"La tranquilidad que da saber que de vez en cuando fallar le viene bien al Atlético"

El Atlético de Madrid se estrelló en Vigo. Eso es irrefutable. El partido del Atleti fue con casi total seguridad, uno de los peores desde que Simeone dirige al equipo. No hubo fluidez, ni conexión entre un centro del campo despoblado y una delantera aislada. Esta derrota ha hecho que la victoria en el derbi parezca que haya sido hace un siglo, porque ya resulta casi irrelevante en cuanto a motivos clasificatorios se refiere. El Real Madrid se escapó otra vez a siete puntos y el Atleti podría haber dicho adiós a la Liga una semana después de ponérsela de cara. El Confidencial ha hablado con un jugador que conoce bien cómo es ese vestuario. Dani Aranzubia colgó los guantes después de que el Atleti no le renovara, pero no guarda ningún rencor. Al contrario. Allí fue campeón de Liga y subcampeón de Europa.

El riojano vive actualmente una vida tranquila, sin más ataduras que las que impone el propio crecimiento natural de la descendencia. “Esperaba alguna oferta que me interesase, no llegó, pero ahora mismo no me preocupa”, nos dice. A pesar de que estuvo sólo algo menos de un año en el Atlético de Madrid, Aranzubia se impregnó hasta la médula de la filosofía cholista, un movimiento ideológico, un espectro que, como si fuera el comunismo de Marx, se cierne sobre Europa. ¿Qué tendrá Simeone que tanto cautiva? “Tiene la habilidad de tocar la tecla correcta en cada ocasión y en el partido que sea. Es capaz de decir en cada momento la palabra justa. Hay veces que hablaba más, que corregía… pero otras sólo decía algo concreto que hacía que el equipo se activase”.

Incluso considera que está llevando bien el tema de la portería, un lugar del terreno de juego que le suena de algo. Aranzubia vivió durante una temporada a la sombra de Courtois y apenas pudo jugar algún partido con el Atleti. Este año, sin embargo, Oblak jugó la Copa y jugó un partido de Champions. “Se fichó a Oblak como titular, pero parece que le está costando adaptarse, y Moyá es un portero veterano que conoce muy bien la Liga y está respondiendo francamente bien. Pero ha cambiado el concepto del portero: antes había un portero en un equipo durante diez años inamovible y ahora el puesto es más dinámico. Es cada vez más habitual cambiar de portero ante una racha mala o un estado de forma no del todo bueno. No sé si es positivo o negativo, pero sí que se está haciendo cada vez más”.

Perder entra dentro de lo normal, forma parte de la vida del deportista, como también los triunfos y las lesiones, las alegrías y las tristezas. Para el Atleti, perder era lo normal, y acabar ganando constantemente es, como dice el portero, “algo anormal”. Es por ello, por la naturalidad de perder que “este tipo de derrotas hacen que la Liga del año pasado tenga mucho más valor. La tranquilidad de saber que de vez en cuando hay que fallar viene bien, porque al partido siguiente sales con muchas más ganas, y así fue”. Y probablemente será esta temporada también, aunque a estas alturas de Liga el Atleti haya perdido ya más partidos, cinco, que en toda la temporada pasada, cuatro.

Ganar una Liga con 68 puntos

Pero ganar una Liga habiendo perdido solo cuatro partidos es ciertamente extraño. Que el Arsenal de los Invencibles no cayese ni una vez es un hecho histórico, sobre todo en el fútbol moderno. Guardiola fue campeón con el Barça perdiendo una vez. “El Atlético hizo 90 puntos y el Barça y el Madrid estuvieron cerca, pero hace años, cuando ganaban la Liga el Valencia o el Dépor, lo hacían con 68-70 puntos”. Alcanzar los 80 ya suponía haber prácticamente arrasado y haber arrasado a los rivales como si se tratase de un tornado. “el Madrid y el Barça nunca han sido tan superiores al resto como ahora, y que el Atlético se metiera en medio de ese dominio es histórico. Para los dos grandes, no ganar la Liga cada año es un fracaso, sobre todo ahora que triplican el presupuesto del tercero”.

Y aunque el Atleti no ganase la Liga, la afición atlética no debería estar triste. Ganar el año pasado fue un premio enorme, “y por ello es candidato a ganar otra vez”. Y el Cholo, que es un “inconformista”, querrá ganar otra vez y querrá ganarlo todo, “pero imagino que cuando llegas a casa y piensas fríamente las cosas, ves que acabar la Liga tercero es lo lógico, lo normal”. Es decir, Dani Aranzubia es de esos convencidos por Simeone en la teoría de que el tercer puesto es el objetivo real y único, que todo lo demás serán sorpresas.

“Está claro que cuando quedaban pocas jornadas vimos que estábamos ahí y que nos la podíamos jugar contra el Barça y fuimos a por ello. En enero, tras los pinchazos de Osasuna y Almería, pensé que nos deshinchábamos en algún momento porque venía la Champions y quedaba mucho. Pero luego al final fuimos los primeros sorprendidos cuando en la recta final estábamos con opciones y con muchas fuerzas”, nos reconoce, aunque no recuerda cuándo fue el momento exacto en el que el Cholo les dijo abiertamente que iban a ir a muerte a por el título.

Se habla mucho de Diego Simeone, claro, porque al final es la cara visible, el que se expone constantemente ante los jugadores, el árbitro, la opinión pública y hasta el presidente y el dueño del club, pero no menos fundamental es la figura de Germán Burgos. “El Mono es muy importante, sin duda. Es la parte serena del banquillo, a pesar de que haya podido tener ciertos episodios en los que se haya alterado. El Cholo tomaba las decisiones siempre tras consultar con el Mono, que ve las cosas con más tranquilidad”.