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A Carlos Sainz le gusta Spa y conducir bajo la lluvia pero, ¿se disputará el Gran Premio?
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INCERTIDUMBRE POR LA LLUVIA

A Carlos Sainz le gusta Spa y conducir bajo la lluvia pero, ¿se disputará el Gran Premio?

La más que probable presencia de lluvia el domingo durante la carrera inquieta a los pilotos. Siguen sin resolverse los problemas de visibilidad y los precedentes no ayudan

Foto: Carlos Sainz, en acción bajo la lluvia. (Reuters/Bernadett Szabo)
Carlos Sainz, en acción bajo la lluvia. (Reuters/Bernadett Szabo)
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Carlos Sainz siempre ha reconocido que le gusta conducir sobre mojado y en el mítico trazado de Spa-Francorchamps ha hecho muy buenas carreras. Este año, la cosa no pinta muy bien para Ferrari a tenor del pobre rendimiento de la Scuderia en las dos últimas carreras de Silverstone y Hungaroring. La lluvia podría ser un factor que reequilibrara un poco las cosas, pero no es descartable que se repita el episodio de 2021, donde después de unas vueltas detrás de un safety car, se dio por finalizado el Gran Premio. Y no se puede culpar a los pilotos de ello.

La visibilidad bajo el agua es, si cabe, aún peor hoy en día que cuando se suspendió la carrera en 2021. La reintroducción del efecto suelo ha provocado que el espray que levantan los coches sea más intenso que nunca y el test de guardabarros realizado después de la carrera de Silverstone ha resultado un fracaso. Para rematar el problema, el reciente fallecimiento del joven piloto holandés Dilano Van't Hoff en una carrera de Fórmula 3 hace un mes escaso en una carrera bajo el agua en el mismo escenario de Spa-Francorchamps no facilita la situación.

Foto: Alonso, en la rueda de prensa previa al GP de Spa. (EFE/EPA/Christian Bruna)

Un riesgo inasumible

Es muy fácil decir que conducir bajo el agua es el oficio de los pilotos y que nadie les obliga a hacerlo. Se habla mucho de lo legendario de Clark, de Senna o de Schumacher bajo el agua, pero aun siendo un problema desde siempre la visibilidad bajo el agua, la problemática se ha exacerbado hoy en día a niveles realmente inasumibles. Si se observa el accidente de Van't Hoff, en la peligrosa zona de Kemmel, hay mucho de ruleta rusa el lanzar a 20 animales competitivos a conducir a ciegas a 200 kilómetros por hora. Porque lo de ir a ciegas no es una frase hecha. Es exactamente lo que sucede con los monoplazas actuales bajo lluvia intensa.

A la espera de ver hasta qué punto la climatología es determinante para la realización o no del Gran Premio, tanto Ferrari como Carlos Sainz esperan remontar la tendencia negativa de las dos últimas carreras. La bajada de rendimiento no puede achacarse a las características de un circuito, porque Silverstone y Hungaroring son completamente diferentes. Aun así, en Maranello no tiran la toalla y siguen con su programa de evoluciones, aunque reconociendo que con la vista puesta en 2024.

"La verdad es que venimos evolucionando el coche desde principio de temporada", comentó Sainz en la tradicional conferencia de los jueves previa al Gran Premio. "El coche es menos imprevisible, pero en una Fórmula 1 tan apretada todos los equipos evolucionan y, si no desarrollas tu coche más que el resto, te quedarás más o menos en las mismas posiciones. Todo lo que aprendamos con el coche de este año, también ayudará al del próximo año. Hemos probado muchos elementos del coche de 2024, en la dirección aerodinámica y de la configuración".

A estas alturas de la temporada, es habitualmente cuando comienza la fase de creación y posterior desarrollo de los monoplazas del siguiente año. Quizá en otra situación, Ferrari habría parado ya toda evolución del coche y centrado sus esfuerzos en crear una máquina ganadora. El problema es que, en la actualidad, un equipo como Ferrari no puede permitirse eso, porque el riesgo de irte poco a poco hacia el final de la parrilla es real. Si con semejante igualdad y con evoluciones casi por carrera se corre el riesgo de quedarse fuera de los diez primeros, mejor no imaginar lo que podría suceder si desde ya se diera por amortizada la temporada.

Buscando la velocidad punta

Para Spa-Francorchamps, donde la velocidad punta siempre resulta un elemento clave, Ferrari trae un alerón específico que le permitirá aumentar la eficiencia del DRS. En posición natural, el plano de la parte móvil del alerón es totalmente recto, lo que provocará bastante resistencia al aire en los momentos que no sea posible desplegar el DRS. Pero una vez activado el dispositivo, la resistencia se reduce a la mínima expresión y, como consecuencia, la velocidad punta sube.

"Creo que todos esperábamos que el coche fuera más competitivo", explicaba Sainz. "Pero lo cierto es que todos estamos muy cerca unos de otros. En algunos fines de semana, podemos luchar por la victoria y, en otros, terminamos octavos. En términos de rendimiento, una décima más o menos no hace mucha diferencia, pero en cuanto a los resultados sí que cambia bastante. Hay que aceptar que esta es la lucha en la que estamos: si un fin de semana tenemos que luchar por la quinta posición porque es lo mejor que podemos lograr, pues eso es lo que tenemos que celebrar. Tenemos que centrarnos en maximizar el potencial del coche", concluyó el piloto madrileño.

En el maremágnum que rodea ahora mismo a la posición de Sainz en el equipo italiano, a cuenta de la prioridad que vienen ofreciendo recientemente a su compañero de equipo Charles Leclerc, la salida del director deportivo Laurent Mekkies no es tampoco la mejor de las noticias. El ingeniero francés siempre fue un gran apoyo para Sainz, pero está claro que todo lo que huela demasiado a Mattia Binotto en Maranello no está muy bien visto. A Mekkies le sustituye alguien de la casa de toda la vida como Diego Ioverno, que ya en el pasado tuvo responsabilidades similares. Ante todos estos cambios, Sainz tuvo una corrección política en sus declaraciones difícilmente mejorable, aunque otra cosa es la procesión que vaya por dentro.

El mejor de los escenarios para Sainz sería una carrera difícil. En Spa-Francorchamps, con sus cambiantes condiciones, a menudo se pueden dar resultados muy por encima de las expectativas. Mucha lluvia probablemente suponga la cancelación de la carrera, pero las condiciones de pista húmeda que tarda mucho en secar o lluvia fina tan habituales en la región belga de las Árdenas, sí que pueden traer ese resultado de reafirmación tan importante para el madrileño en estos momentos.

Carlos Sainz siempre ha reconocido que le gusta conducir sobre mojado y en el mítico trazado de Spa-Francorchamps ha hecho muy buenas carreras. Este año, la cosa no pinta muy bien para Ferrari a tenor del pobre rendimiento de la Scuderia en las dos últimas carreras de Silverstone y Hungaroring. La lluvia podría ser un factor que reequilibrara un poco las cosas, pero no es descartable que se repita el episodio de 2021, donde después de unas vueltas detrás de un safety car, se dio por finalizado el Gran Premio. Y no se puede culpar a los pilotos de ello.

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