El egoísmo de Kobe Bryant condena a Gasol

Alarma en Los Ángeles. El mejor equipo de la NBA, no olviden que es el actual campeón, se está acostumbrando a perder (cinco derrotas en los últimos seis partidos), algo nada habitual al menos desde que un tal Pau Gasol aterrizó en el estado de California tres años atrás. El equipo de Phil Jackson está tocado, no atraviesa el mejor momento y las dudas aparecen. Unos a otros se miran y murmuran. Malo cuando hablamos de estrellas, de campeones habituados a ganar. Algunos señalan a Kobe y su obsesión por tirar todo lo que pasa por sus manos. Sus porcentajes, se queda en el 44%, denotan que no está siendo su temporada. Sus números son peores que el de años anteriores, pero algunos critican su actitud más que unos números que el día menos pensado dispara a sus cotas habituales.

 

En determinados partidos ha desaparecido, provocando incluso técnicas que le han llevado al vestuario antes de tiempo, algo nada habitual en Bryant. Esta desconfianza está llegando a una afición que incluso ha llegado a censurar al equipo en el Staples con Jack Nicholson a la cabeza, algo nuevo para Pau, que desde llegó a Los Ángeles ha firmado tres finales, con dos anillos de campeón incluido.

 

El catalán tampoco se libra de las críticas de la prensa y aficionados, pero a un nivel inferior a las que está sufriendo Kobe. Su espectacular inicio de campaña hacían presagiar una temporada idílica, pero Pau está pagando una mala planificación de los dirigentes de los Lakers. Su trabajo de pretemporada le colocaron en un punto de forma óptimo, pero la nefasta gestión del recurso Gasol le han llevado al agotamiento físico, algo que está pagando su equipo. Cuarenta minutos de media por partido son muchos en la NBA y más cuando acumulas viajes y partidos sin parar (diecisiete desde el 30 de noviembre). El resultado es un jugador cansado, que mantiene el tipo al ser el segundo jugador más eficaz de la Liga tras Kevin Love y que mejora sus números respecto a otros años. Además, supera a Kobe en algunos apartados estadísticos del juego y tan del gusto de los norteamericanos como es el del porcentaje de tiros, rebotes, minutos (es el undécimo jugador que más juega)... Y es que Bryant ha tenido porcentajes por debajo del 40%, algo que no es de recibo al MVP de las finales de 2010.

 

Siguen siendo buenos compañeros

 

La relación entre ambos no ha cambiado, continúan siendo buenos compañeros, pero cuando las cosas van mal todo empeora. Los dos saben que son los líderes de la franquicia y por eso han hablado y saben que en la plantilla hay calidad y que lo que está sucediendo no son más que desajustes a una programación deficiente, a una manera equivocada de enfocar el trabajo. La estructura del club es el principal argumento para pensar que los Lakers en breve volverán a ser lo que fueron en el arranque de la serie Regular y para ello confían en Phil Jackson, el señor de los anillos, pero que en esta ocasión se ha equivocado a anunciar que esta es su última temporada en activo. Esto ha provocado que algunos jugadore se relajen al pensar que la temporada es muy larga, despreciando los 82 partidos que deben afrontar antes de llegar a los decisivos 'play offs'. Algunos dicen que algo de hambre falta en ese vestuario a la hora de justificar esas cinco derrotas en seis partidos, algo desconocido para Pau en su etapa en Los Ángeles y que le han llevado a vivir en la cuarta plaza de la Conferencia Oeste y sexta de toda la Liga.

 

El punto crítico llegó en la noche del domingo, cuando los Memphis de Marc Gasol pasó por encima de los Lakers en Los Ángeles. "No entiendo ni por qué ni cómo. Mi cabeza no procesa este tipo de situaciones", acertó a decir Pau tras el partido. Fiel reflejo de lo que sucede en el campeón de la NBA. Y es que en el partido ante el que fue el equipo de Pau en sus primeros años en la NBA se demostró que el sistema de 'Kobe contra el resto del mundo' no funciona. El base se estrelló y llevó tras de sí a todo el equipo. Hasta el periódico Los Angeles Times se pregunta si Bryant abusa de tirar a canasta. "Estamos acostumbrados a la manera de jugar de Kobe y su capacidad para asumir responsabilidades en los partidos. En ocasiones esto es un arma de doble filo. Somos mejores cuando todos jugamos para todos. Necesitamos equilibrio", comentó Pau. "Lo hice porque tenía que intentar algo. No salía nada", se defiende el 'egoísta' Bryant.

 

En verano, y tras el segundo éxito consecutivo, algunas voces se alzaron pidiendo la llegada de un segundo base, de un jugador que pudiera cambiar el ritmo de un partido, pero las salvadoras canastas de veterano Fisher en las finales ante Boston, le dieron la posibilidad de seguir en el equipo, algo de lo que ahora se están arrepintiendo. Bryant es el primer y único jugador de los Lakers que figura entre los cincuenta mejores pasadores de la NBA. Kobe aparece en el puesto 37 con poco más de cuatro asistencias por partido, datos que denotan que el juego en equipo no es el principal argumento de los Lakers.

 

El problema para Pau es que el bajón de su equipo y su agotamiento físico al ser explotado en los tres primeros meses de competición, ha llegado cuando se está jugando su presencia como titular en el partido de las estrellas. Hasta hace dos semanas tenía garantizada su presencia en el quinteto titular del  'All Star', pero las últimas derrotas de la entidad californiana le han relegado a la segunda posición tras Carmelo Anthony (para votar por el de Sant Boi, pinche aquí). El jugador sabe que estas derrotas le pueden pasar factura, pero confía en que el equipo pronto volverá a la senda de los triunfos. El argumento, la calidad que tiene el equipo, la aportación de jugadores desaparecidos como Artest, Bynum y Odom y el favorable calendario que tiene por delante.