Honda le hace caso a McLaren... dos años después: "Ya hemos hecho algunos despidos"

“Honda sólo tiene que hacer una cosa: integrarse a la cultura de la F1”. McLaren aún no ha perdido la esperanza de que Honda pueda construir un buen motor. Así lo sugiere su alto presupuesto, la agresividad de sus diseños y el progreso que materializaron en 2016. Pero el gran problema es el tiempo. Y Honda parece trabajar de forma ineficiente, lejos de la agilidad que requiere el éxito en la Fórmula 1. “Aquí tienes que encontrar soluciones lo antes posible”, resumía Eric Boullier. Si en los dos últimos años ya les faltó una estrategia eficaz para mejorar el motor en cortos periodos de tiempo, todo hace pensar que 2017 será otro año perdido.

Es probable que así sea, pero Honda ya ha interiorizado el mensaje. “Hemos hecho algunos cambios respecto a los test”, confirma Yusuke Hasegawa en una entrevista a ‘Racer’. Aunque parezca insignificante, este movimiento significa mucho para una marca que opera en la Fórmula 1 al mismo ritmo que la automoción. “Cuando vendes coches, puedes retrasarte unas semanas y no pasa nada, pero si en la F1 no traes mejoras, estás perdido”, contaba Boullier. Honda no se ha adaptado a la dinámica de la F1, pero McLaren quiere corregir sus malos vicios para no repetir otro desastre en 2018. ¿Funcionará?

¿Se ha impuesto el pragmatismo inglés?

“Hemos modificado parte de la organización y también hemos sustituido a algunos miembros”, confiesa Hasegawa. No sería de extrañar que los cambios se produjeran por la presión de McLaren, e inspirados por aquella “reacción urgente” que exigió Fernando Alonso. Ambas partes se ‘aliaron’ bajo el mismo discurso para dar un golpe en la mesa y trasladarle toda esa presión a Japón. Y estando al borde del precipicio con un motor que no daba más de 10 vueltas seguidas, Hasegawa no tendría otra alternativa que empezar a mover ficha. La jugada, aunque fuera ya inevitable, puede haber funcionado bien.

En aquellas fechas se anunció la marcha de Gilles Simon, que trabajaba como asesor de Honda desde 2013. La decisión se achacó a que los ingenieros japoneses nunca escucharon sus consejos para mejorar el motor. Y éste parece haber sido uno de los grandes defectos de Honda: ceñirse a su forma de trabajo tan metódica sin prestar atención a McLaren, uno de los equipos más ágiles de la parrilla. De momento, en la revista Autosport ya se ofertan siete puestos para trabajar en la fábrica de Honda en Milton Keynes, y McLaren lleva tiempo pidiendo caras nuevas. Han tardado dos años, pero el pragmatismo inglés empieza a ganarle el pulso a la metodología japonesa.

Un paso atrás, ¿dos hacia adelante?

El efecto de esta renovación interna puede tardar años en verse. Y tampoco se descarta que el tiempo perdido haga imposible ganar carreras con los motores V6 Turbo. En el plano operativo, Mercedes y Ferrari arrastran una ventaja importante. Hasegawa lo confirma entre líneas. “Cuando haces este tipo de cambios, suelen afectar más a largo plazo, no en una o dos semanas”. Es difícil saber si Honda triunfará en el futuro, pero el punto de partida no podría ser peor. Este fin de semana ya se preparan para ser el ‘farolillo rojo’ en las largas rectas de Shanghái. “Lo vamos a pasar muy mal”, avisaba resignado Boullier.

Y hasta que no pase el tiempo, McLaren seguirá teniendo que hacer pedagogía para acelerar los procesos de trabajo en la fábrica de Honda. Hasegawa lo confesaba con palabras de rendición. “Pensábamos que la Fórmula 1 sería más fácil”. ¿Y si Honda hubiera escuchado antes a McLaren? Quizá no hubiera ocurrido aquel error garrafal de probar el motor con un sólo cilindro. Hasta nuevo aviso, tendrán que confirmarse con perder tres segundos en Shanghái.