"Todo lo que conlleva Ferrari": cuando Carlos Sainz subió a su familia en un F1

“Ha habido varios momentos, por dar un ejemplo: el lunes tuve la oportunidad gracias a un patrocinador de Ferrari que tienen un F1 triplaza (un coche con posibilidad de subir a dos personas junto al piloto), y en un coche casi de Fórmula 1 pude dar una vuelta a mis padres y a mi familia. Eso es algo que no había podido hacer, nunca podía demostrar a mi gente cercana qué es subirse a un fórmula 1, y gracias a este patrocinador y a Ferrari pudimos darles una vuelta. Es algo que no se me va a olvidar nunca”. Carlos Sainz reflexionaba sobre facetas que le están haciendo experimentar la realidad de ser piloto de Ferrari más allá del aspecto meramente deportivo. Lo hacía en un acto de Estrella Galicia, la cervecera gallega que le sigue desde 2013 y la segunda empresa española que patrocina al equipo italiano en toda su historia.

Lejos de los circuitos Sainz se abría sobre su primer año en Maranello, tanto desde el punto de vista personal como deportivamente. “Luego está también el gran premio de Monza, con los tifosi, que casi vuelcan la caravana en la que estaba por la ilusión de tener a un piloto de F1 a un metro de distancia. Monza en general, el fin de semana, fue increíble. Y luego, la oportunidad de estar en mi oficina de trabajo en Maranello y, que de repente, te llaman y te subes en Fiorano en un Ferrari clásico de 1970. O darte unas vueltas en un SF90 de 1000 cv junto con tu padre o con un amigo por Fiorano, con una pista y coches de Ferrari disponible para ti para darte una vuelta, no cuando quieras, pero casi. Son cosas que en otros equipos no pasan. Estoy viviendo una parte de mi vida muy especial, porque estoy empezando a sentir qué es ser piloto Ferrari y todo lo que conlleva”.

"Me digo que no va nada mal"

Al margen de la singular experiencia personal, la deportiva también está ofreciendo numerosos desafíos. “No estoy descontento por cómo estoy para la cantidad de problemas e inconvenientes que me he ido encontrando en mi primer año de adaptación al coche y al equipo”, explicaba sobre estos meses de descubrimiento. “Ha sido un año complicado, no lo voy a negar, sin prácticamente test te lanzan con un coche igual que el del año pasado, contra un compañero tan fuerte como Charles… Me siento lejos todavía de sacarle el cien por cien al coche, pero aún así me veo dónde estoy en el campeonato, lo constante en cuanto a puntos y clasificaciones que soy, y me digo que no va nada mal. Pero estoy lejos de sacar el cien por cien del potencial del coche y hacer esos fines de semana perfectos que hacía día sí y día también en McLaren".

Sainz destilaba desde la primera carrera una confianza que no se percibía en otros pilotos que descubrían nuevo monoplaza, pero no sin llevar su procesión por dentro. “No me esperaba mucho este año, llegué sin ponerme demasiadas expectativas, porque tenía un día y medio para aprenderme un coche, tuve ciento cincuenta o doscientas vueltas. Llegaba a un equipo como Ferrari donde tenía que aprender todo, y en una carrera me tenía que pedir a mí mismo estar al nivel, y me lo pedí. De repente llegué a la primera carrera y me ví: “pues hombre, voy rápido, vamos ahora a intentar lograr resultados”. Y luego llegan detalles, como la clasificación, conocer el coche a una vuelta, las paradas en boxes, la estrategia... Te das cuenta de que por muy rápido que vayas con el coche si no controlas estos detalles, con el nivel que hay hoy en día de pilotos y equipos, es complicado. Por lo tanto, creo que estoy lejos de sacar el rendimiento a los fines de semana y al coche, y luego veo la posición en el campeonato, y pienso que si sigo trabajando así no tardaré mucho”.

Las diferencias con Leclerc

Además, Sainz se encontraba con Charles Leclerc, criado en Maranello, que había batido a Sebastian Vettel, ya con dos años de experiencia en el equipo. Ahora que ya se ha enfrentado al monegasco ¿Cómo son uno y otro en comparación? Sainz ofrece una larga explicación para colocarse en el contexto adecuado. “Somos mucho más parecidos de lo que puedas llegar a imaginar. Luego ves los datos, y es que estamos que en cada curva uno le saca tres centésimas a uno, y en la siguiente el otro le saca las tres… Llegas a la ‘cuali’ de Zandvoort y Monza, en la primera me sacó seis milésimas en Monza le metí media décima. Estamos tan igualados que no se ven diferencias en la telemetría”.

¿Y en cuanto a estilos de pilotaje? “Le veo con un poquito más de confianza en el coche en carrera, lo ves en los adelantamientos, en la salida, en el tráfico y aire sucio que conoce mejor el coche. Yo aún no soy el Carlos agresivo de McLaren, que me tiraba al límite en cada hueco y en cada salida. Estoy seguro de que si pensáis en el Carlos de hace un año o dos no decís que soy el Carlos tan analítico, porque me tiraba por todos lados… Pero eso es ‘feeling’ con el coche, tener ese último punto de confianza para saber cuándo puedes tirarte a saco sin bloquear y sin llevártelo (al rival) por delante. ¿Quizás ahora doy esa impresión de ser más analítico? Pues puede ser, aunque quizás ahora estoy a veces pecando un pelín de conservador porque no tengo aún ese último ‘feeling’ con el coche que me gustaría tener, que es lo que estoy intentando para hacer un final de temporada más agresivo y poder dar ese último puntito a las salidas y los adelantamientos”.

El cambio cultural de Ferrari

¿Es cierto el cambio cultural que Ferrari parece estar imponiendo en comparación a la filosofía tradicional, tan latina, de la Scuderia? “Estamos trabajando juntos en crear un equipo ganador y para nosotros ese espíritu de “essere Ferrari” del que hemos hablado tanto pasa por, no tanto un cambio, como una adaptación cultural dentro de la organización. Lo llevo trabajando desde que llegue a la Scudería. Me gusta porque muchas empresas hoy en día se han modernizado en cuanto al trato que hay que dar tanto al trabajador, a la prensa y a la compañía. Estamos trabajando en ello, va a ser un proceso largo, no se puede maniobrar un barco tan grande de un día para otro, pero poco a poco, si vais viendo los frutos quiere decir que las cosas se están haciendo bien, pero creo que esto va a llevar años, no va a ser de un mes para otro”.

Sainz también explicaba el alcance del trabajo en Ferrari para la transformación en lo deportivo. “El año que viene va a ser un reseteo para todos, el cambio más grande de los últimos 15 o 20 años. Lo que deseo a Ferrari y a mí mismo es estar lo más preparado para ese cambio. Llevamos tiempo trabajando en el coche del año que viene y el 90 por ciento de las sesiones de simulador son para el coche del año que viene, y el resto para el de este año. Las conversaciones en la fábrica, las reuniones y demás son en mayoría para el monoplaza de 2022. Se trata de llegar lo más preparados posible sin saber cómo va a llegar los demás, de asegurarnos de darnos a nosotros mismos la mejor oportunidad de estar delante luchando otra vez por ganar".

"¿Echas de menos McLaren?: No"

En cuanto a los mejores momentos de la temporada vividos por el piloto español, “es complicado elegirlos porque ha habido muchos, pero también es verdad que los mejores como el podio de Mónaco no lo disfruté porque estaba cabreado del día anterior. Echo la vista atrás y estoy orgulloso de hacer mi primer podio en Ferrari en Mónaco, aunque como se me escapó la pole no conseguí disfrutar el momento. Pero creo que lo mejor está por llegar, y estamos trabajando en que haya algún momento bueno de aquí a final de temporada que nos dé una alegría".

¿No lamenta haber dejado McLaren, ahora que ha logrado la primera victoria desde 2012? “Es una pregunta me hace gracia porque cuando en Mónaco luchábamos por la pole y podíamos ganar, nadie me dijo: “Que bien hiciste en marcharte a Ferrari, ahora puedes luchar por la pole y ganar una carrera, no echas de menos McLaren…” Luego llegamos a Hungría con el podio y nadie te pregunta por McLaren. Pero de repente ganan una carrera, por puro mérito, y ya todo el mundo te dice “si hubieses estado en McLaren podrías haber ganado esta carrera”. El año pasado estuve a punto de ganarla en Monza… Es decir, como siempre en la F1 cuenta lo último que pasa, la pregunta es: “¿echas de menos McLaren?”. La respuesta es no, estoy encantado en Ferrari, estoy pasando el mejor año de mi carrera en cuanto a disfrutar de la F1, cumplir un sueño, no lo cambiaría por nada. Y el tiempo dirá si me he equivocado o no. Pero yo confío en el proyecto Ferrari a largo plazo, en ganar en los próximos años, y estamos trabajando súper duro para lograrlo”.