La lesión de Óliver frena una cesión que estaba sobre la mesa

El canterano atlético Óliver Torres es, sin duda, uno de los jugadores con el futuro más prometedor de la Liga. Crítica y público coinciden en alabar sus condiciones y su calidad técnica, y son muchos los que se quedan con ganas de más a la hora de contar los pocos ratos para brillar de que dispone en el conjunto rojiblanco. Pero su entrenador, Diego Simeone, prefiere ir mucho más lento en su formación, e incluso había decidido que saliera este mismo mes de enero hacia un equipo menor, donde pudiera disponer de los minutos que en el colíder no encuentra.

La idea del técnico no gustaba en el club, donde siempre han visto mejor que Óliver siga entrenándose al ritmo que marca el Cholo, y que valore así la competencia que hay en un equipo de Champions. En cambio, la opinión del técnico argentino se basa en la fragilidad física y de intensidad competitiva que sigue apreciando en un futbolista que, no hay que olvidar, sólo tiene 19 años. Nadie duda de su capacidad de organizar el juego de un equipo como el Atlético, pero el problema viene para él a la hora de ser comparado con jugadores mucho más hechos y de mayor oficio táctica y defensivamente.

Simeone, tal y como conoció este diario, está muy satisfecho con la predisposición del internacional sub-21 español, con sus ganas de aprender y de mejorar. Sabe que el desparpajo que muestra a la hora de pedir el balón siempre que juega es una virtud que viene muy bien al engranaje del Atlético. Pero es un bien que considera todavía secundario, puesto que le sigue viendo un paso por detrás del grupo en el aspecto físico y a la hora de ser competitivo. No le preocupa al técnico esa desventaja, la ve normal en un jugador que no está formado, y por eso propuso a la dirección deportiva que fuera cedido en el mercado de invierno para que se fogueara de cara a la próxima temporada.

En los últimos días, el club comenzó a valorar de manera positiva la propuesta de Simeone, y estaba sobre la mesa la cesión de Óliver. Era una operación que empezaba a coger fuerza y que se podía resolver en este final de mes si se encontraba el acomodo deseado, mientras el conjunto rojiblanco seguía viendo las posibilidades del mercado. Pero la inoportuna lesión del canterano este mismo domingo nada más saltar al campo de Vallecas ha frenado la posibilidad de que salga, algo que ahora está complicado que ocurra.

500 minutos en 14 partidos

El jugador extremeño anunció estelunes que estará entre tres y cuatro semanas de baja a causa de una luxación de hombro. Una lesión menor para un futbolista pero lo suficientemente incómoda como para que afecte a su preparación. Por tanto, todo indica a que Óliver acabará la temporada de rojiblanco, y que deberá seguir arañando los pocos minutos que le da el Cholo.

En cinco meses y medio de competición, Óliver ha jugado poco más de 500 minutos, repartidos en 14 partidos (7 en Liga, 4 en Champions, 2 en Copa y uno en la Supercopa de España), con cinco titularidades y un tanto. Cuando regrese, podrían ser menos incluso los ratos en que saltará al campo, ya que reaprecerá en la fase decisiva del curso. El técnico colchonero hubiera preferido que la promesa que tiene a su cargo comenzara a levantar el vuelo en un entorno más propicio para su rodaje.