Los vicios del Ferrari y por qué Sebastian Vettel necesita engordar (esta semana)

“Puede que sea un descanso ocupado para nosotros. No creo que la mente de ninguno pueda descansar en estas dos semanas, así que puede que vengamos con buenas ideas para la segunda parte del campeonato. […] Yo me lo tomaré de manera tranquila en la primera semana comiendo mucho helado, ¡y después tendré que estar seguro de que mi tripa desaparezca de nuevo!”. Sebastian Vettel, en estas dos semanas de vacaciones obligatorias de la Fórmula 1, se dedicará a 'resetear' su cabeza y metafóricamente dejarse un poco con los helados… Es decir, relajar el cuerpo y mente. Algo en lo que coincide su jefe Mattia Binotto en relación con el resto de miembros de Ferrari para intentar dar la vuelta a la tortilla (o, al menos, para no caer al tercer peldaño del Mundial).

“Puede que me preguntes que cómo es posible que hace una semana tuviéramos el coche más rápido y hoy esté como esté. Es simplemente muy dependiente de la pista. Budapest, donde se requiere de mucha carga aerodinámica, nos da problemas”, explicaba Binotto antes de abandonar Hungría. El Ferrari, el SF90, no es tan completo como su principal rival, el W10 de Mercedes, y tiene poco margen de tiempo para quitar su monoplaza esos vicios y que no sea tan dependiente del perfil de la pista.

La realidad indica que Vettel es cuarto en el campeonato con 156 puntos, a 25 de Max Verstappen, 32 de Valtteri Bottas y 94 del líder, Lewis Hamilton. En constructores, la cosa no pinta mejor para los italianos con 288 puntos frente a los 438 de Mercedes… De hecho, por el retrovisor cada vez ve más cerca el Red Bull, que tiene 44 puntos menos sólo que los de la Scuderia.

Ferrari se queda sin batería

“Antes de irnos al parón veraniego, volveremos a la oficina [esta semana]. Hay mucho trabajo”, indicaba Binotto antes de reconocer que era “importante para nosotros parar y descansar un poco. Gastamos mucha energía en este inicio de temporada, después del test de invierno y Australia, cuando vimos que teníamos un poco de diferencia que recortar con respecto a nuestros principales rivales. Gastamos, en todos los departamentos de la factoría y en la pista, mucha energía”, recalcaba Binotto en Budapest. “Es el momento justo de tener algunas vacaciones”.

Las palabras de Binotto dibujan a un 'ejército' con un desgaste tras una batalla en la que, con peores armas, parecen haber sufrido más física y mentalmente que sus enemigos, cuyos planes y estrategias han funcionado mejor. En el caso de Mercedes, han contado siempre con un arma competitiva y si no tenían la mejor en las primeras carreras, su estrategia en pista y los errores de los de rojo sirvieron para ganar batallas. Las posteriores evoluciones en sus 'tanques' han permitido distanciarse de los de la Scuderia. En cuanto a Red Bull, con menos artillería en un inicio, han logrado rearmarse gracias, en parte, a la comprensión del reglamento de esta guerra por parte del ingeniero Adrian Newey, quien realizó retoques aerodinámicos lo suficientemente importantes como para ganar dos carreras (Ferrari no ha ganado en 2019).

¿Enderezará el equipo de Binotto el SF90? Si las “ideas” que espera Vettel no llegaran, al menos siempre le quedará la desconexión mental (a base de 'helados') para afrontar una segunda mitad del año que se le puede hacer muy larga si no hay resultados. O, tal vez, mejoren las cosas y en lugar de helados Ferrari cometa algún exceso con champán del podio.

La próxima carrera es el GP de Bélgica, del 30 de agosto al 1 de septiembre.