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El Valencia refinancia su deuda a tres años y paga parte con acciones del club
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LLORENTE SALVA AL EQUIPO DE LA LEY CONCURSAL

El Valencia refinancia su deuda a tres años y paga parte con acciones del club

Manuel Llorente ha conseguido salvar la dramática situación económica en la que vivía el Valencia antes del verano. Los que saben de números afirman que si

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El Valencia refinancia su deuda a tres años y paga parte con acciones del club

Manuel Llorente ha conseguido salvar la dramática situación económica en la que vivía el Valencia antes del verano. Los que saben de números afirman que si la familia Soler hubiera continuado unos días más, el equipo valenciano estaba condenado a la desaparición o cuando menos a la entrada en la ley concursal y a la consiguiente paralización económica. El ahora presidente reconoció en la Asamblea del pasado mes de noviembre una deuda de 550 millones de euros, pero su habilidad financiera y la ayuda del Ayuntamiento de Valencia, han servido para solventar los dos grandes problemas que le acechaban. Uno la paralización de las obras del nuevo estadio y el segundo el pago a muchos acreedores que acosaban la tesorería valencianista.

 

En cuanto a los jugadores, hay que decir que desde la llegada de Llorente a la presidencia del club, todos están al día de cobro, incluso los que siguen perteneciendo al Valencia aunque ahora no figuren en la primera plantilla. La ingeniería económica ha llegado a la hora de afrontar pagos a proveedores, abogados y, sobre todo, a agentes de jugadores con grandes cuentas pendientes con el club. A todos se les propuso aplazar la deuda tres años, firmando pagarés trimestrales que a día de hoy están siendo satisfecho en la fecha indicada. El pago de intereses por la demora queda reducido al uno por ciento, pero en muchos casos saben que de no haber aceptado, el Valencia no tendría otra salida que acudir a la ley concursal, por lo que los pagos pueden quedar reducidos en su cuantía, con incógnitas de todo tipo respecto al tiempo en el que podría recibir el dinero.

 

El Valencia ha llegado a esta situación tras la gestión de Juan Soler y Vicente Soriano, en la que el club se endeudó hasta los 550 millones de euros, con gastos industriales de dinero y mentiras constantes, tal y como se dijeron los actuales miembros del consejo de administración en la citada Asamblea. "Se han gastado cantidades industriales de dinero y no podemos permitirnos tener más pérdidas. Queremos tener un equipo competitivo, pero es cierto que nos esperan tres o cuatro años de austeridad. La ampliación de capital ha servido para cubrir las pérdidas. Y personalmente no puedo aprobar la gestión del anterior presidente porque se supeditó un presupuesto a la venta de unas parcelas que no estaba hecha", sentenció Llorente como preámbulo a las medidas económicas relatadas.

 

Además, otra de las condiciones que propuso Llorente a los que formaban la lista de impagados era aceptar acciones como parte del pago de la deuda. Esta medida no es nueva en el mundo del fútbol, ya que el Atlético de Madrid la puso de moda en el apogeo del fallecido Jesús Gil como presidente. En su caso, la familia Gil puso acciones del club como parte del pago del sueldo de los jugadores. Así López, Esnaider, Juanito o Vizcaíno, entre otros, tuvieron en su día parte de las acciones del Atlético de Madrid en sus manos.

Manuel Llorente ha conseguido salvar la dramática situación económica en la que vivía el Valencia antes del verano. Los que saben de números afirman que si la familia Soler hubiera continuado unos días más, el equipo valenciano estaba condenado a la desaparición o cuando menos a la entrada en la ley concursal y a la consiguiente paralización económica. El ahora presidente reconoció en la Asamblea del pasado mes de noviembre una deuda de 550 millones de euros, pero su habilidad financiera y la ayuda del Ayuntamiento de Valencia, han servido para solventar los dos grandes problemas que le acechaban. Uno la paralización de las obras del nuevo estadio y el segundo el pago a muchos acreedores que acosaban la tesorería valencianista.

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