Es noticia
Alejandro Valverde, el último héroe de la Vuelta que no piensa en la retirada
  1. Deportes
  2. Ciclismo
sigue muy cerca del líder de la general

Alejandro Valverde, el último héroe de la Vuelta que no piensa en la retirada

El corredor del Movistar, de 38 años, está en su "segunda o tercera adolescencia", según Eusebio Unzué. Tiene opciones de ganar el Mundial, pero disputará a tope la prueba española

Foto: Alejandro Valverde, en el podio de Caminito del Rey. (Foto: Toñi Guerrero).
Alejandro Valverde, en el podio de Caminito del Rey. (Foto: Toñi Guerrero).

Alfaguara estaba señalado en rojo, como el maillot. Esa era su etapa, la que había diseñado con mimo. La primera cima en la que podía explotar sus virtudes: escalador explosivo, de buen sprint en la montaña. Alejandro Valverde sabía que allí podía empezar a perfilar el epílogo de su carrera profesional con apenas unos capítulos escritos del prólogo de esta Vuelta a España. En la cuarta etapa no ha podido ganar, pero sigue a pocos segundos del líder, Michal Kwiatkowski.

Antes de la etapa de Caminito del Rey, la segunda de las cuatro en la provincia de Málaga, dijo que prefería reservarse para Alfaguara y el Puerto de Alfacar, pero se sintió bien y allá fue: a ganar. Lo hizo y ahora todo indica que disputará el liderazgo de la Vuelta. El Mundial, cuyo recorrido parece diseñado para él, para que triunfe a sus 38 años, aún puede esperar.

TE PUEDE INTERESAR
La emoción de vivir una contrarreloj de la Vuelta en el coche del director de un equipo
Agustín Rivera. Málaga Fotos: Toñi Guerrero

¿Cuál es la pócima Valverde, el ciclista de las 120 victorias? ¿Cómo puede un ciclista de su edad mantenerse tan en forma y seguir con ilusión? En el ático del hotel El Higuerón de Benalmádena, cuartel general del Movistar en las etapas de Málaga, hay una explicación. No toda, claro. Allí está, charlando con miembros de su equipo, Eusebio Unzué, mánager del Movistar.

“Donde está más feliz”

Unzúe tiene una cena con unos amigos en Marbella (donde posee su segunda residencia) en apenas media hora, pero atiende a El Confidencial unos minutos. “Aquí es donde Alejandro se siente más feliz, donde recibe el cariño por todas las partes. Y la Vuelta está encantada con el nivel de satisfacción que genera donde llega”.

Valverde es ciclista profesional desde 2002 y ya ganó en 2006 su primera clásica (Flecha Valona) y quedó segundo en la Vuelta, que ganó en 2009. “Siempre ha sido muy bueno. Está en su segunda o tercera adolescencia”, proclama Unzué. El deportista respeta los horarios, cuida la alimentación y hasta el más mínimo detalle. “Su gran clase le ayuda a frenar su decadencia, pelea muchos días al año y gana a los mejores”,

placeholder Alejandro Valverde, el pasado domingo (Toñi Guerrero).
Alejandro Valverde, el pasado domingo (Toñi Guerrero).

Su contrato acaba en 2019 (está en el Movistar, heredero del mítico Reynolds, desde 2010) y la retirada aun no se vislumbra. Eso sí, el mánager admite: “Cada vez estamos más cerca”. La lógica deportiva corre en sentido contrario. “Ha demostrado otra vez que está como en la primera etapa de la temporada”. En el prólogo del Tour de Francia 2017 sufrió una caída gravísima en la contrarreloj (etapa lluviosa y suelo muy resbaladizo). Se fracturó la rodilla, se hizo numerosos cortes en la tibia y también el astrágalo del tobillo.

Por eso, muchos piensan que su físico no aguantará una prueba tan exigente de tres semanas. Movistar no tiene dudas de que lo mejor de Alejandro está por venir, que él ya ha cumplido ganando la etapa del Caminito del Rey. Ha logrado los objetivos del 80 % de lo que se había propuesta para la Vuelta. “Hoy he ganado y lo mismo no gano más”, dijo este corredor de 1,76 metros y 61 kilos.

placeholder Detalles de los manos y brazos de Alejandro Valverde (Toñi Guerrero).
Detalles de los manos y brazos de Alejandro Valverde (Toñi Guerrero).

Pablo, el hijo de Valverde, un niño rubio de ocho años, le acompañó en el podio del domingo. Llevaba dos plátanos en la mano y estaba a punto de subir a la habitación del hotel El Higuerón, con su madre, justo cuando el campeón estaba con la sesión de masaje. “¿Has visto la carrera?”. "Sí, mi padre ha ganado". La cantera del campeón asegura un futuro.

Alfaguara estaba señalado en rojo, como el maillot. Esa era su etapa, la que había diseñado con mimo. La primera cima en la que podía explotar sus virtudes: escalador explosivo, de buen sprint en la montaña. Alejandro Valverde sabía que allí podía empezar a perfilar el epílogo de su carrera profesional con apenas unos capítulos escritos del prólogo de esta Vuelta a España. En la cuarta etapa no ha podido ganar, pero sigue a pocos segundos del líder, Michal Kwiatkowski.

Alejandro Valverde
El redactor recomienda