Un jugador del Barça a Casillas: "Iker, ser capitán no es sólo para levantar la Copa"

El triunfo de la Selección en el Mundial de Sudáfrica llevó al pueblo español a celebrar en la calle un éxito sin precedentes en el deporte, y por lo que se demostró después, en el país. Toda España, bueno casi toda, desfiló bajo la misma bandera. Los problemas aparecieron después, justo en el momento en el que los pupilos de la Roja tuvieron que cobrar los 600.000 euros con los que estaban reconocidos la conquista de la Copa del Mundo. 

En El Confidencial ya les hemos ido informando de los distintos movimientos que se han producido por parte de los jugadores con el fin de obtener diferentes ventajas fiscales en el cobro del premio, circunstancia que sucedió hace dos años con motivo del triunfo en la Eurocopa y que gracias a un tratado de doble imposición con Austria, los internacionales salieron beneficiados y tan sólo tributaron el 28%, tal y como cita el país centroeuropeo.

Con motivo del triunfo en Sudáfrica, los jugadores intentaron apurar todo lo posible para sólo tributar el 15% que se paga en Sudáfrica ante este tipo de cobros y como el Mundial se desarrolló en suelo africano, creían que podían acogerse a ese derecho. Sin embargo la Federación les hizo ver a los internacionales que debían tributar en España el 30% hasta completar el 43% que señalaba el régimen fiscal nacional hasta el 31 de diciembre de 2010, ya que ahora la cotización ha crecido dos puntos más. Ante esta situación, algunos jugadores instaron a Casillas, como capitán, solicitar alguna medida de gracia para obtener alguna ventaja fiscal ante lo que supuso para el pueblo español el triunfo en Johannesburgo.

El portero no compartió la idea y no creyó conveniente realizar ninguna gestión para ello. Con motivo de la concentración previa al partido ante Portugal del pasado mes de noviembre se vivieron momentos de tensión. Los jugadores del Barcelona fueron los que más insistieron en la petición. El momento más caliente llegó cuando un jugador del club azulgrana le dijo: "Iker, ser capitán no es sólo para levantar la Copa". La sentencia silenció al resto de comentarios. Pese a ello, Casillas no varió su postura y argumentó que el momento por el que atravesaba el país no invitaba a pedir ninguna medida extra que les beneficiara. Horas después ese malestar en el vestuario se trasladó al terreno de juego con la contundente derrota ante la selección lusa. 

El partido ante Colombia fue un bálsamo

El reciente partido celebrado la semana pasada ante Colombia en el Santiago Bernabéu ha servido para normalizar la relación un tanto, pero la herida no está cerrada del todo. Al menos, la actitud en el partido ante el combinado sudamericano fue otra y pese a no jugar bien, la selección buscó el triunfo hasta el último minuto del choque. La alarma no se ha encendido todavía y las ganas de seguir sumando triunfos al historial que tienen todos los de Del Bosque, llevan a pensar en un futuro con cierto optimismo, pero lo cierto es que el ambiente y la camaradería vista durante el Mundial parece que ha bajado un par de escalones. 

No olviden tampoco el incidente en la rueda de prensa de Piqué y Sergio Ramos en la previa del partido Salamanca ante Lituania. Lo que ya parece inevitable ha sido la aparición de grupos dentro del vestuario. Por un lado, los jugadores del Barcelona, por otro Xabi, Albiol y Arbeloa, con Ramos, Capdevila y Cazorla de comodines y de nexo de unión  y con Casillas más a su aire. Lo mejor es que todos ellos siguen identificados con la camiseta de la selección y quieren seguir ganando. Por cierto, la pocha ha dejado paso al póker como juego preferido dentro de la concentración de la selección.

 

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