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Lo que el ojo no ve: la cara oculta de las presentaciones de Ferrari en la F1
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EL PROTOCOLO INTERNO

Lo que el ojo no ve: la cara oculta de las presentaciones de Ferrari en la F1

Tras la presentación de cada monoplaza de Ferrari tienen lugar una serie de actos, ritos y códigos que confirman hasta qué punto es un equipo diferente al resto en la Fórmula 1

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De igual modo que la selección italiana, son los abanderados de eso que han venido a llamar el ‘otro futbol’, la mítica ‘Scuderia’ tiene también un estilo de gestión que genera unas ‘carreras’ bien diferentes de las que se disputan en el asfalto. Y aquí también, gana quien mejor lee el partido.

Sin duda, siempre es un momento especial la presentación del nuevo monoplaza de Ferrari, la puesta de largo ante el público. Pero la cosa va mucho más allá de conocer los detalles del nuevo coche. Uno de estos peculiares rituales comienza incluso un día antes de la presentación del monoplaza, en una curiosa ceremonia que en Maranello denominan ‘stickering’. Se trata de un acto donde se convoca a los patrocinadores, supuestamente para colocar con ellos sus marcas en los espacios acordados en los contratos. En la ‘Scuderia’ este evento siempre es el escenario donde aparecen las conjeturas, los ‘recados’ y sobre todo, esas escenificaciones de amor/desamor que permiten leer entre líneas, que pie calza cada cual, dentro de los pesos pesados del universo del ‘cavallino rampante’. La presentación del SF21 el miércoles también dejaba otros detalles de esa cara oculta de Ferrari a la hora de mostrar un nuevo monoplaza al gran público.

Un gol nada más comenzar

La singularidad de este equipo respecto a los del resto de la parrilla se observa en que aun cuando el nuevo coche una rueda en el asfalto, ese mismo día, ya comienzan una serie de ‘carreras’ internas. Carreras, que, según su devenir, marcarán la suerte futura en el equipo, del piloto, el ingeniero, el team-principal, el patrocinador, etc. Supuestamente, porque cuando llegas a la sede del equipo todos los adhesivos ya están puestos en el coche y generalmente casi todos con ‘errores’ en su ubicación, tamaños e incluso, con compañeros de viaje en tu espacio adjudicado no previstos. Casualmente, (obviamente aquí nada es casual) todas las discordancias reman a favor de Ferrari.

Simplemente, se trata de la señal de que según ha comenzado el partido ya te acaban de colar un gol y, mientras discutes con el árbitro, te obligan a comenzar a jugar desconcentrado y con la lengua fuera. Cuando se protestan los errores, te dicen que ha sido decisión de alguien muy gordo que, por supuesto no está presente. Discutes y finalmente con ‘el VAR’ consigues que se anule el gol y los adhesivos acaben en el sitio pactado. El primer objetivo ya está conseguido, pero el patrocinador ya empieza a ir a remolque en el juego y considera como una victoria que simplemente se cumpla el contrato.

Algo similar a la jornada del ‘stickering’ ocurre el día de la propia presentación con el protocolo y los asientos de todo el mundo, aunque por la pandemia este año sea distinto. Se producen todo tipo de situaciones embarazosas, como que al padre de un piloto le manden al gallinero, mientras que al padre del otro le colocan en un asiento privilegiado. Que a un patrocinador muy potente le coloquen al lado de un simple proveedor, mientras que a otro a veces incluso de menor entidad le sientan cerca de John Elkann o en su día Luca di Montezemolo. Y así sucesivamente, con representantes de la política, el ejército, la iglesia, los medios de comunicación, etc. Aquí, entendiendo su juego, se descubre que las cosas se solucionan mejor alrededor de una copa de vino (italiano por supuesto) buscando en ese ambiente de ‘famiglia’ los puntos de encuentro.

Cómo picar a las tropas

En tiempos de Enzo Ferrari eran legendarias las puyas que dejaba en el aire en las presentaciones de los nuevos modelos. Era habitual que de forma más o menos velada se enfrentara a ‘motoristi’ (técnicos de motores) con los ‘telaisti’ (técnicos de chasis). Aunque por aquellos tiempos toda la cuestión técnica recaía en una única persona, como fue el caso durante muchos años de Mauro Forghieri, el Commendatore no perdía ocasión de encizañar un poco a sus tropas, recordando selectivamente aciertos y errores de los diferentes bandos técnicos. Era su forma de mantenerlos tensionados.

Si nos fijamos en el video de la presentación virtual de ayer martes, el propio Mattia Binotto, de una forma mas sutil y elaborada a nivel de comunicación, repetía este ritual ferrarista de toda la vida, donde su mensaje inicial sigue unos códigos que no difieren mucho de las presentaciones del pasado. En esa presentación virtual obligada por las circunstancias actuales, los responsables del área técnica de chasis, motores y deportiva van desfilando y destacando sus logros y objetivos. Pero el discurso de cierre de presentación del presidente John Elkann y, con su cuidada puesta en escena y arenga a los tifosi ferraristas del mundo, ya muestra esos ‘recados’ subliminales a los miembros del equipo.

Quién tiene poder sobre quién

Por si entender todo este juego florentino no fuera suficiente material para sobrevivir en Maranello, la tabaquera Phillip Morris tiene también mucho que decir en estas otras ‘carreras’. No en vano, ellos son los propietarios del total del espacio publicitario de coches y miembros del equipo. Fruto de un acuerdo que tiene su origen hace casi dos décadas, la compañía tabaquera garantiza a Ferrari el total del presupuesto a ingresar vía patrocinios. Sin embargo, con buen criterio, ambas entidades acordaron permitir la entrada de otros patrocinadores para no tener depositados todos los huevos en la cesta de la tabaquera ante una presión de las leyes antitabaco que Ferrari en una situación financiera extremadamente crítica. Aunque oficialmente no aparezca ningún tipo de marca directamente asociada al tabaco, en Phillip Morris siempre han sido especialmente brillantes para explotar comercialmente a nivel global este acuerdo, ya que es bien sabido que el legislador persigue con lupa todos sus movimientos. Por ello, además de seducir a Ferrari, Phillip Morris también tiene mucho que decir a la hora de aceptar a una compañía en el equipo.

Como en el caso reciente de la cervecera gallega Estrella Galicia: forma parte del ‘club’ o no. Por poner un ejemplo de su poder de decisión, el diseño del coche para 2021 incorpora una tonalidad bicolor en rojo, así como un logo principal de su mensaje institucional ‘Mission Winnow’ en un brillante verde. Esa sorprendente novedad, muy probablemente, anulará toda posibilidad de que cualquier anunciante utilice ese color, por mucho dinero que quisiera poner. Un veto por parte de la tabaqueran igualmente podría existir con las ubicaciones y tamaño de los logotipos, en función de cómo interpretaran ellos que afecta a sus espacios. Es algo que tradicionalmente suele frustrar a muchos de los sponsors, pues ven reducida su visibilidad por razones no siempre claras de entender.

En este sentido, y volviendo a Estrella Galicia, pudimos ver en la presentación del monoplaza que ha optado por una decisión sorprendente, pues observamos que ha renunciado a espacios muy visibles en el coche a cambio de garantizar su presencia en las zonas clave para las tomas de las cámaras on-board. Una decisión sin duda arriesgada, pero que de salir bien puede ser tremendamente rentable en términos de visibilidad. Quizás los italianos hayan visto que para negociar con gallegos, también se requiere también de un arte especial y seguramente hayan dirimido para bien sus diferencias en familia, aunque eso sí, en esta ocasión ¡inevitablemente alternando vino y cerveza!

De igual modo que la selección italiana, son los abanderados de eso que han venido a llamar el ‘otro futbol’, la mítica ‘Scuderia’ tiene también un estilo de gestión que genera unas ‘carreras’ bien diferentes de las que se disputan en el asfalto. Y aquí también, gana quien mejor lee el partido.

Patrocinadores Estrella Galicia Mattia Binotto
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