"¡Cállate!". Grosjean o cuando tu ingeniero te manda callar en plena carrera

"¡¿Qué ha sido eso?! ¿En serio? ¿Desde cuando podemos salir así? En serio, no sé si puedo... creo que deberíamos retirar el coche. Creo que deberíamos retirar el coche, no tiene sentido ir hasta el final. Puedo ver todo el ****** neumático izquierdo. ¿Qué estamos haciendo, chicos? En serio...". Así se expresaba Romain Grosjean en la última vuelta de carrera del pasado GP de EEUUa través de la radio, desesperado y desesperante una vez más. ¿Cómo habría que reaccionar ante la enésima queja del francés? Su ingeniero fue claro: "¡Cállate!". La respuesta del piloto no se hizo esperar: "¡No te estás jugando la vida aquí! ¡El neumático se ha ido por completo!". Saltan chispas en Haas en su prueba de casa.

Probablemente y a pesar de las formas, Grosjean tenía buena parte de razón y lo cierto es que en las imágenes de su cámara a bordo, se puede observar como el neumático se mueve de forma preocupante, lo que llevó a su ingeniero a recular ligeramente: "Vale tío, pues ve a boxes, retiraremos el coche. Retiremos el coche. Nos vamos a box. Repito, box. Es la última vuelta igualmente, tío, pero tráelo con cuidado. Lo siento". Solo entonces Grosjean reaccionó, sugiriendo que podía llevar el coche a la bandera de cuadros, lo que llevó a su ingeniero a confirmar el plan. Sin duda, para Haas era importante acabar la carrera de casa, pues un abandono en el último giro daría mala imagen...

Grosjean, el 'quejica'

El problema es que las quejas de Grosjean no son nada nuevo. Irónicamente, en Austin hizo gala de un buen sentido del humor al lucir en su casco un bocadillo de texto que salía de lo que debía ser su boca. "No me estoy quejando", rezaba el susodicho texto. Pero sí, Romain, sí que te estás quejando. Como en prácticamente cada Gran Premio. La fama de piloto polémico que se queja prácticamente de todo y de todos, se la ha ganado a pulso a lo largo de los últimos años. Según el propio implicado, su frustración por radio cuando las cosas no salen viene dada por su deseo de ganar. No es conformista y ello le lleva a desfogarse de esta forma. Pero si por algo es conocido el piloto de Haas, es por una gestión psicológica delicada.

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Àlex García

La montaña rusa emocional de Grosjean

La carrera deportiva de Grosjean es una auténtica montaña rusa emocional, que combinada con su carácter visceral hace de él un piloto complejo a nivel mental. Grosjean llegó a la Fórmula 1 en calidad de chico de oro de la GP2, campeonato al que apuntaba al título en 2009 en el equipo de Alejandro Agag antes de que el despido de Nelsinho Piquet le abriera las puertas de Renault al lado de Fernando Alonso. Sus primeras carreras fueron un desastre y la marcha de la marca francesa le dejó fuera de la categoría reina de forma aparentemente definitiva. El humilde pero trabajador —eso es innegable— piloto se pasó un año saltando de categoría en categoría antes de volver a la GP2 para ganarla en 2011 y convencer a Lotus para que le diera un volante.

Durante 2012 y 2013 combinó actuaciones fantásticas con excesos de fogosidad, entre los que destaca el accidente en la salida del GP de Bélgica de 2012 que casi acabó en tragedia y que le costó una carrera de suspensión. No fue hasta que decidió recurrir a un psicólogo deportivo para que le ayudara a gestionar su propia mente, que empezó a centrarse y a estar más tranquilo... pero aunque en pista no ha vuelto a ser un piloto con exceso de fuego, por radio o ante la prensa no se calla absolutamente nada. Hasta el punto que su propio ingeniero de pista ha tenido varios encontronazos, demasiado a menudo con los famosos problemas de frenos de Haas... entre otros asuntos.