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Florentino quiere frenar el estado de euforia de la plantilla del Real Madrid
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Florentino quiere frenar el estado de euforia de la plantilla del Real Madrid

Ha quedado decretado el estado de euforia, con Ancelotti a la cabeza. Algo que no es compartido por la directiva de Florentino: mantienen algunas dudas

Foto: Los jugadores del Real Madrid celebran un gol con los miembros del banquillo (Efe).
Los jugadores del Real Madrid celebran un gol con los miembros del banquillo (Efe).

Ha quedado decretado el estado de euforia, con Carlo Ancelotti a la cabeza. El vestuario se ha sumado a esa felicidad que parece haber llegado a la entidad madridista en los últimos días, culminados con el Balón de Oro de Cristiano Ronaldo y la goleada al Betis, la que obligaba a Barcelona y Atlético a no fallar y a estar con los ojos bien abiertos ante la amenaza que llega vestida de blanco: no lo lograron del todo pues ambos empataron, uno en Valencia (1-1) y otro frente al Sevilla en casa.Sin embargo, esa euforia no es compartida por la directiva que preside Florentino Pérez. Mantienen algunas dudas y no las logran despejar.

Esas incógnitas que chocan con el optimismo del vestuario nacen, curiosamente, a raíz de la lesión de Khedira. Y es que es el centro del campo en donde piensan que el técnico italiano todavía no ha dado con la tecla. La ausencia del alemán todavía no ha sido cubierta con acierto por parte de Ancelotti, aunque dio el primer paso para hacerlo regresando al 4-3-3 en el campo del Betis.

La presencia de Di María, sin embargo, como tercer centrocampista funcionó en un partido no exigente, pero el argentino está señalado desde las últimas semanas de 2013. No ha gustado su actitud y aunque seguirá en el club hasta el final de temporada, se reprocha al técnico que no haya sido más duro con él.

Ancelotti sabe que por la zona noble quieren algo más, que esperan gestos de autoridad del entrenador con la plantilla. Algunas decisiones del italiano han sido para contentar a todos y ahora que llega la fase decisiva del campeonato, esperan que reconduzca algunas situaciones y, en especial, defina el once titular.

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Convencidos de poder ganar

La inseguridad con la que terminó el año (empate ante Osasuna y victoria sufrida ante el Valencia) y el arranque de los primeros días de 2014 encendieron las alarmas. Los propios jugadores, en el viaje a Doha y en algunos posteriores como el del pasado fin de semana o el desplazamiento hasta Zúrich, tranquilizaron al presidente e incluso le hablaron de un próximo liderato liguero.

"Esta Liga es nuestra", comentan a diario en Valdebebas. Los jugadores están seguros que antes o después aparecerá el fallo de Barcelona y Atlético,como ocurrió este domingo,pero están convencidos de poder lograr el pleno de victorias en la segunda vuelta, lo que les daría el título de Liga. El presidente quiere frenar la euforia y se lo volverá a repetir en la próxima comida que mantendrá con los capitanes y en la que podría estar Cristiano Ronaldo.

Los malos rollos, olvidados

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La base para tal afirmación llega por la unión que hay en el grupo, circunstancia que ha quedado patente con las escenas vividas tras el Balón de Oro de Cristiano Ronaldo. Las divisiones del pasado son historia. Tan sólo preocupa la soledad de Casillas dentro del grupo. El ánimo del portero está tocado pese a que físicamente está bien y en forma, tal y como está demostrando en los partidos de Copa.

El grupo ha pasado páginas a viejas diferencias, provocadas la mayoría de ellas por la tensión provocada por Mourinho dentro del grupo. La división producida parece que ya es historia. Al menos, el diálogo vuelve a existir entre Ramos y Xabi Alonso o Arbeloa, la relación entre Cristiano y Marcelo vuelve a ser la de antes. Por esto, la plantilla se siente con fuerza y no quiere que nada de lo que sucede alrededor pueda romper el entendimiento actual.

Ha quedado decretado el estado de euforia, con Carlo Ancelotti a la cabeza. El vestuario se ha sumado a esa felicidad que parece haber llegado a la entidad madridista en los últimos días, culminados con el Balón de Oro de Cristiano Ronaldo y la goleada al Betis, la que obligaba a Barcelona y Atlético a no fallar y a estar con los ojos bien abiertos ante la amenaza que llega vestida de blanco: no lo lograron del todo pues ambos empataron, uno en Valencia (1-1) y otro frente al Sevilla en casa.Sin embargo, esa euforia no es compartida por la directiva que preside Florentino Pérez. Mantienen algunas dudas y no las logran despejar.

Florentino Pérez Cristiano Ronaldo