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Chris Froome: "Alguien me tiró un vaso de orina a la cara y me gritó dopado"
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SIGUEN LAS DUDAS SOBRE EL LÍDER DEL TOUR

Chris Froome: "Alguien me tiró un vaso de orina a la cara y me gritó dopado"

Probablemente el liderato nunca le ha pesado tanto. Su exhibición en la primera etapa de montaña del Tour dinamitó la prueba y sembró las dudas. Francia y los aficioandos al ciclismo no se fían de Froome

Foto: Chris Froome (Efe).
Chris Froome (Efe).

Chris Froome es el dueño del maillot amarillo cuando el Tour de Francia ya ha tachado catorce etapas en su particular calendario. Probablemente el liderato nunca le ha pesado tanto al británico. Su tremenda exhibición en la primera etapa de montaña de la 'Grande Boucle' dinamitó la competición: atacó a falta de seis kilómetros de la meta en La Pierre Saint-Martin y ninguno de los favoritos pudo seguir su ritmo. Al mismo tiempo que el Tour saltaba en pedazos, llegaban las dudas. Las declaraciones de Lance Armstrong no ayudaban y mientras Froome aseguraba que no le importaba hacerse pruebas para espantar las sospechas de dopaje, Francia arremetía contra él. El último episodio ha llegado este sábado cuando un aficionado atacó al líder del Tour.

En declaraciones recogidas por la BBC, el ciclista británico declaraba que alguien le había lanzado “un vaso de orina en la cara y me gritó dopado, algo que es totalmente erróneo a todos los niveles. Me ha decepcionado mucho, esto no habla el nombre de este deporte”. A pesar de este incidente, Chris Froome ha decidido pasar página lo antes posible recordando que “el Tour de Francia es para lo que he trabajado todo el año y nada me va a quitar este objetivo de la cabeza”. El maillot de líder no es lo único que le toca defender estos días en el país galo, también su limpieza. Por ello, esta semana aseguró que estaría dispuesto a pasar una serie de pruebas fisiológicas que despejaran cualquier tipo de sombra.

“Ahora estoy concentrado en la carrera, pero tras el Tour estoy abierto a someterme a pruebas fisiológicas que creo que pueden venirme bien. No tengo pensado hacerlas públicas. Sería interesante que un experto independiente pudiera analizarlos”. Lo cierto es que la polémica se desató a través de las redes sociales, plataforma empleada para filtrar sus datos fisiológicos en la subida al Mont Ventoux de 2013. Según algunos expertos, Froome generó una potencia imposible sin la ayuda de productos dopantes y esto ha avivado las sospechas que le rodean: “No he visto esos datos. Es algo que hacen los entrenadores, yo estoy concentrado en mis rivales y en mis compañeros. No tengo tiempo para estadísticas, no estoy obsesionado con los números”.

Días antes, tras la exhibición de Froome, Lance Armstrong entró en escena sembrando dudas sobre el triunfo del líder. En una serie de tuits, el exciclista comentó: “Claramente, Froome/Porte/Sky han sido muy fuertes. ¿Demasiado fuertes para estar limpios? No me pregunten a mí, no tengo pruebas”. Cuando las críticas se multiplicaron, Armstrong dio marcha atrás: “No estoy acusando a nadie, todo lo contrario. No estoy interesado en ello y de hecho no tengo credibilidad para hacer algo así”. La respuesta de Froome no tardó en llegar: “He hecho todo lo que he podido para ser el portavoz de un ciclismo limpio. No sé qué más puedo hacer, no resulta sencillo ser preguntado siempre por lo mismo. No tengo nada que ocultar. Puedo decir que estoy orgulloso de haber llegado a este nivel de forma limpia”.

A pesar de estas declaraciones, Francia sospecha de Chris Froome. El diario galo Libération planteó la duda en su portada del jueves pasado con su titular (“El peligro amarillo”) y su destacado en el que declaran que existen “sospechas de dopaje” en el equipo Sky: “Vuelve al centro de los debates después de la increíble demostración de Chris Froome y sus compañeros de equipo Sky el martes en la cuesta de La Pierre-Saint-Martin”. Señalan que es extraño que tres corredores de Sky, Froome, Roche y Thomas, se mostraran tan superiores ante rivales de tanta entidad como Contador, Nibali, Quintana y Valverde.

Chris Froome es el dueño del maillot amarillo cuando el Tour de Francia ya ha tachado catorce etapas en su particular calendario. Probablemente el liderato nunca le ha pesado tanto al británico. Su tremenda exhibición en la primera etapa de montaña de la 'Grande Boucle' dinamitó la competición: atacó a falta de seis kilómetros de la meta en La Pierre Saint-Martin y ninguno de los favoritos pudo seguir su ritmo. Al mismo tiempo que el Tour saltaba en pedazos, llegaban las dudas. Las declaraciones de Lance Armstrong no ayudaban y mientras Froome aseguraba que no le importaba hacerse pruebas para espantar las sospechas de dopaje, Francia arremetía contra él. El último episodio ha llegado este sábado cuando un aficionado atacó al líder del Tour.

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