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Fernando Alonso estalla ante un podio perdido: "¡Era 100 veces más rápido!"
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DECEPCIONANTE 9.º PUESTO

Fernando Alonso estalla ante un podio perdido: "¡Era 100 veces más rápido!"

Es difícil no simpatizar con Fernando cuando estalla por la radio ante el nuevo fallo mecánico de su Alpine y la dudosa dirección desde los boxes de su equipo. Así es imposible brillar

Foto: Fernando Alonso en el circuito Gilles Villeneuve de Canadá. (EFE/EPA/Andre Pichette)
Fernando Alonso en el circuito Gilles Villeneuve de Canadá. (EFE/EPA/Andre Pichette)
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Debe ser descorazonador para Fernando Alonso comenzar una carrera en segunda posición, verte con ritmo para pelear por cosas importantes y acabar, finalmente, en una triste novena plaza. El asturiano merecía más, mucho más en Canadá. Y no solo por su antológica demostración bajo la lluvia en clasificación, sino por mostrar una velocidad durante todo el fin de semana que puso en evidencia más que nunca la estratosférica diferencia que separa el nivel del piloto respecto al de su máquina.

"Hoy no terminamos en el podio porque tuvimos un problema de fiabilidad en el coche 14 (su coche) y tal vez algo de mala suerte con el coche virtual de seguridad virtual, pero la suerte no se puede controlar. La fiabilidad en mi coche sí que debería ser un poco mejor". Así de desencantado se mostraba Fernando al bajarse de su Alpine, consciente de que hoy era uno de esos días para lograr un gran resultado. Aunque el piloto español quisiera justificar en parte el decepcionante resultado con la mala suerte, en el fondo Fernando sabe que hay muy poco de fortuna y mucho más de carencias del coche y errores en la dirección.

A través de la emisora de la radio con la adrenalina a tope, era imposible que el asturiano no estallara en algún momento de la carrera y soltara la rabia acumulada. Es cierto que, como el mismo reconocía, no puedes controlar la aparición de un coche de seguridad virtual, pero lo que sí puedes hacer como equipo es dar a tu piloto un coche mínimamente fiable y, por supuesto, ser un poco más valiente y no ir a remolque en las decisiones que se van tomando en carrera. La prueba es que, en la primera interrupción, Hamilton paró y Alonso no lo hizo evidenciando que saliera bien o mal la jugada, en Mercedes eran más propensos a buscar un gran resultado a diferencia de Alpine. Hamilton acabó tercero y el español séptimo (luego noveno). Es decir, mala suerte con reservas, porque la suerte también se puede buscar.

Sin ayuda del equipo

El colmo es que, además de no haber hecho ningún favor a tu piloto a lo largo del Gran Premio, le dejas a los pies de los caballos cuando sabes que tiene un problema de velocidad en las rectas al fallar el sistema de recarga de la batería. Alpine, sabedor de este problema, podría haber situado a Fernando por delante de Ocon, para evitar (como finalmente ocurrió) que el Sauber de Valtteri Bottas intentara el adelantamiento en la zona de DRS (alerón móvil para favorecer rebufos). El zigzagueo del asturiano frente al finlandés antes de pasar por la bandera a cuadros le supuso cinco segundos de penalización y perder dos puestos. La guinda al desastre.

En Alpine, no contentos con su triste conservadurismo, le dijeron primero por la emisora a Fernando algo que ya sabía (“un asunto que afecta a la velocidad en recta”) y le pidieron que mantuviera posición con el compañero de equipo a pesar de haber sido permanentemente más rápido que él en todo momento. "Incluso con el 'asunto de la velocidad en recta' he sido 100 veces más rápido durante todo el fin de semana", estallaba Fernando, dejando claro lo molesto que estaba con la decisión del equipo.

Y no era una fanfarronada de Fernando. En los tiempos parciales, se podía ver que el asturiano recuperaba en las curvas y las frenadas lo que perdía en las rectas. “Cuando llegó el problema del motor —explicaba el ovetense—, solo estaba tratando de sobrevivir, tratando de mantenerme en la zona del DRS, conduciendo como un kamikaze en las curvas, porque el DRS era mi única seguridad en las rectas después de eso".

Cuando fue preguntado sobre su comentario "100 veces más rápido", el Fernando más diplomático aseguró que no pudo adelantar, centrándose en lo frustrante que era sufrir esos problemas mecánicos. "A pesar del segundo de déficit que más o menos tenía en las rectas, aun así podía ir rápido. Fue difícil porque Ocon y yo, después de la parada, teníamos los mismos neumáticos, así que para cerrar la brecha tenía que recuperar 1,1 o 1,2 segundos en las curvas".

placeholder Fernando Alonso se veía con fuerzas para pelear el pódium con Lewis Hamilton, pero finalmente no pudo ser. (Reuters/Christinne Muschi)
Fernando Alonso se veía con fuerzas para pelear el pódium con Lewis Hamilton, pero finalmente no pudo ser. (Reuters/Christinne Muschi)

Una cautela justificada

Cuando el sábado Fernando mostraba cautela ante la euforia desatada por su segundo puesto en clasificación, se vio que aquello no era derrotismo sino realismo. Él veía que podía acabar cayendo a la quinta, sexta o séptima plaza, al ser el lugar que más o menos le corresponde. El problema es que el domingo muchos de esos pilotos que el asturiano daba por hecho que progresarían, como el caso de Checo Pérez o Charles Leclerc, también tuvieron su ración de problemas y de ahí la amargura del de Oviedo en ver una gran ocasión perdida.

"Al principio de carrera me sentí fuerte en comparación con Hamilton, no teníamos el ritmo de Verstappen y Sainz, pero era suficiente para controlar a los Mercedes. A partir de la vuelta 20 es cuando llegó el problema del corte de energía y, aunque tratamos de arreglarlo, no funcionó, pero, hasta ese momento, creo que había opción de luchar por el podio", concluyó el piloto de Alpine. Resignado e impotente.

Ya ven ustedes cómo son estas paradojas donde unos pilotos crían la fama y otros cardan la lana. Mientras Lewis Hamilton dijo literalmente el viernes que su coche era "muy malo” y luego acaba el domingo en el podio, Fernando Alonso acaba noveno con un coche poco fiable y una dirección del equipo más que dudosa, pero señalando, a pesar de ello, que su coche “volaba”. Adivinen a quien de los dos pilotos es al que se le colgó el mochuelo de 'conflictivo' y quién tiene el aura de 'ejemplar'. Como decíamos al principio, es difícil no simpatizar con el gran campeón que sigue demostrando carrera a carrera ser un piloto de otro planeta.

Debe ser descorazonador para Fernando Alonso comenzar una carrera en segunda posición, verte con ritmo para pelear por cosas importantes y acabar, finalmente, en una triste novena plaza. El asturiano merecía más, mucho más en Canadá. Y no solo por su antológica demostración bajo la lluvia en clasificación, sino por mostrar una velocidad durante todo el fin de semana que puso en evidencia más que nunca la estratosférica diferencia que separa el nivel del piloto respecto al de su máquina.

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