-0). Tenemos muchas ganas de poder salir de ahí porque somos los mismos futbolistas de hace dos meses, cuando todo el mundo pensaba que el Real Madrid era imbatible”.

Analizada la Champions, la charla se centró en la Liga: “Hay un calendario, teóricamente, más difícil para el Barcelona que para nosotros. Creo que ellos juegan siete partidos fuera y cinco en casa y nosotros al revés. Aunque depende de la intensidad y concentración que tengamos, todo es posible. Podemos ganar en Barcelona y eso da la vuelta a la tortilla; puede pasar porque tenemos calidad y no nos hemos olvidado de jugar al fútbol”. Obviamente, también hubo tiempo para hablar del Clásico: “El Barcelona es favorito. Nosotros no estamos bien, vamos de una manera muy mala. En cualquier caso, no tenemos miedo, pero tenemos que salir como si fuera el último partido de nuestra vida si queremos ganar en el Camp Nou. Podemos ganar la Liga y la Champions”.

Salieron nombres propios que pepe conoce muy bien. De Benzema dijo que “su forma de ser es tranquila, como si nada pasara, pero es buen chico, educado y con principios” mientras que sobre Bale comentó que también es “muy tranquilo, no es de hablar mucho, es vergonzoso. ¿Chupón? Un delantero vive de goles. Cuando llega ahí, es el instinto del matador. Si me pones delante de la portería, le pego a puerta. Con la capacidad física que tiene, es un toro. Esa es la cuestión que tenemos que arreglar entre nosotros. Estos días el míster está intentando arreglarlo”. Y se paró más tiempo para analizar a Casillas y a Cristiano.

Del primero afirmó que es “el mejor portero del mundo, que le piten es extraño. Desde que estaba Mourinho nunca quedaron claras las cosas. Yo pagué muy caro decir que había que respetarle por lo que le ha dado a España. Era injusto, de un día para otro la gente olvidó todo lo que ganó Iker y lo que le ha dado al fútbol y a mí me dolía. Cuando salía a pedir respeto para él, parecía que yo era el mejor amigo de Iker y el enemigo de todos. La gente se equivocó e Iker aguantó lo que tenía que aguantar. Siente la camiseta más que nadie y tira siempre para el club. Iker y otras personas deberían aclarar qué pasó”.

A Cristiano le definió como “un ganador. Por la situación que estamos pasando, creo que nadie podría estar contento, y cuando marcó el gol del empate salió de la manera que él sale a celebrar los goles, porque sabe que sus goles y su trabajo son importantes. Yo me quedé contento por ver a Cristiano marcar dos goles y haciendo lo que hizo dentro del campo. Para mí, más allá de los goles, el trabajo que ha hecho ha sido buenísimo” y mostró su opinión sobre la famosa fiesta de cumpleaños: “Cada ser humano tiene derecho a celebrar su cumpleaños, pero no era un día apropiado. Tenemos que celebrar respetando siempre nuestro escudo. Cristiano para mí será siempre el mejor de la historia”.

Finalmente, Pepe negó ser un jugador violento: “He aprendido mucho. Cuando nació mi hija intenté cambiar y demostrar que no era el jugador violento que mucha gente piensa. Cometemos errores. Yo he cometido muchos. Y también mi familia. Partí de eso, de encarar los partidos con más tranquilidad y de anticiparme a las jugadas. Las formas que tenía con los árbitros, al principio, era de no respetarles. Gesticulaba mucho y eso no era lo ideal. Pero tenía buena relación. Ahora hablo con ellos de una manera más tranquila, respetando que ellos mandan y que cuando pitan algo no hay vuelta atrás”.