Jost Capito aterrizará en dos meses, un 'traductor' más entre McLaren y Honda

Es un hombre tranquilo, amable y de tacto político. Ordenado y correcto, no tiene entre sus características el don del liderazgo aunque no le ha hecho falta para ser la cabeza de diferentes proyectos automovilísticos a lo largo de su vida. Razona, argumenta y gusta a sus superiores. El siguiente jefe que tenga será Ron Dennis, a partir del verano. En palabras a 'Autosport', Jost Capito ha asegurado que desde el GP de Bélgica tomará el mando de McLaren como director ejecutivo y su misión será la de ordenar y optimizar más el capital humano que trabaja para la empresa.

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A priori -y sin haber especificado Dennis los planes concretos al propio Capito-, será un miembro con capacidad de decisión pero que no interfiera en las tareas de Eric Boullier dentro del equipo de Fórmula 1, dibujando una figura más gestora, aunque “tengo libertad para hacer lo que tenga que hacer. Actualmente McLaren es bidimendional. Deben trabajar como un equipo, sin importar qué lugar ocupen. Siempre es un desafío hacer que un equipo esté unido y lo es aún más cuando parte de dicho equipo está en otro continente o es una cultura diferente”, declaró el dirigente alemán en enero, cuando se hizo oficial su contratación. La unión McLaren-Honda pretende tener más conexión con este fichaje.

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Las diferencias de mentalidad con Honda

Capito será un cable más de comunicación entre Woking y Sakura. “McLaren tiene una larga experiencia en F1 y hemos tratado de ayudar a nuestro socio con respeto. Creo que al final ambas compañías hemos tomado buenas decisiones y ahora sólo falta saber cuánto tiempo lleva que hagan efecto”, reconocía esta temporada Boullier, quien ya exponía el año pasado “un gran cambio en cultura y filosofía a todos los niveles de la empresa” para dicha adaptación y al que le entraron las prisas en verano: “McLaren quiere ganar mañana, Honda quiere ganar algún día. Tenemos que respetar su hoja de ruta, pero ellos también tienen que respetar nuestras necesidades”. Al final, el acople de piezas japonesas con inglesas ha sido más complejo de lo previsto y el alemán Capito podría ser un elemento más para el éxito de dicho ensamblaje.

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Capito comenzó su carrera profesional en el mundo del motorsport siendo ingeniero de BMW entre 1984 y 1988, periodo en el cual ganó el Rally Dakar como copiloto en Camiones (1985). De 1989 a 1996 fue el director de competición de Porsche y en ese año trabajó como jefe de operaciones de Sauber, siendo su primera inmersión en Fórmula 1. En 2001 dejó el Gran Circo por el mundo Ford y, concretamente, el Mundial de Rallyes. Diez años después fichó por Volkswagen como responsable de su departamento de Motorsport y en 2013, 2014 y 2015 conquistó tres títulos mundiales de WRC con Sebastian Ogier y su Polo (éxito en el que tuvo que ver la experiencia de Carlos Sainz).

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Diferentes 'encargos' dentro de Volkswagen

Tiene una visión de 360 grados. “El trabajo en Volkswagen requiere una dedicación de 24 horas los siete días a la semana. No sólo es el Campeonato Mundial de Rallyes, sino también el rallycross de Estados Unidos y los turismos. Mientras esté aquí haré el trabajo completo”, señalaba a Autosport esta semana, y de allí no se escapará hasta después del Rally de Alemania, que concluye el 21 de agosto. Unos días después estará en Spa con la camisa de McLaren, como ya lo ha hecho en alguna prueba esta temporada.

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Con altas cualidades para la organización de diferentes tareas, la mano de Capito puede ser una de las claves en algún momento de la próxima temporada, cuando haya cambios en la normativa y se requieran reflejos para adaptarse rápidamente a éstas.