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Los mejores momentos de la temporada: "Sebastian, no seas estúpido"
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LAS CLAVES DE 2013, DENTRO Y FUERA DE LA PISTA

Los mejores momentos de la temporada: "Sebastian, no seas estúpido"

Resumen 'tragicómico' de un año repleto de anécdotas en F1, descargadas de tensión y aliñadas con una píldora de acidez que la distancia otorga

Foto: Últimos momentos de Mark Webber en Fórmula 1. (SkySports).
Últimos momentos de Mark Webber en Fórmula 1. (SkySports).

"Lograba los tiempos de vuelta rápida al final de carrera con gomas que habían durado más de lo que nosotros hubiéramos soñado. Es irónico, el pasado año tuvimos problemas en entrenamientos, pero lo hicimos muy bien en carrera, y ahora es completamente al contrario". Christian Horner reaccionaba con sorpresa ante la victoria de Kimi Raikkonen en Australia, la única que lograría Lotus en toda la temporada. Gran contraste el de sus dudas con el RB9 y los nuevos Pirelli en carrera, y los nueve triunfos de Vettel a final de año, qué "ironía". Pirelli empezaba a sentirse en medio del fuego cruzado que iba a desencadenarse en el 'saloon' de la Fórmula 1 en 2013.

Para tiroteo, sin embargo, el famoso 'Multi 21' de Malasia de Red Bull, en el que Vettel disparó a traición. "No seas estúpido, Seb", le rogaba sin convicción Horner desde el muro de boxes. "Mark es demasiado lento, ¡quitarle de en medio!", pedía inicialmente quien estaba a punto de convertirse en un "estúpido" oficial. Éste, viendo que nadie saltó del muro de Red Bull para apartarle, decidió desobedecer a su jefe y Webber, que ya sabía de qué iba el paño en Red Bull, lo anticipó en el mismo podio: "Seb tendrá la protección de siempre...". Por supuesto.

Después de la prueba el alemán bajó la cabeza, metió el rabo entre las piernas con un 'sincero': "Me gustaría tener una buena excusa por lo que hice, pero no puedo. Recibí la orden, pero la ignoré". Vettel quiso ser coherente con lo que una empresa pide de su trabajador (que sea subordinado)... pero, dos semanas después en China, mostró el verdadero impulso interior que le movió a disparar por la espalda: "Si hubiera entendido el mensaje y lo hubiera considerado, si hubiera reflexionado sobre ello, en lo que el equipo quería, dejar a Mark primero y ser segundo… creo que lo habría pensado, y habría hecho lo mismo. No lo merecía". Ah, vale…Webber, claró está, había acertado.

En China, Alonso conseguía su primera victoria de la temporada y abría la puerta a la esperanza en los labios de un 2013 competitivo, que luego se cerraría de un portazo en sus narices según avanzaba el campeonato. Webber, sin embargo, seguía en racha y batiendo otro tipo de records en Red Bull. El equipo le dejaba sin combustible en entrenamientos el sábado y una rueda al parar en boxes le abandonaba como el desodorante, incidentes que por la ineficacia de su equipo parecían sellarle a fuego en la frente su condición como número dos de Red Bull.

Red Bull, quejas con estilo: ganando

Fue uno de los adelantamientos del año. En Bahrein Vettel no salía primero, pero se tiró en picado con una gran maniobra sobre Alonso, anticipando desde lejos la 'lijada' y dando la puntilla con el KERS. Después, mareó a Nico Rosberg hasta romperle la cintura y se fue a por la victoria. Red Bull lloraba por sus problemas con las Pirelli en su primera versión de 2013... pero ya machacaban en carrera. Quejas, pero con estilo.

Los astros se conjuraban a favor de Ferrari en España. James Allison anunciaba su paso a Ferrari y Alonso ganaba de manera aplastante en Montmeló. Sería la última vez, pero Red Bull sacó la artillería mediática con el 'Primo Zumosol' Mateschitz. "Todo el mundo sabe lo que está pasando aquí, la F1 ya no consiste en correr. Se trata de una competición de gestionar neumáticos. Las verdaderas carreras son diferentes. Bajo las circunstancias actuales, no podemos obtener lo mejor del coche ni de los pilotos". Pues menos mal, visto el final de año, lo que Pirelli merecía no era una bofetada, sino un monumento.

Aunque a ritmo de GP2 y con varios coches dándole las largas por detrás, Nico Rosberg se llevó el Gran Premio de Mónaco treinta años después que su padre. En ese momento se convertía ya en el peor rival de la estrella recién llegada, Lewis Hamilton. Por su parte, considerado como el piloto más fuerte en carrera de la actual parrilla, Alonso parecía haber desconectado el teléfono en Mónaco, "éramos demasiado lentos". Y descafeinados. Pocas veces en su trayectoria se había visto rodar así al asturiano en domingo. El famoso mal día en la oficina.

Webber: "Por cierto, que me voy de Red Bull"

Para quienes quieran seguir pensando que Red Bull y Vettel ganaron el título solo por el cambio de gomas de Pirelli, el alemán arañaba en Canadá su tercera carrera y contaba ya con 36 punto de ventaja sobre Alonso. Pero en Silverstone se desataron los elementos en contra de Pirelli, con Hamilton, Massa, Vergne reventando sus neumáticos y Alonso comiéndose el de Pérez, en un festival que puso a Pirelli en la picota como nunca. Entonces se produjo el único abandono por avería mecánica de Vettel en 2013. Al bajarse del coche, los aficionados británicos abrieron la espita de los abucheos como aperitivo para los de carreras posteriores. Antes de la prueba, Webber demostró lo poco que consideraba a Horner y Red Bull al anunciar su despedida de la Fórmula 1 sin avisarle siquiera. El australiano sólo hablaba con Mateschitz, en un perfecto 'puenteo' muy comprensible dados los antecedentes con el equipo.

"Al principio de temporada Felipe yo estábamos en entrenamientos entre los cuatro primeros, ahora estamos a más de medio segundo". En Silverstone, Ferrari y Alonso descubrieron amargamente que la temporada se iba de las manos con una 'importante' evolución del F138 que terminó, una vez más, en el trailer de Ferrari. Por su parte, la victoria de Rosberg y la evolución de Mercedes suponía para muchos la confirmación de las sospechas: los entrenamientos privados en Montmeló, el famoso 'Pirelligate', no resultó tan inocuo e inocente como se proclamaba por Brawn y compañía. Demostrado: entrenar con los pilotos oficiales de esta temporada, con cascos camuflados, el coche de la temporada y las gomas de esta temporada, sirve para algo. Qué sorpresa.

Pirelli tuvo que ceder al cambio de especificaciones de su producto. No sin antes dar un repaso y rapapolvo a los equipos: a partir de entonces, nada de superar la presión máxima establecida, los grados de inclinación vertical de las ruedas, y el cambio al lado opuesto del previsto en su construcción. A partir de Silverstone, la temporada tomaba otro rumbo.

Las amenazas de huelga terminaron con un hombre en el hospital

Los pilotos amenazaron con no correr en Alemania de no resolverse los problemas con Pirelli, lo que soliviantó a algunos team managers. No llegó la sangre al río y Vettel logró la primera victoria en su país. En otra jugada, Webber recibía confirmación de su destino en Red Bull al perder una rueda en su primera parada en boxes que terminó contra Paul Allen, cámara de la FOM, que acabó su jornada laboral en el hospital con fracturas de costillas y clavícula.

Poe entonces, Alonso comenzaba a desesperarse. En Hungría, su manager Luis García Abad se deja ver con Horner. Se desatan todas las alarmas: ¿quiere irse el español de Ferrari ante el desolador panorama y otro (el cuarto) título perdido? A Montezemolo le ‘escuece’ y considera que Alonso se ha "pasado la raya"... Redobles, llega el famoso 'TIRÓN DE OREJAS' y, a pesar de que Alonso acusa a la prensa de inventarse las tensiones, el matrimonio entre ambos parece vivir sus peores momentos. Hamilton, en plena montaña rusa de rendimiento con Mercedes, lograba su primera y única victoria de la temporada. Y se acordó de los 'gurús' que le aconsejaron no abandonar McLaren. Pero esta temporada no se ha sentido el piloto invencible capaz de dominar cualquier máquina.

placeholder Fernando Alonso, antes y después de su tirón de orejas.

A partir de Hungría llegó la respuesta de Pirelli: se mantenían los compuestos de 2013, pero con las carcasas de 2012. Un sí pero no. En Spa, Vettel arrasa. En la primera vuelta dispara a Hamilton como un pato sentado, y le sacó 1,4 de ventaja en los dos giros iniciales. El campeonato se había terminado en la pista. Sólo era cuestión de tiempo confirmarlo en el casillero de puntos. En Spa, mezclados con la protesta de Greenpeace en el podio, los abucheos a Vettel siguieron de moda. Al alemán le tocó la fibra. En Monza, tras otra paliza a los rivales, los tifosi fueron más crueles (Vettel pudo haber batido también el récord de decibelios en este apartado). Luego Horner dque Alonso lanzó su gorra con maldad a los aficionados para provocarlo cuando el alemán comenzaba a hablar desde el podio. A quién se le ocurre.

Los helados volverán al motorhome de Ferrari

En Monza llegó Raikkonen el retorno a la Scudería en el bolsillo. Hulkenberg había saboreado en Hungaroring un posible fichaje por Ferrari, pero cuando Red Bull desestimó al finlandés, Ferrari estuvo al quite por razones diferentes según versiones: para tener la mejor pareja posible en parrilla, para contar con un líder caso de que el español abandonaba Ferrari, para llevar una colección de helados a cada circuito... Misterios de Maranello. Pocos días después del gran premio italiano Raikkonen era confirmado y Massa se despedía con tales muestra de cariño que cabía preguntarse por qué le dejaban marchar.

"En un momento dado pensé que había encontrado un atajo en la pista, tal era su ritmo". Incluso Horner quedaba sorprendido ante la paliza de Vettel al personal en Singapur, absolutamente insólita. Fue como disparar a gorriones. Era la pauta de las últimas carreras, pero esta vez con cruel alevosía. Y si alguien tenía dudas de Hulkenberg, el alemán confirmaba su intenso talento con su cuarto puesto en Corea, por delante de Alonso. A día de hoy parece que volverá a Force India, un auténtico despilfarro para un piloto de su calibre. Mientras tanto, la Fórmula 1 se despertaba un 11 de octubre con la tristeza de que María de Villota no pudo sobrevivir a las secuelas de su accidente en el afán por llegar a la Fórmula 1. Luto en la sociedad española, en el automovilismo internacional y en la constancia del ser humano.

El caso Raikkonen

Deportivamente, el campeonato estaba acabado en verano. Quedaba todavía algún culebrón en el aire para alegrar los titulares de la prensa rosa. Como el que protagonizó Raikkonen, cuyo adiós se justificó por sus deudas con Lotus y las escasas garantías de futuro (Carmele y Mariñas se frotarían las manos). Por el camino dejaban a Lotus con las verguenzas económicas al aire. Para la siguiente carrera se hizo el remolón antes de viajar a Abu Dabi. Lo hizo a regañadientes y con intensos 'masajes de ego'. Pero tras visitar Maranello, dijo adiós a la temporada con la marca de la casa, haciendo un ‘roto’ a Lotus cuando el equipo británico tenía el tercer puesto a tiro de piedra. Estalló la bomba. Heikki Kovalainen, finlandés también, no lo fue como sustituto de su compatriota.

Vettel remató la faena en Abu Dabi, y recuperó los ‘donuts’ para la Fórmula 1 previo pago de un suculenta multa por parte del equipo a la FIA. Volvió a hacerlo en las tres carreras siguientes, pasado de la Federación, que miró para otro lado, y batiendo el récord de 'donuts' ininterrumpidos a lo largo de una temporada. Simplemente sensacional. En 2013 demostró su alma rebelde. No fue su única proeza, también alcanzó otros logros en Brasil: con su noventa victoria consecutiva igualaba a Alberto Ascari y con las trece en una sola temporada también, a su ídolo de la infancia, Michael Schumacher.La pregunta que hoy tiene en vilo al aficionado es: ¿ampliará este registro en Australia 2014?

Por último, el sábado en Interlagos, tras la vuelta definitiva de Alonso en el Q3, se escuchó la voz del asturiano con un mensaje inusual: "Lo siento chicos", se disculpaba tras al cometer un "error" en el segundo sector que hipotecó la primera fila. Andrea Stella le contestó: "No creo que nunca, nunca, nos tengas que pedir perdón". Ayer, era Montezemolo quien hablaba de "regalarle un coche más rápido que el de otros". Mas le vale al ´presi´ tomárselo al pie de la letra, que Alonso le coja la palabra, y aproveche. De una vez por todas.

PD: En El Confidencial, siguiendo la línea del artículo, hemos querido rescatar uno de los momentos claves de la temporada: cómo Mark Webber abandonó la Fórmula 1. Se quitó el casco demasiado pronto...

"Lograba los tiempos de vuelta rápida al final de carrera con gomas que habían durado más de lo que nosotros hubiéramos soñado. Es irónico, el pasado año tuvimos problemas en entrenamientos, pero lo hicimos muy bien en carrera, y ahora es completamente al contrario". Christian Horner reaccionaba con sorpresa ante la victoria de Kimi Raikkonen en Australia, la única que lograría Lotus en toda la temporada. Gran contraste el de sus dudas con el RB9 y los nuevos Pirelli en carrera, y los nueve triunfos de Vettel a final de año, qué "ironía". Pirelli empezaba a sentirse en medio del fuego cruzado que iba a desencadenarse en el 'saloon' de la Fórmula 1 en 2013.

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