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Lagos de Covadonga, la cima de leyenda que descubrió la TV y encumbró a Lejarreta
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LA VUELTA LLEGA A UNO DE SUS SANTUARIOS

Lagos de Covadonga, la cima de leyenda que descubrió la TV y encumbró a Lejarreta

El puerto asturiano, Lagos de Covadonga, se ha convertido en un santuario para la Vuelta y hoy en sus rampas se espera una nueva batalla de épica y drama

Foto: Mario Lejarreta, en una imagen de archivo (CordonPress).
Mario Lejarreta, en una imagen de archivo (CordonPress).

El alto de la Camperona, subida inédita en la ronda española hasta ayer, brindó imágenes para el recuerdo con la agonía de los ciclistas llevada al límite en rampas de hasta el 28 % de desnivel y un bonito duelo entre los grandes nombres de esta Vuelta. Instantáneas que pasarán a la historia como hace 31 años lo hizo la legendaria subida a los Lagos de Covadonga. El puerto asturiano se ha convertido en todo un santuario para la Vuelta a España y hoy en sus rampas se espera una nueva batalla de épica y drama.

En los Lagos, al ganador de la etapa las azafatas del podio le dan el ramo de flores y los besos de rigor como cada día, pero también el llamado carnet de ciclista. Esa licencia ficticia que se logra en lugares míticos como la montaña asturiana. Una subida que la Vuelta descubrió en 1983 para lanzar al estrellato a los Lagos y al ganador de ese día: Marino Lejarreta. "Era el primer año que hubo televisión en la Vuelta y eso provocó un impacto enorme", recuerda el exciclista vizcaíno en el Diario Vasco. Esa victoria le granjeó tanta fama como su hazaña de completar las tres grandes vueltas durante tres temporadas consecutivas. "A veces se me recuerda más la victoria en los Lagos que cualquier otro momento de mi carrera", señala. "Recuerdo cada metro de esa subida porque allá donde voy siempre hay alguien que me habla de ella. Nadie conocía la subida, pero mi hermano Ismael fue a verla antes de que subiera la Vuelta. Me habló de una zona muy dura que llamaban la Huesera -la parte donde las rampas se endurecen con ahínco alcanzando en dos kilómetros una media superior al 10%- y que allí era donde había que atacar".

Esa jornada pasó a los anales de la Vuelta y del ciclismo y desde entonces la leyenda de los Lagos de Covadonga no ha hecho más que crecer. En el 83 Lejarreta pudo con el mismísimo Bernard Hinault y desde entonces ganar en su cima se convirtió en una hazaña. Por eso, todos los grandes nombres del pelotón apuntaban la subida asturiana entre sus objetivos de la temporada. Pedro Delgado en dos ocasiones (1985 y 1992), Robert Millar, Lucho Herrera, Álvaro Pino... cruzaron esa meta como ganadores. Imponerse en la montaña asturiana era sinónimo de prestigio. Aumentaba el caché y el salario para la próxima temporada. Eran años en los que la épica de la Vuelta salía a relucir en los desangelados Pirineos, en la sierra madrileña y desde entonces los Lagos. No había la abundancia de retos montañosos como ahora. "Ahora hay más puertos de referencia, pero entonces el descubrimiento de los Lagos supuso un hito. Ganar allí conllevaba entrar en la historia de la Vuelta y del ciclismo", cuenta Pedro Delgado. "Ahora miramos sus porcentajes y no nos parecen tan espectaculares porque los desarrollos de ahora permiten subir con agilidad, pero en los años 80 costaba mucho", prosigue el segoviano.

En los últimos años, los trazados de las jornadas con final en el legendario alto han sido propicios para que los 'aventureros' también tuvieran su premio y quien se la jugó desde lejos acabó alzando los brazos, como hicieron el ruso Efimkin (2007), el local Carlos Barredo (2010) o el sevillano Antonio Piedra (2012), el último en inscribir su nombre en la meta de los Lagos.

La igualdad de este año en la lucha por la general y las bonificaciones en meta puede frustrar los intentos de fuga previos y quizás la cima asturiana -la subida en su totalidad son 12 kilómetros a una media de 7,2% de desnivel- recupere esas épicas batallas entre los grandes nombres del pelotón. Los Contador, Valverde, 'Purito' o Froome entre otros. Apellidos de leyenda para una cima legendaria.

El alto de la Camperona, subida inédita en la ronda española hasta ayer, brindó imágenes para el recuerdo con la agonía de los ciclistas llevada al límite en rampas de hasta el 28 % de desnivel y un bonito duelo entre los grandes nombres de esta Vuelta. Instantáneas que pasarán a la historia como hace 31 años lo hizo la legendaria subida a los Lagos de Covadonga. El puerto asturiano se ha convertido en todo un santuario para la Vuelta a España y hoy en sus rampas se espera una nueva batalla de épica y drama.

Pedro Delgado
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