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Como el más dramático guion de película: así hace historia Antonio García en EEUU
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TERCER TÍTULO EN EL IMSA NORTEAMERICANO

Como el más dramático guion de película: así hace historia Antonio García en EEUU

Garcia sigue incrementando su espectacular palmarés con su tercer título -segundo consecutivo- tras una dramática y definitiva carrera en el Petit Le Mans de Road Atlanta.

Foto: Antonio García (d) junto a Jan Magnussen. (@CorvetteRacing)
Antonio García (d) junto a Jan Magnussen. (@CorvetteRacing)

“¡Campeones! 10 horas de carrera donde hice unas de las mejores carreras de mi vida y de los momentos más embarazosos... Gracias @janmagnussen y @CorvetteRacing!”. Antonio García sigue haciendo historia en el automovilismo español, aunque de manera dramática este pasado fin de semana. Porque el español ha logrado su segundo título consecutivo en la última cita del campeonato americano Imsa, aunque un desenlace propio del más intenso y elaborado guión de película.

En su tuit posterior a la pruebra García resumía la adrenalina, la desazón y la angustia vividas en el Petit Le Mans que se celebra en Road Atlanta, una de las pruebas más populares en Estados Unidos y que cerraba el campeonato IMSA de resistencia americano. Todo iba de cara tras un extraordinario pilotaje, cuando un error inesperado del propio García en la línea de boxes hizo esfumarse el título a falta de solo dos horas para terminar la carrera. “El pit (la línea de boxes) me pilló. Estábamos bajo bandera amarilla cuando bajé la guardia una fracción de segundo y no me lo esperaba. Fue un error mío completamente, y pensé que todo se había terminado”. Entonces, el guión se hizo realidad.

placeholder El Corvette de Antonio García y sus compañeros (@CorvetteRacing)
El Corvette de Antonio García y sus compañeros (@CorvetteRacing)

Un error insólito

Antonio García y Jan Magnussen (padre de Kevin, el piloto de Fórmula 1 y presente en la carrera para apoyarle) tan solo necesitaban un cuarto puesto para asegurar el título. Los rivales eran los pilotos de Ford, Ryan Briscoe, Richard Westbrook y Scott Dixon. Estos necesitaban ganar y que García y Magnussen terminaran en quinta posición o peor. Pero los pilotos del Corvette número 3 llevaban siete podios consecutivos, y no se esperaba problemas. El español normalmente es el piloto encomendado por el equipo para asumir la responsabilidad en los momentos cruciales. Llevaba a cabo “una de las mejores carreras de mi vida” cumpliendo el objetivo cuando cometió un error de principiante: se estrelló incomprensiblemente contra el muro al salir de boxes. Un error en boxes por quien no suele cometer ninguno en plena acciòn, en pista. El coche quedó destrozado. “Pensé que todo se había terminado”.

A pesar de los daños, García pudo llevar el Chevrolet a su garaje, aunque anímicamente hundido al igual que su equipo en la clasificación. Sus rivales ya podían terminar segundos para lograr el título si los pilotos del Chevrolet terminaban en noveno puesto o peor. En el momento del accidente sus rivales eran terceros, a segundo y medio del Porsche 911 RSR oficial que marchaba en esa necesaria segunda posición. Ganar ese puesto les daba el título. Fue entonces cuando entraron en acción los mecánicos de Chevrolet.

Un espectáculo de solo cinco minutos

García siempre ha defendido que su equipo es uno de los más eficaces del mundo a la hora de la estrategia y reaccionar en momentos críticos, especialmente en las 24 Horas de Le Mans. Pero en esta ocasión sus mecánicos fueron puestos como pocas veces, en el momento más importante de toda la temporada. “Lo que se ha visto hacer a estos chicos… Coger el coche, desmontar todo el frontal, poner uno nuevo y salir a la pista al cabo de dos vueltas, y que rodara como si no hubiera pasado nada ha sido cuando se ha ganado el campeonato. No se trata de disminuir la importancia de los pilotos pero ha sido todo un espectáculo”. explicaba Doug Fehan, el responsable del equipo quien hablaba de la "espectacular coreografía" llevada a cabo por el trabajo fulminante y sincronzado de sus meánicos bajo presión.

“Solo nos quedaban un par de horas de carrera, no era como si quedaran seis o siete por delante. Esto hizo de ello algo especial, algo que se queda grabado en la mente de todos, esa actitud de que nunca hay que rendirse. Y los aficionados y los rivales saben ya que podemos hacerlo”. En tan solo cinco minutos los mecánicos reemplazaron todo el frontal, el lateral derecho, la parte inferior del coche que sustentaba el motor, la rueda derecha… García volvió a la pista, pero en novena y última posición de la categoría.

Mientras tanto, el equipo mandó atacar con el segundo Chevrolet a sus rivales por el título para complicarles la vida. Gavin, Fassler y Millner se enzarzaron en un duelo que impidió al Ford rodar cómodamente para lograr el segundo puesto. Perdieron la tercera posición, e incluso cayeron al quinto puesto. Mientras tanto García recuperó el ánimo para atacar y lograr en los últimos compases de la carrera ese octavo puesto que aseguraba el título a toda costa. Sus mecánicos lo habían hecho posible.

El español cosechaba así su tercer título IMSA, el segundo consecutivo en el campeonato americano. Un triplete que se une a sus tres victorias en las 24 Horas de Le Mans (con tres coches diferentes), las 12 Horas de Sebring, las 24 Horas de Daytona. Pocos pilotos cuentan con semejante palmarés en el mundo de la resistencia. Pero, sin duda, este será un título que Antonio García nunca olvidará.

“¡Campeones! 10 horas de carrera donde hice unas de las mejores carreras de mi vida y de los momentos más embarazosos... Gracias @janmagnussen y @CorvetteRacing!”. Antonio García sigue haciendo historia en el automovilismo español, aunque de manera dramática este pasado fin de semana. Porque el español ha logrado su segundo título consecutivo en la última cita del campeonato americano Imsa, aunque un desenlace propio del más intenso y elaborado guión de película.

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