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Fondos, familias y milmillonarios de Silicon Valley: quién manda en los equipos NBA
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Se han vendido cuatro franquicias

Fondos, familias y milmillonarios de Silicon Valley: quién manda en los equipos NBA

Los empresarios procedentes del sector tecnológico y de los fondos de inversión privada son mayoría entre los propietarios de franquicias

Foto: Foto: USA Today Sports, Gary A. Vázquez
Foto: USA Today Sports, Gary A. Vázquez

El deporte estadounidense siempre se ha caracterizado por dos aspectos: su modelo cerrado de competición y el carácter familiar del accionariado de sus franquicias. La propiedad de algunos equipos ha pasado de generación en generación, sean los Buss en los Lakers, los Holt en los Spurs o los Simon en los Pacers. Algunos de estos equipos son los que arrastran más rumores de venta en los últimos años, pues lo que antes era una inversión asumible por grandes fortunas, con el incremento de los costes y la revalorización del mercado, ya sólo es accesible para fortunas milmillonarias. Ello ha configurado una nueva hornada de propietarios en la NBA, que van desde grandes empresarios de Silicon Valley, hasta magnates de sectores inmobiliarios o financieros. Y, aunque con roles minoritarios, fondos de inversión de todo tipo.

El espectro de propietarios es muy amplio dentro de la liga norteamericana de baloncesto. En primer lugar, hay una tendencia clara en las últimas ventas. Se trata de grandes empresarios que buscan notoriedad a través del deporte. Steve Ballmer, ex director general de Microsoft, compró Los Ángeles Clippers en 2014. Un año antes el grupo liderado por Vivek Ranadive, consejero delegado de Tibco Software, compró los Sacramento Kings. Ambos abrieron la nueva oleada de propietarios vinculados a la tecnología y de milmillonarios en la liga.

Uno de ellos fue Joseph Tsai. El taiwanés compró los Brooklyn Nets al oligarca ruso Mikhail Prokhorov en 2019. Tsai es el cofundador del gigante del ecommerce Alibaba, y desde entonces ha adquirido otros equipos en distintas ligas americanas. Le siguieron Ryan Smith, fundador de Qualtrics, cuando en 2021 compró los Utah Jazz, y Marc Lore, ex consejero delegado de ecommerce de Wallmart, el gigante de la distribución de Estados Unidos. Lore compró los Minnesota Timberwolves a Glenn Taylor en el 2020. Ejemplificó el último reemplazo de los perfiles más políticos y veteranos por otros de mediana edad y vinculados a la tecnología.

Los cinco se sumaron a Ted Leonsis y Mark Cuban, quien compró los Dallas Mavericks a Ross Perot en el 2000. Cuban, a su vez, marcó una era dentro de la NBA con sus comportamientos excéntricos, imitados por otros propietarios en distintas grandes ligas. Con el tiempo, la moderación le convirtió en uno de los que junto a Ranadive y Ballmer encabezaban las comisiones de la liga para explorar nuevos negocios digitales. A finales de 2023, vendió su 57% de los Mavs a Miriam Adelson, viuda del magnate del juego Sheldon Adelson, famoso en España por su proyecto frustrado de Eurovegas.

Los empresarios del sector tecnológico rivalizan con los de los fondos de inversión

Mantener una franquicia en la NBA con la fortuna familiar es cada vez más complejo. Memphis Grizzlies es uno de los equipos en el disparadero, tanto por su economía como por su gestión deportiva. Otro de los más señalados son los New Orleans Pelicans, heredados por Gayle Benson, esposa del fallecido Tom Benson, propietario de una empresa de automóviles, otro sector más que ha quedado desplazado entre las grandes fortunas de la NBA.

La gran excepción aún es la familia Buss, dueña de los Lakers. El fallecimiento de Jerry Buss, su histórico dirigente, y el hecho de estar en Los Ángeles, abrieron una batalla total por el control de la franquicia retransmitida mediáticamente. Jerry Buss entregó el control a su hijo Jimmy, que llevó al equipo a sus peores resultados económicos y deportivos. Finalmente, años después de su muerte, fue su hija, Jeannie Buss, quien asumió el rol de presidenta tras ser vetada por su padre por su matrimonio con Phil Jackson, su histórico ex entrenador. También excepcional es el caso de los New York Knicks, donde James Dolan heredó el imperio no solo deportivo, sino mediático de Madison Square Entertainment.

Entre los supervivientes también está aún Herb Simon, el más veterano de toda la NBA, dueño de los Indiana Pacers desde 1983. Los rumores sobre la necesidad de financiación y una posible venta una vez se retire han empezado a emerger. Simon también procede del sector inmobiliario, como los Adelson, u otros empresarios como Tilman Fertitta, que compró los Houston Rockets en 2017. Gestionan imperios que van desde casinos a cadenas de hoteles, restaurantes, oficinas o agencias.

Los Buss y los Dolan son dos de las familias en la NBA

En los últimos tiempos también han irrumpido empresarios vinculados con los fondos de inversión. Gabe Plotkin y Rick Schnall han comprado los Charlotte Hornets este año a Michael Jordan. En el mismo sector estaba Marc Lasry, que vendió el 25% de los Milwaukee Bucks a Jimmy Haslam, propietario a su vez de los Cleveland Browns, quien hizo fortuna en el sector de las gasolineras y la distribución. Lasry y Wes Edens habían comprado los Bucks al histórico Herb Kohl, que fue senador del estado, una década antes. Edens, como Lasry, también trabaja en el sector financiero privado.

Otro de los grandes empresarios que procede de la inversión y el capital riesgo es Tony Ressler. Adquirió los Atlanta Hawks en 2015 y es cofundador de los fondos Apollo y Ares, dos de los más presentes en la NBA y el deporte en general en la actualidad. De hecho, fundó Apollo junto a Josh Harris, propietario de los Philadelphia Sixers desde 2011. Joe Lacob, dueño de los Golden State Warriors desde 2010, también fue socio ejecutivo del fondo Kleiner Perkins, especializado en biotech. Y otro más, Stephen Pagliuca, propietario de los Boston Celtics desde 2003, es presidente del fondo Bain Capital.

Dan Gilbert, que se hizo con los Cleveland Cavaliers en 2005, es fundador y consejero delegado del gigante de los préstamos rápidos Quicken Loans. Ahí juega también Mat Ishbia, que ha comprado los Phoenix Suns al vetado Robert Sarver. Las batallas judiciales entre Ihbia y Gilbert, ambos naturales de Detroit y con empresas rivales, son abiertamente conocidas.

Uno de los más veteranos aún en liza es el dueño de los Miami Heat, Micky Arison, heredero del gigante de los cruceros Carnivale. Arison se hizo con un equipo de expansión en 1995, lo fundó y no ha mostrado interés en vender. Es similar al caso de Richard DeVos, que compró los Orlando Magic en 1991, apenas dos años después de ser fundados. DeVos tiene una consultora de marketing y es de los pocos que mantiene importantes cargos políticos. Ahora hay otros dos equipos de expansión sobre la mesa, uno de los cuales trata de lograr Gerry Cardinale junto a LeBron James para llevarlo a Las Vegas.

*Artículo publicado originalmente en 2Playbook.com

El deporte estadounidense siempre se ha caracterizado por dos aspectos: su modelo cerrado de competición y el carácter familiar del accionariado de sus franquicias. La propiedad de algunos equipos ha pasado de generación en generación, sean los Buss en los Lakers, los Holt en los Spurs o los Simon en los Pacers. Algunos de estos equipos son los que arrastran más rumores de venta en los últimos años, pues lo que antes era una inversión asumible por grandes fortunas, con el incremento de los costes y la revalorización del mercado, ya sólo es accesible para fortunas milmillonarias. Ello ha configurado una nueva hornada de propietarios en la NBA, que van desde grandes empresarios de Silicon Valley, hasta magnates de sectores inmobiliarios o financieros. Y, aunque con roles minoritarios, fondos de inversión de todo tipo.

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