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Los Celtics, catorce años en el desierto y más motivados que nunca para un nuevo anillo
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Desde 2008 no ganan un campeonato

Los Celtics, catorce años en el desierto y más motivados que nunca para un nuevo anillo

El liderazgo y el nivel superlativo de Jayson Tatum en simbiosis con un equipo que carbura a la perfección hacen de la franquicia de Massachusetts uno de los favoritos al anillo

Foto: Boston Celtics en el partido definitivo ante Milwaukee Bucks. (Reuters)
Boston Celtics en el partido definitivo ante Milwaukee Bucks. (Reuters)

Boston Celtics quiere salir del largo periplo que lleva en el desierto. Desde 2008. Año en el que ganó su último anillo. Proyectos, transiciones, y muchos jugadores han intentado sacar de esa infernal travesía de sequía a los del TD Garden durante los últimos catorce años. Muchos estaban llamados a reencontrar a la histórica franquicia con un nuevo anillo. El último, Kyrie Irving. La historia no acabó bien. Sin embargo, ahora se vislumbra algo en el horizonte de ese desierto. La tierra prometida. Las finales por el campeonato 2022. Antes de ello, tendrán que superar a un equipo que vuelve a estar de moda: Miami Heat, con quien pierden 2 a 1. Sin embargo, las sensaciones, el juego, la motivación de los propios jugadores, la simbiosis con la afición… Hay un olor característico en el ambiente, que rebosa de ilusión, y hace pensar a muchos que sí, que este puede ser el año de un nuevo anillo.

La biblia de la NBA nos demuestra que para alcanzar la gloria siempre ha de haber un mesías detrás. Una figura, un líder, un guía. El último visto emerger fue Giannis Antetokounmpo, que llevó a su franquicia, los Milwaukee Bucks, a la consecución de un título histórico. El definitivo mesías para devolver la gloria a Celtics parece que será Jayson Tatum. Una conclusión que no solo se saca atendiendo a sus estadísticas durante la temporada, ni siquiera a su envergadura dentro del equipo, simplemente si nos fijamos en los hechos. Parece que estaba escrito y que los capítulos venideros hay una alta probabilidad de que sean favorables a los Celtics.

El camino del equipo de Boston no ha sido sencillo, aunque en algún momento lo haya podido parecer. En la primera ronda de play-offs se cruzaron con el mega-proyecto de Brooklyn Nets. Se antojaba una serie emocionante a más no poder, un enfrentamiento digno de una final de Conferencia. Sin embargo, los Celtics barrieron en un contundente 4-0 a los de Kevin Durant (y también los de Irving, una casuística muy satisfactoria para el aficionado 'celtic'). He ahí el primer hecho que fue un mensaje directo al resto de equipos de la NBA: este año 'Boston llega lanzado en play-offs a por el anillo'.

El indicativo más reciente del potencial de Boston Celtics es el pase a final de Conferencia contra los actuales campeones del 'imparable' Antetokounmpo. Un 'Game 7' en el que los de la franquicia de Massachusetts mostraron músculo ante su público. Sin nervios, solo fortaleza. Síntoma de equipo campeón. Involucrando a protagonistas inesperados como Grant Williams (27 puntos y 6 rebotes) o a Payton Pitchard desde el banquillo (14 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias).

Jayson Tatum, la historia en sus manos

Con cariño recordarán en los despachos y gradas de Boston el Draft 2017. Aquel año, los Celtics seleccionaron como número 3 del Draft a un chico llamado Jayson Tatum. Los Drafts puede cargarlos el diablo, nunca hay garantías de que una elección, por muy alta que sea, te vaya a dar el rendimiento esperado. Pese a todo, en este caso, aquel día se tomó la decisión correcta y los frutos podrían llegar esta temporada con un nuevo anillo y quién sabe si otra época dorada de los Celtics en varias finales.

placeholder Jayson Tatum, manejando el balón. (Reuters/Jan Mitchells)
Jayson Tatum, manejando el balón. (Reuters/Jan Mitchells)

Su crecimiento como jugador en la cancha y como hombre fuerte en el vestuario ha cubierto las mejores expectativas de cuando llegó a Boston. La mejor demostración de esto se vio un momento clave de la serie contra Milwaukee de los actuales play-offs. Con la serie a favor de los Bucks (3-2) y a un partido para que estos eliminasen a Celtics, disputado en Milwaukee, todo hacía indicar una noche festiva para los locales. Sin embargo, en un partido absolutamente superlativo, al alcance de muy pocos dada la situación, el jugador franquicia de Boston anotó 46 puntos, en 43 minutos que estuvo en cancha, consiguiendo la victoria.

Al diamante del proyecto del equipo de Massachusetts, con solo 24 años, aún le queda mucha carrera por delante, pero ya empieza a llamar a la puerta de los grandes históricos del equipo más laureado de la NBA (junto a Lakers, de momento). La proyección con él es muy alta, muchos lo equiparan a que puede llegar a ser una figura como la que fue Kobe Bryan. Un nuevo anillo para Celtics sería un primer paso. La leyenda aún tiene que hacerse, y que no será fácil, eso es seguro.

Un equipo al nivel de su estrella

Si algo está claro es que para que un equipo pase a la historia no puede ser la estrella, y otros cuantos. Miles de veces se ha visto en el mundo del deporte cómo un jugador emblema a su máximo nivel no es capaz de llegar a todo, y, por tanto, no se alcanza el éxito. Es lo que tienen los deportes de equipo. Por ello, es casi igual de importante un jugador referente en la plantilla, como unos jugadores alrededor a un alto nivel que lleven al equipo a la gloria. En el caso de Boston, equipo hay, y uno bastante bueno.

El tándem perfecto en cancha lo hacen Tatum y Jaylen Brown, un gran olvidado y una pieza vital para el equipo. Al igual que en el binomio entre Curry y Klay Thompson de la época dorada de Warriors, todos los titulares eran para el jugador franquicia, Curry. Lo mismo pasa con el Tatum-Brown. Jaylen es el escudero perfecto de Jayson Tatum, sin él, las posibilidades de poder conseguir un nuevo anillo en los Celtics serían mucho menores. Durante la temporada regular ha promediado 23,6 puntos por partido y 6,1 rebotes. Su nivel es más que elogiable y su carácter en pista y entre sus compañeros es un plus nada desdeñable. Tras ganar a los actuales campeones en el 'Game 7', Brown afirmó ante los medios: "Estamos suficientemente preparados para hacerlo (ganar lo que viene para conseguir el anillo). Solo tenemos que salir y hacerlo".

El resto de comandantes generales del equipo son Marcus Smart y Al Horford. Ambos jugadores están motivadísimos en estos play-offs y mostrando un nivel que bien podría ser uno de los mejores de ambas carreras. La lucha, la entrega y ese esfuerzo extra que hacen en momentos clave conforman un factor de suma importancia en el equipo, creando una solidez que es característica en el juego de los Celtics. Eso sí, deberán de dar la vuelta a la eliminatoria ante los Heat. Nadie dijo que fuera fácil.

Boston Celtics quiere salir del largo periplo que lleva en el desierto. Desde 2008. Año en el que ganó su último anillo. Proyectos, transiciones, y muchos jugadores han intentado sacar de esa infernal travesía de sequía a los del TD Garden durante los últimos catorce años. Muchos estaban llamados a reencontrar a la histórica franquicia con un nuevo anillo. El último, Kyrie Irving. La historia no acabó bien. Sin embargo, ahora se vislumbra algo en el horizonte de ese desierto. La tierra prometida. Las finales por el campeonato 2022. Antes de ello, tendrán que superar a un equipo que vuelve a estar de moda: Miami Heat, con quien pierden 2 a 1. Sin embargo, las sensaciones, el juego, la motivación de los propios jugadores, la simbiosis con la afición… Hay un olor característico en el ambiente, que rebosa de ilusión, y hace pensar a muchos que sí, que este puede ser el año de un nuevo anillo.

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