El ataque de Mikel Landa en el Giro para ir a por el doblete del Movistar

El Movistar tiene muy cerca la victoria en el Giro con Richard Carapaz, que reforzó su liderato en la etapa del Mortirolo. Pero eso no sacia la ambición del equipo español, que además de la 'maglia rosa' tiene otro objetivo: que Mikel Landa entre en el podio. El ciclista vasco no lo tiene fácil, pues sus rivales son mejores en la contrarreloj y eso puede perjudicarle el último día en Verona, pero no va a dejar de intentarlo. Este miércoles atacó en la última subida y recortó 19 segundos a Primoz Roglic y Vincenzo Nibali, los dos ciclistas que le preceden en la clasificación general.

Tras varias etapas ejerciendo de escudero de Carapaz, la táctica del Movistar le dio algo de libertad a Landa, que atacó a unos tres kilómetros para el final. Se fue con él Hugh Carthy, que poco después se quedó descolgado. Por detrás, ni Nibali ni Roglic se movieron. Tampoco lo hizo al principio Carapaz, que se quedó a rueda de los dos. Pero poco después arrancó a rueda de Miguel Ángel López y dejó atrás al grupo, donde Nibali tuvo problemas para seguir la rueda de su compañero Domenico Pozzovivo.

En meta, donde levantó los brazos el francés Nans Peters, Landa aventajó en 12 segundos a Carapaz y López y en 19 a Nibali y Roglic. El ecuatoriano del Movistar amplía su ventaja en la general, donde ahora aventaja a Nibali en 1'54'' y a Roglic en 2'16''. Cuarto sigue Landa, a 3'03''. En las últimas tres etapas, el español ha recortado casi dos minutos al esloveno, que empezó el Giro como el más fuerte y se ha ido desinflando.

Carapaz y Landa está demostrando ser los dos ciclistas más fuertes, lo que unido a la buena táctica que está desplegando el Movistar les está permitiendo dominar la carrera. El primero es el gran favorito para vestirse de rosa el domingo en Verona y el segundo está en una línea ascendente que puede permitirle entrar en el podio. Para ello no solo tiene que superar a Nibali y Roglic de aquí al sábado, sino que necesita abrir un hueco con ellos para mantener la posición en la contrarreloj final.

Aún queda terreno. Este jueves se disputa una larga etapa de 222 km, antesala de las dos últimas jornadas de montaña. El viernes, la etapa termina en San Martino di Castrozza, una subida de 13,6 km y el 5,6 % de pendiente media. El sábado, la traca final: casi 200 km con cinco puertos.