Ni Ancelotti consigue explicar a Florentino Pérez lo que le ha sucedido al Real Madrid

Confusión. Ese es el estado que define la situación en la que vive el Real Madrid después de haber perdido todas las opciones de conquistar la Liga. Además, las imágenes han demostrado que el ambiente (Arbeloa y Casillas ni se saludaron, tal y como demostró LaSexta) en el vestuario no es el mejor posible.

Nadie encuentra explicación a lo que ha sucedido tras la victoria en Múnich. Siete puntos perdidos que han significado el adiós a la Liga y a la confianza hacia técnico y jugadores del Real Madrid. Al menos así piensan por la zona noble del Bernabéu. El puesto de algunos jugadores está en entredicho, como también lo está el de un Ancelotti que, dos días después, sigue buscando los motivos por los que el Real Madrid ha “tirado la Liga”, tal y como comentan diferentes directivos blancos. Ni el entrenador ha conseguido ser convincente en sus explicaciones al presidente. Nada que justificar más allá de la “bajada de tensión tras lo de Múnich”.

El Real Madrid de Ancelotti ha tenido al alcance de la mano la posibilidad de hacer historia y eso no se va a olvidar fácilmente en el Bernabéu, tanto en la grada como en los despachos. El italiano vuelve a estar en el disparadero cuando el pasado 29 de abril se afirmaba que había pasado a la historia del club blanco. Hoy muchos de esos que le daban palmadas en la espalda piden a Florentino Pérez la cabeza del entrenador.

Ancelotti es el primero en asumir que el fútbol se basa en los resultados y que, en esta ocasión, no ha conseguido mentalizar al equipo para luchar por la Liga hasta el final. El italiano se siente feliz en el Real Madrid, pero asume el palo recibido por la entidad y los aficionados en los últimos diez días y las posibles consecuencias. Y es que por duro que resulte, el Real Madrid se jugará mucho el próximo día 24 en Lisboa. En juego, un proyecto y el futuro del técnico italiano. El fútbol es así de duro y en ocasiones injusto. En dos semanas ha pasado de planificar la próxima campaña a quedar todo en suspenso. De ser el que mejor manejaba la plantilla a no saber motivar a los jugadores. Esta es la realidad.

La gran decepción para los directivos madridistas llegó tras los empates ante Valencia y Valladolid, especialmente este último. Del choque ante el Celta han sorprendido las declaraciones de los futbolistas, las que hacían referencia a la actitud del equipo. Si el enfado llegó por lo visto sobre el terreno de juego, la indignación apareció cuando escucharon a jugadores como Isco decir que no había sido digno del Real Madrid. La pregunta llegó a continuación, ¿quien vestía la camiseta blanca?

Lo de Vigo y la manera de entregar el partido ha sido considerado por algunos de los directivos como el último acto de servicio de varios jugadores. Éstos, los más críticos con el tobogán en el que se ha convertido el Real Madrid en la presente temporada, pretenden que un posible éxito en la Champions impida una posterior toma de decisiones. Hay jugadores señalados y la derrota en Balaídos ha servido para certificar el final de una etapa para algunos de los integrantes de la plantilla blanca.

La imagen de Arbeloa saludando a todos los componentes del banquillo excepto a Casillas, tal y como demostraron las imágenes de LaSexta, ha servido para certificar que el equilibrio logrado por Ancelotti para la convivencia del grupo no ha terminado como le hubiera gustado al madridismo. La final de Lisboa aparca todas las decisiones hasta los primeros días de junio, pero se aventura un verano caliente con la salida de varios jugadores y si la pelota no lo remedia, puede que la de Ancelotti. Una vez más, un proyecto depende de que el balón entre o no en un partido. Aunque en esta ocasión se trata de La Décima.