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Hamilton apuntala el título en Austin en una carrera marcada por el talento de Sainz
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estados unidos vivió una carrera espectacular

Hamilton apuntala el título en Austin en una carrera marcada por el talento de Sainz

El GP de EEUU vio a un Lewis Hamilton impecable que volvió a ganar en uno de sus circuitos predilectos, apuntando al título en una carrera donde Sainz brilló más que nunca.

Adelantamientos, paralelos, toques, polémica, un piloto prácticamente campeón y otro que se prepara para serlo en el futuro. El Gran Premio de Estados Unidos de Fórmula 1 ha tenido absolutamente de todo en lo que ha sido una de las mejores carreras de la temporada. La primera conclusión del fin de semana es que Lewis Hamilton no es aún campeón del mundo pero que salvo sorpresa, lo será en siete días en México. Allí, un quinto puesto será suficiente en caso de victoria de Sebastian Vettel. El británico deja apuntalado el título que le convertirá en tetracampeón del mundo, otro cuatro veces campeón quedó prendado del talento de Carlos Sainz, que estuvo impecable en su debut con Renault.

Hamilton, Vettel, Raikkonen y Verstappen

La carrera comenzó con un guión conocido aunque ni mucho menos el más común. Vettel arrancó mejor que Hamilton y se situó en cabeza, marcando el ritmo durante los primeros giros. Parecía que el alemán intentaría su jugada habitual, puesto que junto con la Scuderia Ferrari, suelen ser implacables cuando se encuentran en control de la carrera. Desafortunadamente para los italianos y seguramente también para la emoción del campeonato del mundo, Hamilton era claramente superior en ritmo y apenas cinco vueltas después, daba cuenta de su rival y empezaba a escaparse. El británico estuvo toda la carrera en su propio mundo y nadie pudo amenazar su dominio. Su victoria le deja muy bien situado para ser campeón el próximo fin de semana.

La pelea por la segunda posición sí tuvo más interés y aunque inicialmente parecía que Vettel lo tenía hecho, un inesperado paso por boxes de Verstappen a falta de un cuarto de carrera hizo saltar las alarmas en Ferrari. Si el holandés acertaba con su estrategia, podía alcanzarles y robarles el segundo puesto. La reacción en la Scuderia no se hizo esperar y Vettel cambió de neumáticos justo después, comenzando ambos una persecución que habría de culminar con la caza de los dos pilotos finlandeses que optaron por mantenerse en pista. Bottas no llegó a ser un elemento en la lucha por el podio, quedándose sin gomas pronto e incluso parando a boxes a falta de tres giros para asegurarse que sus 'zapatos' le duraban hasta el final.

Con Raikkonen, la situación fue algo distinta y alrededor de él estuvo la polémica del Gran Premio. El campeón del mundo de 2007 cedió el paso a Vettel e intentó defender el tercer puesto a pesar de estar quedándose sin carburante, lo que le obligaba a bajar el ritmo. Verstappen alcanzó al segundo Ferrari en el último giro y con un solo intento por delante, cometió el error de ser demasiado agresivo en el momento de adelantarle. El Red Bull cortó una curva durante la maniobra y aunque Verstappen llegó tercero, fue sancionado con cinco segundos y solo fue notificado cuando estaba en la antesala del podio, ante las cámaras de todo el mundo. Un final esperpéntico para una carrera repleta de emociones.

Sainz y Alonso, cara y cruz para los españoles

A pesar de estar la Fórmula 1 más centrada principalmente a la lucha por el título entre Hamilton y Vettel, en Austin fue inevitable que Sainz fuera otro de los principales focos de atención al estar realizando su debut con Renault. El piloto español llegó al equipo francés con el objetivo primario de asentarse en la escuadra de cara a estar lo más listo posible en las primeras carreras de 2018, pero desde los primeros entrenamientos libres quedó claro que cuando un deportista tiene talento para ganar, es imposible frenarle. Sainz fue más rápido que Hulkenberg, su nuevo compañero, durante todo el fin de semana y en carrera se mostró seguro, agresivo y a un nivel muy superior de lo esperado.

A lo largo de toda la carrera, Sainz peleó con los dos Force India de Pérez y Ocon. Al primero pudo batirle, tras un adelantamiento con sello de la casa, aunque no pudo con el segundo. El séptimo puesto es prácticamente lo mejor que podía esperarse con su monoplaza, aunque demuestra su talento para quien aún dudara. Si el madrileño fue la cara de los pilotos españoles en Estados Unidos, a Alonso le tocó ser la cruz. El asturiano era de hecho incluso algo más rápido que Sainz pero el motor Honda volvió a ceder. Sus quejas por la radio sobre los puntos perdidos y el lamento de saber que probablemente toque montar un motor nuevo en México mostraban una vez más el hastío de un piloto que está esencialmente peleando con palos y piedras contra rivales que blanden afiladas espadas y cuchillos, en el peor de los casos.

Adelantamientos, paralelos, toques, polémica, un piloto prácticamente campeón y otro que se prepara para serlo en el futuro. El Gran Premio de Estados Unidos de Fórmula 1 ha tenido absolutamente de todo en lo que ha sido una de las mejores carreras de la temporada. La primera conclusión del fin de semana es que Lewis Hamilton no es aún campeón del mundo pero que salvo sorpresa, lo será en siete días en México. Allí, un quinto puesto será suficiente en caso de victoria de Sebastian Vettel. El británico deja apuntalado el título que le convertirá en tetracampeón del mundo, otro cuatro veces campeón quedó prendado del talento de Carlos Sainz, que estuvo impecable en su debut con Renault.

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