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Cómo Lewis Hamilton aprende la lección de Fernando Alonso 16 años después
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UNA RIVALIDAD QUE VUELVE

Cómo Lewis Hamilton aprende la lección de Fernando Alonso 16 años después

Se extendió el rumor del posible fichaje de Lewis en Ferrari, pero lo más probable es que estos días se anuncie su renovación por Mercedes. Con motivación extra por el papel de Alonso

Foto: Alonso saluda a Hamilton tras el Gran Premio de Australia. (EFE/Joel Carrett)
Alonso saluda a Hamilton tras el Gran Premio de Australia. (EFE/Joel Carrett)

Lewis Hamilton, en las entrevistas posteriores a la finalización del Gran Premio de España, admitió que se sentaría con Toto Wolff para tratar de renovar su acuerdo con Mercedes. Un doble podio para él y su compañero de equipo, George Russell, es sin duda un buen incentivo para el británico. La posibilidad de luchar por victorias en un futuro cercano es un factor clave para renovar con la marca alemana, a la que ha sido siempre fiel incluso antes de entrar en la Fórmula 1. Pero quizá podría haber una motivación extra llamada Fernando Alonso. El regreso a los mejores lugares de la clasificación del piloto español ha supuesto un acicate especial para el siete veces campeón mundial.

Mercedes no puede garantizarle a Hamilton un coche que vaya a proporcionarle su ansiado octavo título mundial. Es algo que puede ocurrir, pero no hay certezas sobre ello. Más aún, a tenor de la insultante superioridad que exhiben Red Bull y Max Verstappen en estos momentos. Ahora bien, no ha tenido que pasar desapercibido para Lewis ver a un renacido Fernando Alonso batirse con la ilusión de un debutante en su espectacular comienzo de temporada con Aston Martin. El asturiano, dicho por el británico, siempre ha sido su rival más duro de cuantos se haya enfrentado en toda su carrera deportiva. Y es inevitable que en su cabeza ronde un pensamiento de: "Si él puede, por qué yo no".

placeholder George Russell está a la altura de Hamilton. (Reuters/ Amanda Perobelli)
George Russell está a la altura de Hamilton. (Reuters/ Amanda Perobelli)

El dinero no es todo

Se habla de cifras mareantes como condiciones para la renovación, con unas cantidades que oscilan entre los 100 y 125 millones de dólares por temporada. Pero hay detalles que indican que ese importe podría estar bastante alejadas de la realidad. Primero, porque chirrían bastante en este nuevo entorno de límites presupuestarios. Segundo, porque la realidad es que Mercedes ahora no depende de Lewis Hamilton. El sustituto de Valtteri Bottas, George Russell, ha demostrado que está capacitado para estar a nivel de su compatriota. E incluso lo ha superado en numerosas ocasiones. Si Hamilton no renovara, sería una indudable pérdida para Mercedes, pero en ningún caso el fin del mundo. Russell tiene ya experiencia, talento demostrado y capacidad para liderar al equipo hacia nuevas glorias.

George Russell es un piloto bajo contrato de Toto Wolff que guio su carrera deportiva desde antes incluso de debutar en la Fórmula 1 con Williams. Por tanto, tampoco puede darse la situación de que el jefe de Mercedes ofrezca a su pupilo un acuerdo low cost y rompa a la vez la banca con Hamilton. Esta situación coincide justo cuando está activa la negociación para la continuidad de Russell, extendiendo su actual contrato hasta finales de 2025. Y es razonable pensar que no es posible gastarse en dos temporadas 100 millones de dólares en un piloto y apenas 15, 20 o 30 en otro.

Hamilton, obviamente, tiene una potencia mediática y un palmarés que está a años luz del que tiene Russell. Pero a su favor juega su juventud (25 años) y, por supuesto, su extraordinario rendimiento en pista. La cuestión tiene que más que ver con sentirse valorado que con el dinero. Llega un momento en el que, para ciertos pilotos, la cantidad de dinero que se negocia tiene más que ver con lo que se le pague a los rivales que con la preocupación de ganar más. Aunque suene un poco infantil, es un argumento recurrente de los pilotos en las negociaciones, utilizar el salario de sus rivales.

Si Ferrari, Red Bull o Mercedes pagan ciertas cantidades a uno de sus pilotos, el precedente monetario va a ser inevitablemente usado como argumento negociador. Pero hay algo más. El año pasado, Fernando Alonso acabó mal con Alpine porque le negaron dos años de contrato. Aunque es comprensible que a un piloto de 40 años quieras renovarle año a año, tienes que asumir que el piloto quizá lo interpreta como una falta de confianza en sus posibilidades. La salida del asturiano del equipo francés tuvo mucho más que ver con la percibida falta de cariño que con el dinero. La prueba está que Aston Martin le ofreció un contrato multianual sin reservas y el ovetense no dudó un minuto en cambiar.

El ejemplo del gran rival

No es descartable que el factor temporal pueda ser una de las barreras principales para la renovación de Hamilton con Mercedes. Toto Wolff puede asumir y explicar a Russell que por un año va a extender un contrato y un sueldo muy superior a su compañero de equipo. Si a partir de 2025 George es confirmado como líder de la escudería, o cuando menos tan bien pagado como el piloto que llegue al equipo, seguro que aceptaría. Pero el asunto, más allá de las inquietudes que pueda tener Wolff acerca de un declive de Hamilton, tiene que ver con que a finales de la temporada que viene, muchos nombres calientes del mercado como Leclerc, Sainz, Norris o Piastri podrían estar disponibles. Hacer un contrato con Lewis de dos temporadas supone que todos los candidatos cotizados estarán ya amarrados contractualmente para el final del acuerdo. Y es lógico que sea la última de las situaciones en las que Wolff quiere verse atrapado.

Es difícil saber si Lewis quiere ese contrato multianual por cuestiones deportivas, económicas o por el simple fervor competitivo. Pero no es de extrañar que, viendo el grado de entrega de Aston Martin a Fernando Alonso y la forma en que el español le está robando foco esta temporada, esté rondando esta circunstancia con frecuencia por su cabeza. Se ha podido ver en ocasiones el tremendo respeto y al mismo tiempo, la satisfacción que produce a ambos campeones enfrentarse de poder a poder en la pista. ¿Qué otra cosa puede motivar, aparte de un nuevo título mundial, que batirse en duelo a aquel que tú y todo el mundo siempre ha identificado como el rival con mayúsculas?

La pasada carrera de Barcelona demostró que los Mercedes y los Aston Martin están muy cercanos en cuanto a competitividad. En algunos circuitos los monoplazas negros impondrán su ley y en otros lo harán los verdes, pero todo indica que debajo de los inalcanzables Red Bull. El gran aliciente de esta temporada va a ser ver qué son capaces de hacer Lewis Hamilton y Fernando Alonso como alternativa. Y qué tipo de espectáculo nos van a brindar en forma de duelos. Es quizá el único factor con el que no contaba Toto Wolff en las negociaciones, que un Jardinero de Oviedo (como de broma le llamó Max Verstappen) fuera parte de la discusión.

Lewis Hamilton, en las entrevistas posteriores a la finalización del Gran Premio de España, admitió que se sentaría con Toto Wolff para tratar de renovar su acuerdo con Mercedes. Un doble podio para él y su compañero de equipo, George Russell, es sin duda un buen incentivo para el británico. La posibilidad de luchar por victorias en un futuro cercano es un factor clave para renovar con la marca alemana, a la que ha sido siempre fiel incluso antes de entrar en la Fórmula 1. Pero quizá podría haber una motivación extra llamada Fernando Alonso. El regreso a los mejores lugares de la clasificación del piloto español ha supuesto un acicate especial para el siete veces campeón mundial.

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