Un Barcelona colectivo ve la luz por la vía del triple en un partido carente de belleza

El Barcelona se impuso al Emporio Armani Milan (80-70) en la sexta jornada del 'Top 16' de la Euroliga gracias a un último cuarto brillante de Brad Oleson que llevó a los suyos a seguir invictos y a ganar enteros para ir a los 'play-offs' de la competición. En una noche en que se trabajó mucho, los locales lograron desquitarse de la final copera perdida en Málaga ante el Real Madrid.

Oleson, el hombre de hielo, calentó el Palau con 15 de sus 17 puntos anotados en el último cuarto, periodo en que los azulgrana rompieron el partido y a un Milan que hasta el momento había llevado la iniciativa y que había hecho méritos para irse con el triunfo. Había que quitarse la espinita de la Copa, algo compartido con el Milan pues los italianos perdieron la suya también este pasado fin de semana, y había que seguir invictos en Europa para coger confianza y confirmar la clara mejora que está teniendo el equipo de Pascual, capaz de pugnar de tú a tú con un Real Madrid a quien todos daban por claro favorito.

Pese a que costó entrar en el partido por el planteamiento de los de Banchi, el Barça nunca perdió la fe ni se dejó ir. Pascual rotó bien, intentó tapar a Hackett y Jerrells por fuera y paliar el efecto sorpresa que supuso en la pintura Samuels, y lo logró. Eso sí, fue un partido que no fue bonito ni espectacular, aunque sí igualado e incómodo para los locales. El Barça, a remolque buena parte del choque, no se sintió bien en su pista, no pudo desplegar su juego y en unos guarismos bajos de puntuación y altos de brega no pudieron imponerse.

Milan puso ahí el partido y los catalanes no lograron cambiarlo hasta el último cuarto. La amenaza de Hackett se hizo presente pero apareció en la pintura Samardo Samuels para poner de los nervios y lucirse ante Dorsey y Tomic, que no hicieron papel pese a todo. Al final del partido, nada más empezar el último cuarto y con el Milan arriba (49-52), los culés encontraron la inspiración desde el triple y con tres de ellos se pusieron por delante, caldearon el Palau y propició todo ello que subiera la intensidad. El Barça se metió en el choque y luchó a muerte por olvidar la Copa. ¿Lo lograron? A base de más triples, más defensa y con la ayuda demandada por Pascual por parte de la grada, sí. Son imparables cuando encuentran la inspiración colectiva y esta noche volvió a aparecer.