Del Magariños al Boston Garden: Juancho Hernangómez, frente a su gran oportunidad
El madrileño afronta su sexta temporada en la NBA después de un verano para el olvido, donde fue traspasado en dos ocasiones y no se le permitió disputar los Juegos Olímpicos
Hace no tanto, Juancho Hernangómez era premiado como el Mejor Jugador Joven 2015/16 de la ACB. Entrenadores, jugadores, aficionados y medios de comunicación le señalaron por unanimidad. En la votación, el segundo clasificado fue un tal Luka Doncic, quien empezaba a despuntar en el Real Madrid. Con cara aniñada para sus 20 años y unos brazos aún sin tatuar, aquel alero opositaba a futuro de la Selección junto a su hermano, Willy Hernangómez. La llamada de la NBA era inminente, para disgusto -y orgullo- del Estudiantes. Seis años después, Juancho puede presumir de haber disputado 257 partidos en la mejor liga del mundo. 200 de ellos desde el banquillo. 5,7 puntos y 3,5 rebotes en 16,4 minutos es el resumen de sus promedios. Después de un calamitoso verano para el menor de los Hernangómez, la nueva temporada se presenta como una gran oportunidad en su carrera, siendo el primer español de toda la historia en jugar con los Boston Celtics.
Sergio Valdeolmillos fue el último técnico que entrenó a Hernangómez en el Estudiantes, viviendo los meses previos al salto del jugador a la NBA. “Era un jugador muy joven, valoraba mucho la oportunidad. Se le notaba por momentos que tenía esa tensión, ese cierto nerviosismo por querer hacerlo bien. Hay que estar en la piel de estos jugadores, personas jóvenes a los que se les ofrece una gran oportunidad y que a veces eso es difícil de gestionar. Él lo intentaba, pero era evidente que tenía la NBA en la cabeza”, recuerda el entrenador en declaraciones para El Confidencial desde México, donde dirige a los Astros de Jalisco. No oculta que fue una etapa complicada al equipo, teniendo que afrontar a diario los rumores de la marcha de la estrella: “Una vez que pasó ese año valoraba mucho como Juancho, un jugador alegre y de carácter abierto, lo había llevado en el día a día. No era nada fácil, hay que tener equilibrio emocional”.
Juancho fue seleccionado en el puesto 15 de la primera ronda del sorteo del Draft 2016 por los Denver Nuggets. Se trata de la cuarta elección más alta de un español, solo superado por Pau Gasol (3), Ricky Rubio (5) y Fran Vázquez (10). Ahí pasó los primeros tres temporadas y media antes de poner rumbo a Minnesota para defender la camiseta de los Timberwolves. Un proyecto joven por el que firmó una renovación de su contrato a finales del 2020 para continuar tres temporadas en la franquicia.
En la fría y nevada Minnesota vivió su mejor etapa en la NBA, concretamente el último tramo de la temporada 2019/20, alcanzando el puesto de titular. Hastiado de cuatro cursos en los que su rol se basó en salir desde el banquillo, Juancho consiguió unos números más que interesantes. 12,9 puntos y 3,9 rebotes en 29,4 minutos por partido, con un 42% de acierto desde la línea de triple y un 55% en general. Hernangómez mostró sus cualidades: un 3-4 atlético, 2,06 metros de altura con movilidad y capacidad para anotar sin demandar balón en exceso y con buenos porcentajes. En la actual NBA, un complemento ideal para equipos que necesiten una ayuda ofensiva fuera de las dos primeras espadas.
"No se puede hablar de fracaso de Juancho en la NBA"
Pero todo quedó en un espejismo. La siguiente temporada regular supuso un varapalo para el jugador, lastrado en la espiral de malos resultados de los Wolves como también le sucedió a Ricky Rubio. “Lo más importante es que Juancho no se ha perdido en la NBA y que no se puede hablar de fracaso. Lleva varios años y ha tenido una continuidad, ha madurado en su juego. El aprendizaje es correcto”, reflexiona Valdeolmillos sobre el papel de su expupilo. ¿Cruzó el charco demasiado pronto? “Hay diferentes procesos, lo difícil es saber cuál es el proceso correcto. He oído a otros entrenadores decir que antes de dar el paso a la NBA es importante haber ganado todo en Europa, en una ACB competitiva, en la Euroliga… O si no ganar, al menos haber tenido una participación seria en estos equipos. La NBA es un modelo que no es absolutamente coherente, llegan jugadores hechos y otros sin hacer”.
El enfado por los Juegos Olímpicos y la espiral de traspasos
Juancho llegaba a la gira previa a los Juegos Olímpicos como uno de los nuevos símbolos de la selección española, preparado para asumir la titularidad en el alero. Su papel en el Mundial 2019 había sido determinante en la consecución del título y el relevo generacional se hacía necesario para ‘La Familia’. En uno de los amistosos frente a Francia, un mal golpe al intentar superar un bloqueo de Moustapha Fall dejó al jugador tocado del hombro. El dolor fue inmediato, algo no iba bien y se marchó directo al vestuario. En un principio las sensaciones eran nefastas (luxación acromioclavicular grado 4-5), Hernangómez se perdía la cita en Tokio por culpa de la lesión. El paso de los días demostró que las conclusiones habían sido precipitadas. Cada día se encontraba mejor y había opciones de una recuperación a tiempo. Minnesota, por su parte, se mostraba partidaria de facilitar la gran ilusión del jugador, disputar los Juegos.
La situación cambió a dos días del debut de la selección en Tokio, a donde Juancho se había desplazado tras tener el visto bueno de los Timberwolves. Las facilidades de la franquicia giraron a un contundente “no”. “No ha habido nada más que un cambio de opinión por su parte”, aseguró Jorge Garbajosa, en una dura comparecencia en la que señaló sin tapujos a Gersson Rosas, presidente de operaciones del equipo de Minnesota, como causante del conflicto. “Es bastante curioso u obedece a otros temas”, dejó caer el presidente de la Federación. El tiempo acabaría por darle la razón. El motivo para impedir que Hernangómez participase en la competición respondía a su interés por traspasarlo. Juancho estaba en el mercado y fueron los Grizzlies los que movieron ficha por él.
Ni siquiera iba a jugar un solo minuto en Memphis, donde habría coincidido con un compatriota como Santi Aldama, primer español en ser drafteado directamente desde la universidad norteamericana. Los Grizzlies querían a Hernangómez como moneda de cambio y le mandaron a Boston a cambio de Kris Dunn, Carsen Edwards y la posibilidad de intercambiar una futura ronda del Draft en 2026. Su incorporación a los Celtics debe entenderse como una oportunidad para relanzar su carrera. Ahí se encuentra un proyecto competitivo basado en Marcus Smart, Jaylen Brown y Jayson Tatum, tres jugadores que hacen utópica una titularidad a las primeras de cambio, pero que convierten el Boston Garden en un atractivo destino para cualquier Juancho. Ime Udoka será su nuevo entrenador. El asistente de Steve Nash en los Brooklyn Nets asume el cargo después de la restructuración en los despachos de los Celtics que terminó con Brad Stevens dejando el banquillo para hacerse cargo de la presidencia de operaciones en sustitución del histórico Danny Ainge, quien se retiró. "Estamos contentos porque con él hemos añadido tamaño y tiro. Además, su habilidad para cortar. Juancho es un tipo que hace mejores a sus compañeros, los potencia", declaró Stevens sobre el español en el Media Day del equipo.
“Habrá que esperar su rol en Boston, pero a Hernangómez le gusta tomar decisiones, no se esconde, va a aceptar su papel, pero va a dar la cara. Es un jugador valiente. Otra cosa es lo que espere la franquicia y el entrenador de él y de sus funciones. Va bien al rebote ofensivo, cada día es más sólido desde la línea de tres puntos, ha moldeado su cuerpo y presta más atención a las labores defensivas por su madurez... Puede aportar mucho”, comenta Valdeolmillos, antes de advertir que “ahora llega un momento clave para saber si de verdad se puede consagrar en la NBA”. Señalado por el propio Sergio Scariolo como una de las bases de la Selección del futuro, no hay mejor escenario posible para reivindicarse que el Boston Garden. "Estoy preparado para asumir cualquier rol que los Celtics decidan darme. Sabemos qué objetivo tenemos esta temporada. Hay que ganar partidos, competir, jugar para el compañero. Cuando juegas aquí y ves que Boston ganó tantos campeonatos quieres conseguirlo de nuevo", fueron las primeras palabras de Juancho con la camiseta verde. Todavía con el recuerdo del Magariños.
Hace no tanto, Juancho Hernangómez era premiado como el Mejor Jugador Joven 2015/16 de la ACB. Entrenadores, jugadores, aficionados y medios de comunicación le señalaron por unanimidad. En la votación, el segundo clasificado fue un tal Luka Doncic, quien empezaba a despuntar en el Real Madrid. Con cara aniñada para sus 20 años y unos brazos aún sin tatuar, aquel alero opositaba a futuro de la Selección junto a su hermano, Willy Hernangómez. La llamada de la NBA era inminente, para disgusto -y orgullo- del Estudiantes. Seis años después, Juancho puede presumir de haber disputado 257 partidos en la mejor liga del mundo. 200 de ellos desde el banquillo. 5,7 puntos y 3,5 rebotes en 16,4 minutos es el resumen de sus promedios. Después de un calamitoso verano para el menor de los Hernangómez, la nueva temporada se presenta como una gran oportunidad en su carrera, siendo el primer español de toda la historia en jugar con los Boston Celtics.