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Por qué los mejores lo 'llevan crudo' en la Fórmula 1 actual
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EL TALENTO NATURAL, CADA VEZ MÁS CONDICIONADO POR LA ESTRATEGIA DE NEUMÁTICOS, KERS Y DRS

Por qué los mejores lo 'llevan crudo' en la Fórmula 1 actual

¿Qué ha llevado a todo un heptacampeón como Michael Schumacher a quejarse de forma tan abierta sobre la Fórmula 1 actual? Tras el Gran Premio de Bahrein, el piloto

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Por qué los mejores lo 'llevan crudo' en la Fórmula 1 actual

¿Qué ha llevado a todo un heptacampeón como Michael Schumacher a quejarse de forma tan abierta sobre la Fórmula 1 actual? Tras el Gran Premio de Bahrein, el piloto alemán arremetía contra el hecho de que “todo el mundo tiene que pilotar por debajo de su nivel y, en particular, por debajo del límite del coche para conservar sus neumáticos”.

Sorprenden semejantes declaraciones tras cuatro carreras de una temporada que es considerada, hasta el momento, como la más abierta y competida de los últimos tiempos. Un campeonato en el que, además, Mercedes no solo aspira a pole y podio en cada gran premio sino que, por primera vez desde su regreso a la competicion activa, el piloto alemán ha comenzado batiendo a su compañero de equipo en las sesiones clasificatorias.

Son carreras de Fórmula 1, no de resistencia

Schumacher critica, en concreto, la artificialidad producida por la “obsolescencia programada’ de los neumaticos Pirelli. Sin embargo, podríamos hacerla extensiva a la implantación del DRS y KERS como parches reglamentarios para evitar acometer el problema de fondo de la Fórmula 1 actual: la excesiva dependencia aerodinámica de los monoplazas.

Conviene no olvidar la perspectiva histórica con la que Schumacher hace estas críticas, ya que debutó en la Fórmula 1 en 1991 y ha conocido muy distintas etapas. Pero también, por encontrarse cerca de su retiro, se permite hablar con mayor libertad que la mayoria de sus rivales, y sin miedo a posibles consecuencias por parte del ‘establishment’ de la Fórmula 1.

Esta disciplina se ha distinguido históricamente por ser el mayor exponente de las carreras de velocidad pura en circuitos (de ahí sus dos horas de duración maxima), donde se premiaba, fundamentalmente, la mejor combinación piloto-monoplaza en términos de máximas prestaciones. Factores como la estrategia en carrera (claves en otras disciplinas como la Resistencia), aunque presente desde la aparición de los repostajes, no ha tenido tanta importancia como en los últimos tiempos y, especialmente, desde la llegada de Pirelli el pasado año.

Los pilotos, con la brida puesta

Y es que la entrada en juego de los KERS, DRS y neumáticos de duración artificialmente limitada ha alterado el panorama como nunca. Por ejemplo, en este ultimo caso, una pequeña bajada de la temperatura ambiental cobra un protagonismo exagerado al sacar a muchos equipos del estrecho rango de utilización de los Pirelli. Todo lo anterior está reduciendo la diferencia entre los pilotos súper-clase y los demás. Los primeros, aun a pesar de estar capacitados para rodar a un ritmo mas rápido, se ven frenados a menudo por las salas de estrategia de los equipos y su capacidad de computacion y de simulación. Además, es normal que se sientan impotentes por no poder exprimir los límites de un monoplaza, por no poder defenderse del ataque de un piloto inferior equipado con DRS y KERS, o por unos neumáticos que se vienen abajo, como fue el caso de Raikkonen en China. De aquí la frustración de Schumacher.

Las antiguas carreras al sprint de la Fórmula 1 parecen haberse trasformado últimamente en mini-carreras de resistencia empaquetadas en algo menos de dos horas, donde resulta más importante que la velocidad pura el acierto en elegir el ritmo adecuado en cada fase de la carrera o el momento de las paradas en boxes. Un ritmo a menudo no determinado por los pilotos, quienes tienen poca capacidad de decisión en la pista y, por tanto, menor posibilidad para sacar a relucir su mayor talento.

Desde la distancia de Woking y Maranello

Toda esta dinámica actual es el precio a pagar por disfrutar de carreras competidas y adelantamientos -aunque a menudo sean en boxes- en la mayor parte de los casos artificiales. Pero, sobre todo, es una dinámica que está neutralizando la calidad del factor humano, convirtiéndo a los pilotos en ejecutores de estrategias  efinidas desde las frías salas de simulación en lugares tan distantes como Woking o Maranello. Porque es aquí donde se elaboran las diferentes simulaciones antes de y durante la carrera, y no en el muro de boxes.

A buen seguro que los añorados Ayrton Senna y Gilles Villeneuve, que tanto se recuerdan durante estos días, estarán por una vez de acuerdo con Michael Schumacher.

¿Qué ha llevado a todo un heptacampeón como Michael Schumacher a quejarse de forma tan abierta sobre la Fórmula 1 actual? Tras el Gran Premio de Bahrein, el piloto alemán arremetía contra el hecho de que “todo el mundo tiene que pilotar por debajo de su nivel y, en particular, por debajo del límite del coche para conservar sus neumáticos”.

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