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Carlos Sainz empata con Fernando Alonso tras un rutinario día de oficina para Ferrari
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igualados en la clasificación general

Carlos Sainz empata con Fernando Alonso tras un rutinario día de oficina para Ferrari

Se preveía que la velocidad de Ferrari el sábado se deshiciera el domingo y así fue. Pero los dos pilotos de la 'Scuderia' perdían ya en la salida sus opciones estratégicas. En todo caso, no había más cera que la que ardió para Sainz y Leclerc

Foto: Sainz sacó el "máximo partido" al SF23. (EFE Isaac Esquivel)
Sainz sacó el "máximo partido" al SF23. (EFE Isaac Esquivel)

A estas alturas de la temporada, tan solo resta la emoción puntual de una carrera, la acción que revuelva en el sillón, que alimente la incertidumbre del aficionado durante un par de horas. Con el título ya en el bolsillo de Max Verstappen, el Gran Premio de México fue tristemente prescindible. La Formula 1 ya pide la campana en la temporada 2023.

Un aliciente inesperado invitaba a la novedad con el doblete de Ferrari el sábado, la sorpresa de un ganador distinto a Verstappen o la fiesta para los aficionados locales. Esta última quedó arruinada en la primera curva para Sergio Pérez. Aunque también para Ferrari, que arrojaba por la borda sus pocas opciones estratégicas cuando Max Verstappen robaba la cartera a Charles Leclerc y a Carlos Sainz. Desde la óptica del equipo italiano, el Gran Premio dio la razón al español el día anterior y cumplió el guion de Ferrari durante la mayor parte de la presente temporada. Ya, pocas sorpresas.

Bueno, sí, la caída en picado de Aston Martin. Al menos, la cita mexicana sirvió para que Carlos Sainz empate con Fernando Alonso en la clasificación general. Quién lo hubiera dicho allá por el Gran Premio de Mónaco. "Creo que tercero y cuarto era lo máximo que podía hacer Ferrari, buenos puntos para el campeonato". Sainz nos recordaba al terminar la rutina.

"Perder el control de la situación"

"Vamos a ver cómo podemos hacer en la carrera para mantener vivos esos neumáticos, para mantener a ese Red Bull detrás, porque tener dos coches delante es una buena ventaja", pedía Sainz tras el doblete de Ferrari. "Todo puede pasar, especialmente con la refrigeración. El coche que esté detrás hará un poco más de gestión, por lo que eso puede jugar a nuestro favor. Pero necesitamos arrancar bien. Siempre es complicado mantener esa posición en la primera curva, pero hemos tenido salidas bastante buenas este año". Como su compañero, Leclerc también dibujaba esa carrera ideal para Ferrari. Pronto todo se puso en su sitio con, paradójicamente, una de las peores salidas del año de ambos pilotos.

En la primera curva, Ferrari había perdido sus opciones. Sainz y Leclerc arrancaron perezosos, mientras Verstappen se lanzaba como un tigre entre los dos Ferrari. Pérez reafirmaba sus urgencias personales con una salida a la desesperada para brutal desazón del mexicano y su público. Al salir de la primera curva, Leclerc, segundo, y Sainz, por detrás, habían desaprovechado el trabajo del sábado.

De hecho, Fred Vasseur se mostró particularmente contrariado por este tema, como destacaría después de la carrera. "No estoy satisfecho con la salida. No es una cuestión de gestión, es que empezamos mal y le dimos el rebufo a todos, perdiendo el control de la situación. En primer lugar, si empiezas mal, pierdes terreno respecto a los demás y pierdes el rebufo", reprochaba el responsable de Ferrari. "El problema de fondo es que empezamos mal porque Max, a los pocos metros, ya estaba por delante de Carlos". Tirón de orejas para los pilotos.

"Una carrera aburrida"

A partir de aquí, las limitaciones de Ferrari, el contraste con su ritmo a una vuelta y la esquizofrenia de un monoplaza tan errático. Lo contrario que Mercedes. Hamilton comenzó a apretar la pinza desde la sexta posición contra los dos monoplazas italianos. Porque Sainz empezó a sufrir pronto. "En el primer relevo, tenía el neumático medio muy extraño, que ya desde la primera vuelta tenía graining". Ya en la vuelta de formación, el madrileño percibió tan extraño problema, de ahí su extrañeza. "He sufrido mucho con el delantero, es algo que hay que analizar y ver, porque realmente es raro".

En el equipo alemán incluso se permitieron amagar con un dummy a Sainz en la vuelta 22, cuando sacaron a los mecánicos para simular una parada y hacer un undercut al madrileño. En Ferrari no picaron, seguros de su estrategia. En la vuelta 31, finalmente, Sainz se quitó de encima ese juego de medios que le tenía frito. Hamilton había parado siete vueltas antes y le robó la posición cuando el español volvió a la pista.

La siguiente víctima sería Leclerc. Ni siquiera al montar un juego de gomas duras tras la segunda salida. Al menos, Sainz paró los pies al Mercedes de Russell. "Aunque para mí claramente ha sido mejor la segunda parte con el duro. En cuanto lo he puesto, me he encontrado mejor y he ido a buen ritmo". Pero ya no había más opción que llegar a meta. "Y luego la carrera bastante aburrida por mi parte, no podía tirar nada por las temperaturas, tenía que levantar mucho en las rectas".

"Me siento fresco"

"En la clasificación, conseguimos la pole con tres décimas de ventaja sobre Mercedes, pero en carrera fue Mercedes quien nos dio la vuelta y, por eso, se hace difícil seguirles el ritmo", resumía Sainz. "El problema es que Mercedes consigue que los neumáticos duren un poco más que nosotros, por lo que pueden permitirse el lujo de montar los medios al final, como este domingo, mientras que nosotros no podríamos terminar la carrera si lo hiciéramos". Es el problema, avanza Sainz, que Ferrari quiere corregir el próximo año con un monoplaza de filosofía diferente.

"Me siento fresco, no tuvimos que esforzarnos demasiado. Pero este es un gran resultado teniendo en cuenta que empezamos sextos". Con sus palabras al terminar, Lewis Hamilton visualizaba de nuevo las limitaciones crónicas de Ferrari en un Gran Premio de México, eso sí, que no pasará a la historia de la presente temporada.

A estas alturas de la temporada, tan solo resta la emoción puntual de una carrera, la acción que revuelva en el sillón, que alimente la incertidumbre del aficionado durante un par de horas. Con el título ya en el bolsillo de Max Verstappen, el Gran Premio de México fue tristemente prescindible. La Formula 1 ya pide la campana en la temporada 2023.

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