Carlo Ancelotti ya sabe que no le vale con lo que ha hecho hasta ahora

CarloAncelottiinicia 2014 rodeado de dudas. Seis meses después de su llegada al banquillomadridista, el técnico italiano sigue sin dar con la tecla. En el club esperaban más, mucho más. Su primer partido en elBernabéulo puede encarar a ocho puntos de Atlético (seguro) y Barcelona si logra derrotar al Elche, pero lo peor es, sin duda, la sensación de fragilidad que está ofreciendo el equipo blanco.

El entrenador sabe que los dirigentes del clubmadridista, con FlorentinoPéreza la cabeza, quieren más, que no vale la inseguridad que el italiano transmite en algunas ocasiones. El partido ante elPSG, pese a ser un amistoso con algunos jugadores del Castilla de por medio, sirvió para ratificar las dudas que existen. Y es que el equipo blanco concedió hasta doce ocasiones, la mitad de ellas a balón parado, lo que viene a certificar que el mal no es cuestión del portero y sí de la actitud de la defensa en muchos momentos.

Ancelottini se ha quejado ni lo hará del grupo que tiene. El italiano cree que hay lagunas, en especial en los laterales. No le convence al ciento por ciento ninguno de los que hay, pero los va a defender en público siempre. Es su filosofía. En cuanto a los centrales, las dudas de Ramos y la permanente lesión deVarane (lleva parado dos meses y el quirófano le sigue esperando) le llevan a vivir en permanente estado de intranquilidad pese a la aceptable respuesta de Pepe y la buena de Nacho.

Pero el problema, al menos así piensan en la zona noble delBernabéu, llega en el centro del campo. Más allá del 4-3-3 o del 4-2-3-1 que ahora pone en práctica, las dudas deAncelottihan aparecido a la hora de colocar a loscentrocampistas. No hay sitio para todos yAncelottiha decidido ejercer de político, repartiendo oportunidades y minutos antes de señalar claramente a los titulares.

ConXabiAlonso como fijo desde su regreso, el equipo blanco funcionó a buen nivel conModricyKhediracompletando la línea de tres, pero esa alineación significaba que jugadores comoIscoo Di María se quedaban fuera del once debido a que los tres de arriba son fijos (Bale,BenzemayRonaldo). La lesión del alemán, es cierto que también significó el cambio de sistema y la entrada de los jugadores de los que antes hablábamos, significó la pérdida de esa seguridad que el equipo desprendió a partir del partido delCampNouy hasta el adiós de Khedira.

El empate anteOsasunay el susto vivido enMestallason la confirmación de que el equipo blanco vuelve a las andadas, a la inseguridad defensiva, condicionada por un centro del campo sin firmeza.Ancelotticoloca aModrical lado deXabi Alonso, lo que según piensan los técnicos resta profundidad al Real Madrid, al perder al croata en su verdadera zona de influencia, lamediapuntao por lo menos más cerca del área rival. El croata rinde porque está un punto por encima de los demás, pero el pensamiento es que tan lejos de la portería contraria, pierde potencial.

Y llegados a este punto, el lamento son las pocas oportunidades recibidas por Casemiro, al que consideran el perfecto escudero deXabiAlonso. El italiano ha probado con todos, menos con el brasileño. HastaIscoha jugado en esa posición. La exigencia haciaAncelottipor parte del club es que dé con la tecla de una vez, que no haya más concesiones. Por eso algunos suspiran y añoran el rigor deMourinhoa la hora de hacer las alineaciones. Ya saben aquello, de 'no se casa con nadie'.

Además,Ronaldoterminó el año alejado de su mejor versión, lo que unido a la lesión de Bale, el regreso delBenzemamás despistado y al espíritureivindicativo de Di María, más pendiente de otros asuntos que lo meramente deportivo, llevan a pensar en la conveniencia de introducir cambios, algo que choca con la política deAncelotti. La afición y algunos más esperan ver a Jesé sobre el césped. Veremos qué decide el italiano, pero la exigencia para que el equipo blanco de un golpe de autoridad ya está sobre la mesa. YAncelottilo sabe.