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"Brindamos con zumos y galletitas": Las 'santiaguinas' dejan en evidencia a Florentino
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"Brindamos con zumos y galletitas": Las 'santiaguinas' dejan en evidencia a Florentino

La charla de Florentino tras el 4-0 del Calderón y la fiesta de Cristiano rememoran las famosas 'santiaguinas' de Bernabéu, aunque poco o nada tienen que ver con las del mítico presidente

Foto: Imagen de una de las famosas 'santiaguinas' de Bernabéu
Imagen de una de las famosas 'santiaguinas' de Bernabéu

El Real Madrid ha sido el epicentro de la actualidad deportiva después de ser humillado por su vecino y por el fiestón de Cristiano Ronaldo. Si CR7 hubiera jugado con esa intensidad y ritmo que lo hizo en la juerga que organizó, quizás otro gallo le hubiera cantado al Madrid en el feudo rojiblanco.

Tras el varapalo sufrido en el estadio Vicente Calderón, el presidente dio su ‘florentina’ a la plantilla -que se parecen a las 'santiaguinas' como un huevo a una castaña- y, entre otras cosas, dijo: “Los éxitos nos han confundido”. Más que confusión, pienso que el equipo blanco lleva aturdido desde que nació este 2015.

¡A buenas horas hubiera consentido Santiago Bernabéu los desmanes que, por unas u otras causas, son noticia de portada en el Real Madrid! Dicen que el 'Ser Superior', calificado así por Butragueño en 2005, estaba muy disgustado tras la humillación padecida a orillas del Manzanares. No se preocupen. Los palmeros del presidente, directores generales del club, directivos y los colegas que le adulan y escriben al dictado del presi, le habrán levantado los ánimos. La pancarta que se exhibió en Valdebebas, “Vuestra risa, nuestra venganza”, también le habrá hecho pupa.

Con motivo de un proyecto literario sobre la vida y obra de Santiago Bernabéu que por circunstancias que no vienen al caso se quedó en el camino, conversé con más de una treintena de personas que convivieron con el irrepetible presidente. Charlas de las que sólo he recuperado las relacionadas con las famosas santiaguinas. He aquí el resumen.

En el estadio Hampden Park, de Glasgow, el Real Madrid se proclamó pentacampeón de la Copa de Europa. José Emilio Santamaría, aquel colosal defensa y exseleccionador nacional, al respecto nos comentó: “Los jugadores pensamos que, tras el apoteósico triunfo, ganamos al Eintracht de Francfort por 7-3, el presidente nos daría permiso para continuar la fiesta del vestuario por las calles de la ciudad escocesa, pero la sorpresa fue mayúscula. Al terminar de cenar, Santiago Bernabéu nos volvió a recordar en lo que tantas veces insistía: ‘Sabéis que defendéis el nombre de la capital de España y no quiero escándalos. Habéis hecho otra gesta y no la vayáis a estropear’. La consigna estaba dada y nadie dijo ni pío. Nos quedamos en el hall del hotel y brindamos con zumos de naranja y galletitas. ¡Menudo fiestón nos dimos!”.

José Martínez 'Pirri', que transmitió la entrega indomable de Di Stéfano en las 16 temporadas que jugó en el equipo blanco, recordó a Bernabéu con estas frases: “Estaba al corriente de todo lo que pasaba en el club. Los jugadores sabíamos que había un régimen interno que había cumplir a rajatabla. A veces, nos comentaba que no saliéramos por las noches, salvo si lo autorizaba el entrenador, y hasta una hora prudencial. Casi siempre nos recordaba que el Real Madrid estaba por encima de todas las personas que pertenecíamos al club, incluso él. Era un hombre, en todos los sentidos, digno de admirar y al que nadie podrá igualar”.

En los doce años que perteneció al Real Madrid, demostró su carácter de triunfador. Un hombre, Ignacio Zoco, que al hablar de Santiago Bernabéu matizó: “Era una persona recta, honrada, trabajadora e ilusionada con la labor que realizaba. Cuando se acercaba a las concentraciones para dirigirse a nosotros, siempre hacía hincapié en que nos diéramos cuenta de la camiseta que defendíamos, que representábamos a un país y que había que dar satisfacciones a todos los aficionados al fútbol, sin olvidarnos de que siempre respetásemos tanto al rival como al árbitro”.

Alfredo di Stéfano se refirió a la primera ‘santiaguina’ de Bernabéu con esta versión: “Habíamos ganado por 2-4 en nuestra cancha al Rapid de Viena. Al llegar al descanso perdíamos por 3-0, resultado con el estábamos eliminados. Entró Bernabéu en la caseta como un ciclón y dijo: ‘¡Qué coño están haciendo ustedes! Aquí hay algunos señores que, en vez de venir a jugar al fútbol, lo han hecho para asistir a una verbena... Piensen que no sólo están representando al Real Madrid, sino a España y, sobre todo, a ese grupo de emigrantes españoles que mañana estarán orgullosos del triunfo de un equipo de su país, del que desgraciadamente han tenido que marcharse’. Tuve la fortuna de marcar un gol, lo que supuso que jugásemos un partido de desempate en nuestra cancha, al aceptar el club vienés ser remunerado, gracias a las gestiones de Raimundo Saporta, y no tener que jugar el tercer encuentro en campo neutral”.

Abundando en su relación con Bernabéu, el mítico futbolista añadió: “Don Santiago estaba al corriente de la vida que llevábamos los jugadores. En unas de las visitas que frecuentaba al hotel Arcipreste de Hita, donde nos concentrábamos, un día se lió a preguntarnos: ‘¿Cómo se encuentran…? ¿Están en perfectas condiciones…? ¿Qué le ocurre a usted que no tiene muy buena cara…?’ Cuando hacía esta pregunta a algún compañero, los demás pensábamos: ‘El viejo sospecha algo’. Luego, al que se había dirigido, le decía: ‘Tenga cuidadito: noches alegres suelen ser mañanas tristes. Se lo digo porque yo también me he corrido mis juergas’.

Y Alfredo añadió: “Era una persona que sabía lo que se traía entre manos. No paraba de decir que había que ahorrar. No sólo puso al Madrid en la cresta de la ola, sino que lo convirtió en una gran familia. Dirigía la entidad con firmeza y era muy humano. La herencia que dejó fue fabulosa. En estos tiempos que corren, aquel club en el que estuve once años, no ha sabido mantener los valores de honradez, disciplina, respeto y defender siempre a la hinchada. Ese fue el legado de don Santiago, que se fue a la tumba y dejó a su mujer, doña María, en una situación económica algo problemática. Si se hubiera servido del club, en los más de treinta años que lo presidió, habría sido multimillonario. ¡Si hasta se pagaba el café y la prensa! Ahora, querido, en los tiempos que corren, gracias al fútbol y a sus cargos de presidentes, se lucran y amplían de manera desorbitada sus cuentas corrientes o las empresas que dirigen. Y ya sabes, pibe, lo que dice el refrán: A buen entendedor, con pocas palabras bastan”.

Francisco Gento, considerado el mejor extremo izquierdo del mundo, rememoró lo que ocurrió después de que el Real Madrid conquistara la primera Copa de Europa en el Parque de los Príncipes de París. Este es su relato: “Con mucho sufrimiento ganamos al Stade de Reims por 4-3. Recuerdo que después de cenar nos fuimos todos al Lido, la famosa sala de fiestas parisina, a celebrar el título. También vinieron don Santiago y su mujer, doña María, que era una santa y nos solía dar una estampita de Santa Teresa de Jesús. Cuando nos la entregaba no solía decir: ‘Esta virgen es amiga mía y os dará mucha suerte’. Es decir, que al entrar al Lido sólo nos faltó ir rezando el rosario”.

José Antonio Camacho, aquel marcador implacable y luchador indomable, recordó a Santiago Bernabéu con estas frases: “Don Santiago era como un padre para todos, especialmente para los que no éramos de Madrid. A veces, cuando era necesario, también era muy severo. Era tan madridista que si perdíamos un partido no podía conciliar el sueño. Lógicamente, no me puedo olvidar de sus ‘santiaguinas’. En ocasiones nos comentaba: ‘Tened siempre muy claro lo que significa defender los colores del Real Madrid’. Recuerdo que un día nos dijo: ‘No se puede hacer una tortilla sin huevos’. Como presidente puso el listón tan alto que, prácticamente, será imposible igualarle”.

Vicente del Bosque, el actual seleccionador español, así rememoró al legendario presidente: “Se ha hablado mucho de sus famosas ‘santiaguinas’, en las que nos hablaba sin dramatismo, sin exageraciones y sin un tono imperativo. Lo que verdaderamente hacía en esas arengas, en un tono cariñoso y familiar, era tocarnos la fibra sensible de lo que significaba ser jugador del Madrid. Una vez nos dijo: ‘En el fútbol, el público se cansa de sus grandes figuras antes de fallar’. Era, en una palabra, un hombre austero, honrado, íntegro y sencillo. Nunca se sirvió del Madrid para su beneficio personal. ¡Si hasta se pagaba los periódicos de su bolsillo! Gracias al patrimonio que dejó, del que muchos se han aprovechado, el Real Madrid sigue siendo un club respetado, pero no tan admirado”.

A Manuel Velázquez se le llegó a considerar como el cerebro rebelde del Real Madrid Yé-yé. En Atenas, en la víspera de la final de la Recopa, aquel interior de exquisita técnica tuvo un incidente con Bernabéu que el propio exfutbolista así rememoró: “Don Santiago nos reunió y nada más empezar dijo: ‘Señores, mientras ustedes están defendiendo a España y, por tanto, al Real Madrid, que sepan que un compañero de la plantilla está haciendo manifestaciones en contra de la entidad. Se extrañarán si les digo que me refiero a Pedro de Felipe, que siempre presume de su amor al Madrid. Por los motivos que sean, al no estar aquí, se está metiendo contra nosotros...’”.

“Cómo me dolió que el presidente criticara a mi amigo Pedro”, prosigue Velázquez, que añadió que “dirigiéndome al presidente con todo respeto, le respondí: ‘Don Santiago, perdone, pero a mí me extraña mucho que Pedro de Felipe se manifieste en contra del club’. Bernabéu me contestó: ‘No te fíes tanto de tu amigo porque las personas cambian’. Entonces añadí: ‘De todas formas, no creo que sea el momento para censurar a un compañero que no está aquí. Lo lógico es que hable usted con él’. Bernabéu me respondió: ‘Si confía tanto en su amigo, que sepa una cosa: si no está de acuerdo con lo que digo, cuando lleguemos a Madrid, su amigo, por lo que ha hecho, y usted, por defenderlo, tienen las puertas del Madrid abiertas’. Entonces apostillé: ‘De acuerdo, don Santiago. Si usted cree que eso es lo mejor para el Real Madrid, espero que mantenga su palabra porque yo mantendré la mía...’”.

El Real Madrid ha sido el epicentro de la actualidad deportiva después de ser humillado por su vecino y por el fiestón de Cristiano Ronaldo. Si CR7 hubiera jugado con esa intensidad y ritmo que lo hizo en la juerga que organizó, quizás otro gallo le hubiera cantado al Madrid en el feudo rojiblanco.

Santiago Bernabéu Florentino Pérez
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