La NBA se apunta al negacionismo: hay 60 jugadores que se niegan a vacunarse

La NBA está patas arriba. El 19 de octubre comienza la competición y hay 60 jugadores, con Kyrie Irving a la cabeza, que no se han vacunado. La competición fue reanudada tras el inicio de la pandemia en la burbuja de Disney World: todos los jugadores fueron encerrados allí, donde se disputaron los play-offs. La coyuntura ha cambiado con la vacunación, pero no a mejor tras la negativa de algunos inyectarse las respectivas dosis.

Kyrie Irving, base de los Brooklyn Nets, lidera el grupo anti vacuna. No es la primera vez que destaca por algo negativo. La pasada temporada, se negó en repetidas ocasiones a atender a los medios tras los partidos. Un compromiso obligatorio por parte de los jugadores. Fue sancionado, pero aquello no le hizo cambiar de parecer. La NBA actuó de nuevo y le impuso una multa de 35.000 dólares.

El base de los Brooklyn Nets es el vicepresidente del comité ejecutivo del sindicato de los jugadores, que llegó a un acuerdo con la NBA a mediados de mes: no es obligatorio que los jugadores estén vacunados. Sin embargo, sí tendrán que hacerlo los entrenadores, árbitros y el resto de los empleados del equipo.

Su equipo apoya la vacunación

El director general de los Brooklyn Nets, Sean Marks, se pronunció sobre el asunto: “No puedo decir quién podría jugar hoy, pero faltarían un par de personas. Todos entendemos lo que está en juego. Son decisiones individuales que están fuera de nuestro control. Nosotros apoyamos la vacunación y la creación de un equipo saludable”.

El protocolo que deberán seguir los jugadores no vacunados aún no está definido porque debe acordarse con el sindicato. No obstante, la NBA contempla lo siguiente: tener que comer, volar y viajar en autobuses en diferentes secciones; tener las taquillas lejos de los compañeros vacunados.

Las leyes de algunos estados y sus protocolos sanitarios son las barreras para que los no vacunados puedan jugar, a pesar de la autorización de la NBA. San Francisco y Nueva York han regulado que sólo los mayores de 12 años que estén vacunados podrán jugar, aunque puede haber exenciones por motivos médicos o religiosos.

La petición de Wiggins, rechazada

Andrew Wiggins, jugador de los Golden State Warriors, es uno de los que ha pedido esa exención por motivos religiosos. Una petición que no ha sido aceptada, así que no podrá jugar los partidos como local de su equipo salvo que se vacune. “La NBA ha examinado y ha rechazado la petición de exención por motivos religiosos en cumplimiento de la orden del departamento de salud pública de San Francisco, que exige que las personas con 12 años o más sean vacunadas para participar en eventos masivos en interiores. De esta manera, Wiggins no podrá jugar los partidos que los Warriors jueguen como locales hasta que no cumpla esta condición”, explicó en un comunicado la NBA.

La negativa le puede salir cara a Wiggins, ya que se estima que puede perder 360.000 dólares por partido no jugado como local. El jugador de los Warriors declaró hace unos meses: “El que se quiera vacunar, que se vacune, el que no quiera, que no se vacune. Yo tomo mis propias decisiones. Ahora mismo he decidido no vacunarme y no me veo haciéndolo salvo que me vea obligado de alguna manera”.

Wiggins e Irving son los jugadores más celebres que no se han vacunado, aunque también es público que Jonathan Isaac, joven de los Orlando Magic, es reacio a la vacunación. Es muy religioso y está orgulloso de ser anti-vacunas. En los peores meses de la pandemia, empezó a seguir las ruedas de prensa de Donald Trump y a desconfiar del experto en epidemiología del Gobierno americano, Dr. Fauci. “Los que desarrollan las vacunas son personas y no puedes fiarte del todo de las personas”, concluyó.

Los jugadores anti-vacunas han encontrado oposición en otros que defienden la vacunación. Es el caso de Enes Kanter, de los Bolton Celtics: “La ciencia y la religión deben ir de la mano. Salvas la vida de la gente, ¿qué hay más importante que esto?”.

El que se ha expresado con más rotundidad, sin embargo, ha sido el exjugador Kareem Abdul-Jabbar. “Están esquivando sus responsabilidades como personas con una gran notoriedad. No tienen ninguna obligación de convertirse en portavoces del Gobierno, pero esto es un tema de salud pública. Al no animarlos a vacunarse, están contribuyendo a las muertes que ocurren a diario. No tiene que haber espacio para los jugadores que están dispuestos a arriesgar las vidas de sus compañeros y de todos los demás”.