UFC Vegas 41: Marvin Vettori tumba a Paulo Costa con una lluvia de golpes y su aguante

Marvin Vettori parece tener una resistencia a los golpes inhumana. Supo absorber un castigo increíble de Paulo Costa y contrarrestarlo con un volumen muy superior de golpes aterrizados -conectó mucho más aunque con menor poder- durante cuatro de los cinco asaltos disputados. Ganó merecidamente en la decisión de los jueces por un triple 48-46. En la puntuación hay que contar que Costa fue sancionado con un punto por herir con los dedos los ojos del italiano en la segunda ronda

Los dos ex contendientes por el título de peso medio de la UFC, que venían de perder el campeonato ante el actual rey de la división Israel Adesanya, lucharon en el peso semipesado,- Costa ha tenido que ceder el 20% de la bolsa por no dar el peso y tener que pelear en la categoría superior- por el derecho a seguir vivos en la persecución del título en el combate principal de UFC Vegas 41.

Ambos luchadores hacen su mejor trabajo avanzando para intimidar a sus oponentes. Vettori no teme recibir golpes y, en muchos sentidos, está a la altura de las circunstancias cuando se mete de lleno a los intercambios, aunque por mucha fuerza que parezca tener, nunca ha demostrado poder de noqueo. Por contra, el brasileño cuenta con uno de los físicos más poderosos de las artes marciales mixtas y tiene un poder atronador en sus dos manos. Si hubiese sido capaz de aterrizar incluso parcialmente limpio en Vettori, el combate podría haber terminado a su favor en segundos. Para Costa, el plan de juego era sencillo: permanecer de pie y golpear a Vettori con potentes disparos hasta destruirlo. Pero la resistencia a los golpes del italiano ha sido superlativa.

La mayor cadencia de golpeo de Vettori y su perenne empuje de ir hacia delante nunca puso en serios apuros a Costa, que aguanto el vendaval sin mostrar nunca indefensión, a pesar de que estas acciones determinaron las puntuaciones finales en las tarjetas. Es más, el brasileño es el que ejecutó los golpes con más poder aunque la resistencia pétrea de Vettori provocó que los asimilara como si fueran simples caricias. Únicamente una patada a la cabeza, -siempre con la derecha, tanto con los puños como las piernas, fueron sus mejores disparos- ocasionó ver tambalear por instantes al italiano aunque rápidamente se recuperó.

Vettori presionó continuamente, lanzando combinaciones de 'jabs' y derechas para preparar a veces un intento de 'clinch0 y en contadas ocasiones un derribo. Y es que, a despecho de su fortaleza reconocida en el 'grappling', solamente pudo llevar la pelea al suelo en el segundo asalto, y además Costa supo levantarse enseguida. En el quinto, su único asalto que perdió claro, también lo intentó apremiado por su inesperada inferioridad en los intercambios, pero no tuvo éxito. Costa no había competido en más de un año y nunca había pasado del tercer asalto. Por el contrario, Vettori ya había acumulado tres combates de cinco asaltos en los últimos 10 meses. Pero a Costa se le vio más activo que nunca en la última ronda pese a que desde la tercera se le notaba respirar con dificultad.

A pesar de su victoria, Vettori no parece albergar el potencial necesario para proclamarse campeón del peso medio de la UFC mientras Israel Adesanya y Robert Whittaker sigan dominando la división.

En el resto de la velada sucedieron las siguientes finalizaciones:

En la cartelera principal, Alex Cáceres sometió a Seung Woo Choi en el segundo asalto con un mataleón que empezó a implementar desde arriba en una pelea donde hasta el momento había sido netamente inferior.

Nicolae Negumereanu consiguió terminar su pleito contra Ike Villanueva en la primera ronda yendo hacia adelante y conectando varios golpes sólidos hasta dejar a su rival indefenso en el suelo.

En los preliminares, Gregory Rodrigues noqueó a Jun Yong Park en el segundo asalto.

Jai Herbert terminó a Khama Worthy en la primera ronda con una ráfaga de golpes continuados.

Y Jeff Molina finalizó a Daniel Lacerda en el segundo asalto después de postrarle en el suelo con una sólida derecha y rematarlo con golpes finalizadores sobre el piso.