Barcelona y Athletic disputarán la final de Copa en el Vicente Calderón el 25 de mayo

Después de tres horas de reunión, las dudas sobre el escenario de la final de Copa del Rey se han despejado. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) incluyó la elección del escenario en el orden del día de la junta y, tras la votación, ha dado a conocer la fecha y la sede elegidas para que el Barcelona y el Athletic de Bilbao disputen el título: el Vicente Calderón se vestirá de gala para celebrar la reedición de la final de 2009 el 25 de mayo, tal y como adelantó El Confidencial el miércoles pasado. La idea de que fuera la capital de España la que acogiese el evento por ser el punto intermedio mejor situado entre ambas ciudades y por poseer campos con aforo suficiente para recibir a ambas aficiones ha prevalecido por encima de la propuesta de La Cartuja de Sevilla. Así lo ha ratificado la votación: 22 a favor del feudo rojiblanco y 14 por el estadio andaluz.

La junta se pronunció primero a favor de concretar la fecha sin esperar a saber si el Barcelona jugará o no la final de la Liga de Campeones, prevista para el 19 de mayo en Múnich. El calendario de la temporada 2011-2012 aprobado el pasado julio fijó la final de Copa para el 25 de mayo y en el caso de que el Barcelona no se clasificara para la final de la Champions contemplaba la posibilidad de adelantarla al día 20. Finalmente esta fecha se ha descartado porque el estadio colchonero acoge el concierto de la banda británica Coldplay ese mismo día por lo que la final se jugará cuatro días después. Será la undécima final que se juegue junto al Manzanares donde los dos rivales han vivido alegrías y sinsabores: los azulgrana han perdido dos de las tres finales disputadas y los vascos tienen un balance de 1-1. 

Después de dos reuniones en la Ciudad del Fútbol en las que no se llegó a ningún acuerdo, ha tenido que ser la Federación la que haya decidido a través de una votación a mano alzada que sea el feudo del Atlético de Madrid la sede para la final entre 'leones' y culés. El Vicente Calderón se erigía como la mejor alternativa gracias a sus 51.000 localidades de aforo (hay que descontar casi 5.000 por seguridad y organización). El Barcelona, que en el último encuentro con la RFEF y el Athletic hace cuatro días planteó el estadio atlético como sede y la fecha del 25 como definitiva, no asistió a la junta en señal de protesta por la denuncia del Comité Técnico de Árbitros (CTA) al Comité de Competición por las declaraciones de Gerard Piqué. El Athletic sí estuvo presente en la reunión de la directiva con su actual presidente, Josu Urrutia, que se incorpora desde este martes como nuevo miembro de ésta. Urrutia se había mostrado a favor de que la final se jugara en el estadio sevillano de La Cartuja y abandonó la Ciudad del Fútbol sin hacer declaraciones.

En un primero momento ambos equipos se decantaron por el Santiago Bernabéu como el escenario perfecto para tal evento pero el Real Madrid se negó a ceder su campo alegando que tenían previsto remodelar los baños del estadio y por ello tenían programadas unas obras para la fecha en la que finalmente se disputará la final. Lo cierto, es que en el trasfondo de la cuestión reposa la negativa que en su día la directiva del Barcelona dio de cara a la final que jugaron el Real Madrid y el Real Zaragoza en 2004. El pasado junto a la posibilidad de ver a su eterno rival levantando un nuevo trofeo en el Santiago Bernabéu fueron las razones que llevaron al club blanco a no querer ceder sus instalaciones. La actitud madridista desencadenó una larga polémica así como reacciones procedentes de Bilbao y de Barcelona en la que criticaron la postura adoptada por el actual líder de la Liga.

"Es un honor que se juegue en el Calderón"

Enrique Cerezo afirmó que para su club "es un honor que la final de la Copa del Rey se juegue en el Calderón" el 25 de mayo y garantizó que el césped se va a recuperar bien para el partido pese a acoger cinco días antes el concierto de Coldplay: "Por supuesto que sí, si no, no lo haríamos". El presidente del Atlético expresó su felicidad al conocer la noticia: "Estamos contentos, la mayoría ha apoyado la postura del Vicente Calderón y por lógica debería haberse hecho desde el principio". Cerezo señaló que su homólogo, Josu Urrutia, que se había mostrado a favor de que la final fuese en el estadio sevillano, manifestó que "aceptaba plenamente y orgulloso lo que dijese la mayoría de la directiva".