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Santillana, de potencial misionero en Filipinas a referencia para el mejor Cristiano
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uno y otro son dos leyendas del real madrid

Santillana, de potencial misionero en Filipinas a referencia para el mejor Cristiano

Después de estar una semana entrenándose con el Barça, el Racing y el Real Madrid cerraron su fichaje sin que él lo supiera. El portugués ha igualado los 290 goles que el cántabro marcó de blanco

Foto: Santillana, en un partido con el Real Madrid (FOTOS DEL ARTÍCULO: Agustín Vega, Javier Gálvez y Macario Muñoz).
Santillana, en un partido con el Real Madrid (FOTOS DEL ARTÍCULO: Agustín Vega, Javier Gálvez y Macario Muñoz).

En plena adolescencia salía de su pueblo natal, Santillana del Mar, camino de Barreda, donde se había creado un equipo de fútbol bajo el nombre de Satélite. Allí, en Barreda, entrenaba con los infantiles del citado conjunto a las órdenes de Valentín Cuétara, quien no se acordaba del nombre de todos los chavales y solía preguntar: “¿Ha venido el de Santillana?”. Así fue como, poco a poco, Carlos González Alonso perdió su nombre de pila y sus dos apellidosy se dio a conocer en el mundo del fútbol con el sobrenombre de Santillana. “En más de una ocasión se lo dije a mi padre: ´Papá, ya es imposible cambiar esto”.

El mozo pronto empezó a destacar por su fortaleza física y su actitud para el remate de cabeza. Saltaba con una fe extraordinaria, con un salto que se duplicaba en el área y llegaba a balones inverosímiles, pero con los pies era un futbolista con ciertas limitaciones.En el umbral de la pubertad, cursando estudios en el colegio de las monjas clarisas de su pueblo, el pequeño Carlos pensó en llegar algún día a ser químico. Era un alumno tan ejemplar en todos los sentidos, que las monjas le ofrecieron prepararse para ser misionero en Filipinas. La reacción del estudiante, con una respuesta inflexible, sorprendió a las hermanas clarisas: “Yo no dejo el fútbol por nada del mundo”.

Cuando estuvo a punto ingresar en el FC Barcelona, después de entrenarse con el equipo azulgrana durante una semana, regresó a Santander porque le tiraba mucho la familia y 'la tierruca'. La fugaz experiencia en la Ciudad Condal se enlazó meses después con una situación en la que, la añoranza de Cantabria y los sentimientos familiares, no pudo esgrimir para tener que abandonar las tierras cántabras.

Santillana compaginaba su trayectoria deportiva en el Racing con los estudios de bachillerato. Precisamente rodeado de libros, hincando los codos con la mente puesta en el examen de Preuniversitario, antiguo preámbulo para ingresar en la Universidad, recibió la noticia de su vida. Se la comunicó por teléfono Fernández Mora, entrenador del Racing, con esta corta frase: “Carlos, has fichado por el Real Madrid”.

“Antes te traspasaban sin consultarte”

Las directivas del Madrid y el Racing habían llegado a un acuerdo y la operación había quedado cerrada sin conocimiento del interesado. Al recordar este episodio, Santillana subrayó: “Así se hacían antes las cosas, sin consultar al jugador. Afortunadamente, estas y otras cuestiones han ido cambiando en el fútbol. ¿Qué iba a decir si el traspaso estaba hecho? ¿Cómo un chaval de dieciocho años, que llevaba un año en Segunda División, le iba a decir no al Madrid? Lo único que supe es que junto a mis paisanos Aguilar y Corral, que también entraron en la operación, iba a pertenecer al mejor club del mundo”.

Corría el verano de 1971 cuando los tres jugadores cántabros firmaban por el Real Madrid. Pero sería Santillana el que más triunfó. La afición madridista llegó a ponerle en el pedestal de los ídolos por ser un excepcional rematador de cabeza. Un lance que lo basaba en una descomunal potencia de salto. A esta indiscutible virtud, añadió una tremenda voluntad de trabajo, siendo también un delantero rentable con el balón en los pies. De Santillana llegó a decirse que tenía la mejor cabeza del Viejo Continente.

Sus innatas condiciones de goleador se contabilizaron con los 290 goles que marcó en partidos oficiales en las 17 temporadas que perteneció al Real Madrid. Una cifra que ha sido superada contra el Villarreal por Cristiano Ronaldo, un crack detallamundial.Tratándose del delantero portugués, hablamos de la mirada de un ejecutor. De un hombre que se ha ganado el crédito como cazador de área; de ser un delantero con una elasticidad ligera; de tener un olfato de gol preciso, y de poseer una rapidez mental en sus disparos, como si fueran misiles lanzados desde sus pies.

"En mi época, los marcajes eran muy férreos"

Cuando se le hablade Cristiano Ronaldo, cuando se le sacaa relucir el hermoso repertorio de fútbol que ofrece el portugués, avalado por sus goles, Santillana asegura que“es un honor y un orgullo que Cristiano haya superado mi cifra de goles oficiales con el Real Madrid. En mi etapa era impensable que un jugador como Cristiano o Messi lograra cuarenta o cincuenta goles en el Campeonato de Liga. Como futbolistas, los dos son de otro planeta. En mi opinión, Messi es un jugador muy completo y Ronaldo, además de imparable cuando arranca con el balón en los pies, un matador en el área”.

Guarda un breve silencio y agrega: “Nunca me gustó hacer comparaciones, porque cada época es diferente. En mis años, los marcajes eran más férreos, hombre a hombre, por lo que era más complicado hacer más goles de los habituales. Ahí están, por poner un par de ejemplos, las carreras deportivas de Johan Cruyff y Diego Armando Maradona, considerados también como dos futbolistas de los mejores del mundo. Sin embargo, a pesar de las grandes dotes de ambos, con una visión del juego extraordinaria, llena de tesón y entrega, no lograron ni siquiera aproximarse a estas increíbles marcas de goles que suman el portugués y el argentino”.

Nunca fue máximo goleador de la Liga

Las certeras dianas, los goles que más de una vez pusieron a Chamartín en pie, no fueron suficientes argumentos para que Carlos González 'Santillana' se proclamara máximo goleador de la Liga. Una paradoja de la que ofreceesta explicación: “Lo he comentado en varias ocasiones: en los más de tres lustros que estuve en el Real Madrid, ningún jugador estaba obsesionado con lograr el Trofeo Pichichi. Nuestra meta principal era ganar la Liga para entrar en la Copa de Europa, ya que por aquel entonces sólo jugaba el torneo europeo el campeón de Liga. Es más, si había que tirar un penalti, le decía al añorado Juanito:´Tíralo tú, que golpeas al balón con más técnica que yo”.

Finalmente saca esta conclusión: “Me alegro de que el Madrid y Ronaldo sigan batiendo récords. La actual plantilla está formada por magistrales futbolistas. El Madrid tiene suficiente equipo para ganarlo todo. Bueno, todo no, que nos hemos llevado una gran chasco en la Copa del Rey. Yo creo que, salvo sorpresa mayúscula, el Madrid será este año campeón de la Liga y de la Copa de Europa”.Apunten el vaticinio. Lo dice Santillana, una leyenda del Real Madrid.

En plena adolescencia salía de su pueblo natal, Santillana del Mar, camino de Barreda, donde se había creado un equipo de fútbol bajo el nombre de Satélite. Allí, en Barreda, entrenaba con los infantiles del citado conjunto a las órdenes de Valentín Cuétara, quien no se acordaba del nombre de todos los chavales y solía preguntar: “¿Ha venido el de Santillana?”. Así fue como, poco a poco, Carlos González Alonso perdió su nombre de pila y sus dos apellidosy se dio a conocer en el mundo del fútbol con el sobrenombre de Santillana. “En más de una ocasión se lo dije a mi padre: ´Papá, ya es imposible cambiar esto”.

El mozo pronto empezó a destacar por su fortaleza física y su actitud para el remate de cabeza. Saltaba con una fe extraordinaria, con un salto que se duplicaba en el área y llegaba a balones inverosímiles, pero con los pies era un futbolista con ciertas limitaciones.En el umbral de la pubertad, cursando estudios en el colegio de las monjas clarisas de su pueblo, el pequeño Carlos pensó en llegar algún día a ser químico. Era un alumno tan ejemplar en todos los sentidos, que las monjas le ofrecieron prepararse para ser misionero en Filipinas. La reacción del estudiante, con una respuesta inflexible, sorprendió a las hermanas clarisas: “Yo no dejo el fútbol por nada del mundo”.

Cuando estuvo a punto ingresar en el FC Barcelona, después de entrenarse con el equipo azulgrana durante una semana, regresó a Santander porque le tiraba mucho la familia y 'la tierruca'. La fugaz experiencia en la Ciudad Condal se enlazó meses después con una situación en la que, la añoranza de Cantabria y los sentimientos familiares, no pudo esgrimir para tener que abandonar las tierras cántabras.

Santillana compaginaba su trayectoria deportiva en el Racing con los estudios de bachillerato. Precisamente rodeado de libros, hincando los codos con la mente puesta en el examen de Preuniversitario, antiguo preámbulo para ingresar en la Universidad, recibió la noticia de su vida. Se la comunicó por teléfono Fernández Mora, entrenador del Racing, con esta corta frase: “Carlos, has fichado por el Real Madrid”.

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