El debate sobre las deudas del fútbol profesional llega al Congreso

La clase política quiere ejercer más control sobre el fútbol profesional. Al margen de las negociaciones que mantienen la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y el Consejo Superior de Deportes para dotar al fútbol de un órgano regulador, el Bloque Nacionalista Gallego (BNG) ha realizado una enmienda al Gobierno, de acuerdo con el Grupo Socialista, en la que insta a mantener un diálogo con la LFP para lograr un equilibrio presupuestario de los clubes, así como una limitación en los sueldos de los jugadores. La iniciativa ha partido del diputado Francisco Jorquera y será debatida el próximo martes en el Congreso de los Diputados. El movimiento no ha sentado nada bien en la patronal del fútbol. Un portavoz autorizado de la LFP comentó ayer a El Confidencial: "Es triste buscar titulares en los periódicos con cosas así. El fútbol profesional español es el que ha formado y paga al día a los 99% de los campeones del mundo. Esos jugadores se han formado con el dinero de los clubes españoles y todos ellos están al día de cobro de sus contratos". 

El diputado Jorquera pretende que los equipos de fútbol terminen con las deudas que mantienen con Hacienda y la Seguridad Social o al menos no aumenten la cuantía de la misma. "Es necesario el equilibrio presupuestario de los clubes y su solvencia para realizar los fichajes y cubrir las remuneraciones de los jugadores. Deben hacer frente a sus obligaciones de pago con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social. No nos preocupa lo que ganen, pero sí que los equipos puedan generar ese dinero", señala el miembro del BNG. Según el citado partido la deuda del fútbol profesional se sitúa en 623 millones de euros.

 

Lo curioso del caso es que muchos de los puntos de la enmienda ya figuran en el proyecto de la nueva Ley del Deporte que en diciembre será aprobado por el Consejo de Ministros. El diputado Jorquera también habló de la transparencia de la competición, así como en la lucha contra el fraude deportivo, aspectos que quedarán reflejados en la reforma del Código Penal y que considerará como delitos las conductas que tengan por finalidad predeterminar o alterar de manera deliberada y fraudulenta el resultado de una competición deportivo en el fútbol español.

Los clubes podrían llegar a ser expulsados de la competición

La LFP y el CSD llevan meses negociando la fórmula para encontrar un equilibrio en el asunto del órgano regulador y en el control económico de los clubes. Uno de los temas que se ha debatido en las últimas semanas es el de las sanciones con pérdida de puntos a todos equipos que no hagan frente a los compromisos económicos adquiridos. En la pasada Junta de divisiones se habló de restar al equipo deudor con seis puntos con carácter inmediato, algo que no termina de convencer a todos los equipos. Si acaba la Liga en la misma situación le quitarían otros nueve puntos. Como última medida, los clubes que comiencen la siguiente temporada con la deuda que tenían en la anterior, serán automáticamente expulsados de la competición. De momento no es más que un proyecto.

En Italia la legislación ha cambiado y desde el pasado verano el examen a los clubes es cada tres meses. El próximo 30 de noviembre todos los equipos habrán tenido que pagar a sus jugadores los sueldos de julio, agosto y septiembre. En caso contrario, serán sancionados con un punto por cada jugador con el que mantengan cualquier tipo de deudas. En febrero se repetirá la historia. A 30 de junio el examen económico es a nivel general y revisa punto por punto la situación económica de cada club. Si aparecen números rojos, descenso a la Serie B.

En Inglaterra, la Premier también tiene orquestado un mecanismo sancionador para los clubes que no puedan hacer frente a los pagos con jugadores u otros equipos. Es más, cuando un equipo acude a la ley concursal ya es sancionado con puntos de manera automática. El Luton Town y el Porstmouth han sido los dos últimos equipos en ver cómo los puntos conseguidos en el terreno de juego se quedaban por el camino al incumplir con diferentes compromisos económicos. Como curiosidad, la Premier hace público todos los años el dinero que los clubes han pagado a los agentes. En la temporada pasada, los representantes se llevaron 90 millones de euros de los equipos ingleses.