El falso Kakuta pasará 4 años en prisión por estafar 200.000 euros al jugador del Rayo

En algunas ocasiones, el mundo del fútbol nos regala historias con tintes surrealistas. Sobre todo para el protagonista de la misma que, en esta ocasión, además también es la víctima. A lo largo de las nueve jornadas que se han disputado de Liga, Gaël Kakuta se ha hecho un hueco en las filas del Rayo Vallecano y se ha convertido en uno de los referentes de la afición. Ahora su nombre vuelve a estar presente en la actualidad informativa, pero las razones nada tienen que ver con sus maneras dentro del campo. Tal y como ha informado la BBC ha sido víctima de una estafa por parte del también jugador nacido en el Congo Medi Abalimba (25), que se hizo pasar por él y estafó más de 200.000 euros en Inglaterra.

Noches de fiesta, compras en lujosos almacenes, los mejores hoteles y restaurantes, alquileres de mansiones… la lista de gastos del futbolista que se hizo pasar por Kakuta sólo está al alcance de los bolsillos más abultados. Y es que la bola de nieve que lanzó Mabi Abalimba se hizo tan grande que empezó a resultar demasiado llamativa. Tanto que las autoridades británicas le piden responsabilidades por 19 delitos aunque él ha reconocido doce por fraude y deshonestidad. Sea cual sea el número, lo que es seguro es que los próximos cuatro años los va a pasar entre rejas.

Abalimba y Kakuta comparten la misma profesión, pero han tenido distinta suerte en sus carreras. El primero de ellos apenas destacó cuando militó en las filas del Derby County, Oldham Athletic, Southend United, Fulham o Crystal Palace. Tampoco tuvo excesiva fortuna cuando probó suerte en las pruebas del Manchester City, United y Liverpool. Aprovechando que el Kakuta real formaba parte de la disciplina del Chelsea, primero apostó por hacerse pasar por el agente de su compatriota. Una vez que estaba metido de lleno en el ajo y haciéndose valer de su gran parecido físico con el actual jugador del Rayo Vallecano, fue un paso más allá y se metió en el papel de Kakuta.

Abierta la veda, Medi Abalimba se dedicó a vivir una vida que su verdadero yo no se podía permitir. Según la información publicada en Inglaterra, el galo dio rienda suelta a su generosidad en un club de Manchester; allí consumió 2.600 libras (3.300 euros) en una sola noche después de haber dejado el Bentley al cuidado de su chófer. No fue el único capricho que se permitió ya que durante una noche, alquiló una mansión en Berkshire por 800 libras (1.000 euros). A esta lista hay que añadir estancias en los hoteles más lujosos, comidas y cenas en los mejores restaurantes e, incluso, el alquiler de un helicóptero privado. Los famosos almacenes Selfridges fueron los que desataron las alarmas: se gastó 20.000 libras (25.300 euros) y según los testigos, hizo una demostración de sus habilidades con el balón.

El plan de Medi Abalimba estaba saliendo a pedir de boca, pero éste empezó a resquebrajarse poco a poco hasta que se descubrió que su verdadera identidad no era la de Gaël Kakuta. Vic Wozny, su abogado, ha alegado en defensa del jugador que “cuando vio que el dinero se acababa, no supo vivir de otra manera que no fuera ese ritmo de vida”. Además aludió a la educación y al entorno de Abalimba como las causas que le incitaron a comportarse así. Las autoridades policiales británicas, por su parte, definieron al jugador como “encantador y carismático; le trataban de forma distinta cuando sabían que era famoso”. Algo que, probablemente, no ocurrirá durante los cuatro años que va a pasar en la cárcel.