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Red Bull tuvo que parar los pies a Vettel recordándole a Ayrton Senna
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EL ALEMÁN MUESTRA UNA AMBICIÓN DEPORTIVA DEPREDADORA SEGÚN HORNER

Red Bull tuvo que parar los pies a Vettel recordándole a Ayrton Senna

“Continúa impresionando, y continúa mejorando. Lo que impresiona de él es el enorme deseo que tiene para continuar así, quiere conseguir tanto como pueda”. Christian Horner resaltaba de

Foto: Red Bull tuvo que parar los pies a Vettel recordándole a Ayrton Senna
Red Bull tuvo que parar los pies a Vettel recordándole a Ayrton Senna

“Continúa impresionando, y continúa mejorando. Lo que impresiona de él es el enorme deseo que tiene para continuar así, quiere conseguir tanto como pueda”. Christian Horner resaltaba de nuevo ese rasgo que define a Sebastian Vettel, y que tan patente volvió a dejar en el gran premio de Montreal. Porque el alemán, que acaba de renovar contrato hasta 2015, es consciente de que está en sus manos hacer historia en la Fórmula 1.

“¿Cómo estás?”. “Enorme…”, contestaba habitualmente una figura de los medios de comunicación españoles cuando le preguntaban. Así parece sentirse Vettel si escuchamos a Horner. La anécdota de Montreal vuelve a ilustrar su espíritu y ambición. No contento con su dominio en carrera, Vettel quiso una vez más cerrar la carrera machacando con la vuelta rápida, sin importar la prohibición que el equipo le impone al respecto. Como se lo esperaba, Horner pidió al ingeniero Guillaume Roquelin que atara en corto a su piloto. “Senna, Mónaco, 1988”, le soltó por radio 'Rocky' cuando Vettel marcó en púrpura su primer sector. Quería recordarle cómo el brasileño perdió la victoria por un error de concentración tras un fin de semana aplastante. “Era una broma…”, contestó el piloto a la vez que levantaba el pie. “Algunas cosas no nos sorprenden, como el tema de la vuelta rápida”, reconocía Horner, “y por supuesto iba a por ella”.

Fresco como una lechuga 

La ambición de Vettel es depredadora, ya que es consciente de su talento y dedicación. Es el mejor producto de un duro proceso de selección natural por Red Bull, pero también ha llegado a la Fórmula 1 subido en la ola buena del ciclo dominador del equipo austríaco. Su todavía corta carrera en la Fórmula 1 está cuajada de éxitos, y con la frescura de su menor desgaste en comparación a sus rivales. Vettel tiene 25 años y acumula ya 29 victorias, 39 poles y tres títulos desde 2008 en 108 carreras. Nadie a su edad ha logrado semejante palmarés. Alonso, por ejemplo, cuenta con 31 años, 32 victorias, 22 poles y dos campeonatos con casi el doble de carreras que el alemán (205). Alonso lleva desde 2001 compartiendo altos y bajos de competitividad en sus diferentes equipos. Vettel, desde 2008. Para semejante palmarés, el alemán debe estar fresco como una lechuga.

El Gran Premio de Canadá le deparó un RB9 cuyo rendimiento haría saltar las lágrimas de cualquier piloto. “Fue un auténtico placer ver que tienes más velocidad que los demás”, reconocía a final de la prueba. Y lo exprimió a conciencia. Sus primeras vueltas fueron tan infernales como necesarias estratégicamente. "Sentí que tenía mucho ritmo al comienzo, y era difícil predecir qué podría ocurrir después al cambiar compuestos. También en lo referido a cuánto podíamos hacer con cada juego, no estábamos seguros si iba a ser una parada o dos…". De ahí también su afeitado al muro. Pero el resto de la prueba…

Sin prisioneros

Con casi veinte segundos de ventaja, salió a la luz ese Vettel ambicioso que no quiere prisioneros. Antes de cada parada en boxes, confirmaba que tenía ritmo de sobra con sus cronos selectivos, a pesar de llevar gomas usadas. Si Alonso o cualquiera de los rivales marcaban una vuelta rápida, contestaba a continuación. Y a pesar de semejante margen, se salió en la primera curva de la vuelta 52. “Iba demasiado rápido -quizás fui demasiado avaricioso-, perdí el coche y seguí recto…”, reconocía el piloto alemán tras la carrera. “Gracias a Dios no había un muro”. Demasiado avaricioso dice...

Vettel era un piloto encendido en Montreal: “El coche era fantástico, y disfruté cada kilómetro de la carrera”, declaraba después. También fue un aviso para los rivales. Porque desde Red Bull se han quejado este temporada de que la degradación de los Pirelli merma la superioridad aerodinámica del RB9. Como si a Usain Bolt le pusieran hacia dentro los clavos de las zapatillas. Una vez en su posición normal, el atleta muestra su verdadero potencial. En Montreal, la degradación de los Pirelli no representó tanto problema como en otras carreras, y el monoplaza austriaco se encontró a sus anchas ante un trazado muy propicio para su chasis. Se despertó entonces esa bestia que sería el RB9, según Adrian Newey, de no ser por los actuales Pirelli. ¿Razón? Dietrich Mateschitz en Montmeló...

“En cuanto a degradación, hemos sido average, lo que no siempre ha sido el caso (esta temporada), así que hemos aprendido algo más para los próximos días. Pero Silverstone es distinto, la pista es totalmente diferente, el asfalto es diferente y los neumáticos que usaremos también, así que nada puede compararse con lo de aquí”, explicaba Vettel tras su victoria en Canadá. Veremos si el RB9 mantiene el listón tan alto. Vettel, desde luego, sí lo tiene consigo mismo.

“Continúa impresionando, y continúa mejorando. Lo que impresiona de él es el enorme deseo que tiene para continuar así, quiere conseguir tanto como pueda”. Christian Horner resaltaba de nuevo ese rasgo que define a Sebastian Vettel, y que tan patente volvió a dejar en el gran premio de Montreal. Porque el alemán, que acaba de renovar contrato hasta 2015, es consciente de que está en sus manos hacer historia en la Fórmula 1.