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El Madrid espera a un Mirotic inaudito en la final mientras sus pívots se revolucionan
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la tensión sube antes del tercer partido (19.15, TVE)

El Madrid espera a un Mirotic inaudito en la final mientras sus pívots se revolucionan

La temperatura sube antes del 'Game 3' en el Palau (19.15 horas). Esperando a Mirotic y con la irrupción de Mejri, el Madrid busca seguir con vida en la serie

Foto: Final de la liga acb: real madrid - fc barcelona
Final de la liga acb: real madrid - fc barcelona

Se acerca el momento clave. Tras la reacción ante el precipicio de un 0-2 que supuso el triunfo del sábado en el Palacio, el Palau Blaugrana acogerá este martes (19.15 horas, TVE) el tercer asalto de la final ACB. Unduelo a tumba abierta crucial en el devenir de dos equipos que buscan a toda costa un título que calme sus ánimos y disipe sus dudas. Como ocurriera en las dos últimas finales, repetir balance (1-1) en los próximos asaltos sería un buen botín para los blancos. Ya dijo Llull tras la victoria en el segundo partido, en el seno del club firman un quinto partido en el Palacio. Una idea refrendada por la estadística. Las últimas dos finales se sentenciaron en el choque decisivo y los ganó el equipo que jugó la muerte súbita en casa. Enfrente un Barcelona que las ha visto de todos los colores y ahí sigue, en su decimosexta final en competición ACB consecutiva, la octava si nos ceñimos a la Liga, más vivo que nunca.

Con el factor cancha a favor, los catalanes tratarán de hacer valer el influjo de su pista. "La de mañana debe ser una de las noche mágicas del Palau. Contando con el ambiente de nuestro publico y dado lo importante del momento, queremos desarrollar un buen encuentro en ambos lados de la canasta y lograr esa segunda victoria". La baza del factor cancha está ahí. A una semana de laFinal Four,en el único partido disputado en la plaza barcelonesa, el Barça pasó por encima de los blancos. 70-45 en el marcador mediado el tercer acto sólo camuflado por concienzuda labor de maquillaje final (86-75). Pese a las dudas y los varapalos sufridos durante un curso titubeante, la capacidad para encajar golpes de los azulgrana es una virtud que les hace competir cuando más feas se ponen las cosas.

En este sentido, pocos dudan de que si el Real Madrid quiere triunfar deberá recuperar a un ausente Nikola Mirotic, uno de los puntos negros de la eliminatoria. El jueves, el extenso repertorio de un brillante Bostjan Nachbar minó su moral hasta convertirle en una sombra (4 puntos y un rebote en 15 minutos). El sábado, las sensaciones no mejoraron. El hombre que tiene la NBA entre ceja y ceja repitió apatía sobre el parqué y su aportación se quedó lejos de cumplir las expectativas (4 puntos y 2 rebotes en 13 minutos). Un papel discreto, a años luz de los 17,8 puntos y 24,6 de valoración que había promediado en los cinco partidos disputados ante el Barcelona antes de la final. Notables apariciones como las cosechadas en la final de la Supercopa, la final de Copa del Rey, donde fue nombrado MVP del torneo, o la bochornosa paliza en la semifinal de Euroliga.

Una desaparición que se ha ido fraguando en un último mes complicado, infectado de indecisiones y encontronazos que ahora, cuando peor pintan las cosas, salen a la luz. El pasado domingo, en su blog 'Dobles Figuras', Fernando Ruiz desgranaba los motivos de un desencuentro que está haciendo mella en el rendimiento del jugador montenegrino. "Me quedo en Madrid. Acaba de nacer mi hijo y quiero quedarme un año más para ganar la Euroliga. No me importa el dinero. Arréglalo". Después de la derrota ante Maccabi y el nacimiento de su primer hijo, el jugador habría expresado su intención de seguir un año más en el Real Madrid. Pero desde entonces todo empezó a torcerse. Aunque Laso intente disfrazarlo de cara a la galería, el ambiente se ha enrarecido de sobremanera en los últimos tiempos. Consecuencias de un tropiezo inesperado que aun colea imperturbable en las mentes de un grupo que se distancia por momentos.

Así las cosas, la opción NBA vuelve a tomar impulso con las mismas restricciones de siempre. Por lo visto en situaciones similares, el contrato que le ofrecerían los Bulls ascendería a 5-5,5 millones de dólares anuales por tres años. Oferta insuficiente para Mirotic. Recordemos que hablamos de cantidades en bruto que llevan aparejadas una fiscalidad muy elevada y que la cláusula de salida del Real Madrid es de 2,5 millones de euros (3,4 millones de dólares). En resumidas cuentas, al todavía jugador de la NBA sólo le interesaría cruzar Europa a partir de los 6,5 ó 7 millones de dólares por curso. Una oferta que rompería todos los precedentes para un rookie europeo. Un panorama al que en pocos días se le sumará el sinsabor de volver a quedar excluido de una convocatoria de la Selección. Según adelanta El Mundo y como era de esperar a raíz del candente cruce de declaraciones en estos meses y del eterno debate con Ibaka, el montenegrino no estará en el Mundial que se disputará en nuestro país del 30 de agosto al 14 de septiembre.

Como consuelo ante esta angustiosa trama, llega un Salah Mejri que ha acaparado el foco por sus destacadas actuaciones en los dos primeros partidos. Pese a figurar como una pieza residual más propia del 'garbage time' que del 'clutch time', el tunecino que jugó en ante Maccabi a pesar de tener en contra a gran parte de su tierra se ha ganado a pulso los titulares encargados de ensalzar su figura. Aunque sus números dejan constancia de su buen hacer en la cancha -19 puntos (8/10 en tiros de campo), 10 rebotes, 5 tapones en 33 minutos- ha sido su pasión y su vehemencia sobre la pista la que ha logrado levantar de sus asientos a una grada del Palacio especialmente recelosa con los suyos. El jueves salió en tromba (8 puntos, 3 rebotes, 3 tapones en 12 minutos), pero Laso decidió supeditar el mérito a los galones y le quitó cuando decidió que un turbado Bourousis remontaría el vuelo. El sábado, con la lección aprendida, el técnico vitoriano le dio el cuartelillo que su trabajo pedía: 11 puntos (5/7 en el tiro), 7 rebotes, 3 mates en 20 minutos de juego. Porque ante la 'ausencia' de un Mirotic inaudito, el limitado juego interior del Real Madrid dio un paso al frente. Junto Mejri, Felipe Reyes y Bourousis (los saltos para la galería en el calentamiento de Slaughter no cuentan) anularon a sus homólogos azulgrana.

Con los Rudy (estará sin problemas en el Palau superadas sus leves molestias en el tobillo), Navarro, Llull, Oleson, Huertas, Chacho tirando del carro con cierta regularidad, toca buscar el factor diferencial. Y ahí, además de algún invitado inopinado (véase el acierto en el tiro de Darden en el 'Game 2'), está el juego interior. Es en la pintura, uno de los pilares de este juego, donde el Barça debería empezar a edificar su éxito. Pese a la inopinada irrupción de Mejri, los culés poseen uno de los mejores quintetos interiores de Europa. Cubren todas las posibles perfiles que habitan en la pintura: pívot alto (Tomic), ala-pívot reconvertido (Nachbar), todoterreno interior (Maciej Lampe) y portento físico (Joey Dorsey). Sin embargo, su intermitencia se eleva como su peor enemigo. En el primer duelo, Tomic y Nachbar rayaron a un nivel altísimo pero se esfumaron en el segundo (4 puntos y 6 rebotes del croata por 7 puntos y 2 rebotes del esloveno). Un bajón del que se contagiaron sus compañeros. Si el jueves la tripleta Dorsey-Lampe-Lorbek se alió para producir 18 puntos y 8 rebotes en 35 minutos, el sábado bajó sus prestaciones hasta los 14 puntos y 7 rebotes en 43 minutos sobre el parqué.

La temperatura sube en los banquillos

“Cuando veo que el mismo árbitro dirige nueve veces al Barcelona entre Supercopa, Copa del Rey, Playoff contra Baskonia, Valencia y Madrid… y son cosas que veo repetitivas. Cuando luego ves el partido es un poco frustrante. No sé si es una cosa personal de Laso o de mis jugadores, que no son tontos y lo ven, o de otros equipos, que también. El dato que doy es un dato que está ahí. En la Supercopa expulsaron a un jugador mío y nos callamos, todos vimos cómo. En la Copa del Rey meten al Barça en el partido y todos vimos cómo. Llegamos al Playoff y Baskonia, Valencia y nosotros, se van repitiendo cosas que son frustrantes. Si todo esto que digo creéis que es una excusa estáis muy equivocados, entonces me duele más el pie. Me refiero a las dos cosas: a desgaste y a acciones puntuales”. Sin pelos en la lengua y repleto de ironía, el discurso de Pablo Laso tras la derrota en el primer partido abría de par en par la puerta de la polémica. Una guerra dialéctica sin fundamentos que trataba de esconder debajo de la alfombra las carencias de las que adolecieron sus hombres sobre la cancha.

Con la vida de unos y de otros en juego, la tensión y la controversia forman parte del paisaje de un duelo fratricida. Laso abrió la veda y Pascual no ha dudado en responder con contundencia a unas acusaciones complejas de asimilar a estas alturas de la película. “Ya decidirá la ACB si este tipo de comentarios son oportunos o no. Nosotros no tenemos nada que ver en las designaciones arbitrales. No sé si el colectivo arbitral va a decir algo y no sé si eso sirvió para el segundo partido. La profesionalidad de los árbitros va a imponerse en el campo, porque ellos están por encima de todas esas cosas". Disparo con intención y objetivo difuso. Sin velarlo, Pascual insinúa la diferencia de tiros libres del segundo invite - 19/24 (79%) del Real Madrid por el 8/13 (62%) del Barcelona -, pero obvia hacer las mismas cuentas con el primer partido – 18/23 (78%) del Real Madrid por el 23/30 (77%) del Barcelona -. Tampoco alude al dominio en el rebote del rival (42-32) y las segundas oportunidades que brindó (12 rebotes ofensivos). Para rematar la faena, tanto el primer partido (23-25) como en el segundo (21-25) el balance de faltas a favor y en contra de madridistas. El colectivo arbitral puede dormir tranquilo. Laso y Pascual deberían centrarse en ejecutar las jugadas que emanan de su pizarra, lo verdaderamente decisivo en la serie.

Se acerca el momento clave. Tras la reacción ante el precipicio de un 0-2 que supuso el triunfo del sábado en el Palacio, el Palau Blaugrana acogerá este martes (19.15 horas, TVE) el tercer asalto de la final ACB. Unduelo a tumba abierta crucial en el devenir de dos equipos que buscan a toda costa un título que calme sus ánimos y disipe sus dudas. Como ocurriera en las dos últimas finales, repetir balance (1-1) en los próximos asaltos sería un buen botín para los blancos. Ya dijo Llull tras la victoria en el segundo partido, en el seno del club firman un quinto partido en el Palacio. Una idea refrendada por la estadística. Las últimas dos finales se sentenciaron en el choque decisivo y los ganó el equipo que jugó la muerte súbita en casa. Enfrente un Barcelona que las ha visto de todos los colores y ahí sigue, en su decimosexta final en competición ACB consecutiva, la octava si nos ceñimos a la Liga, más vivo que nunca.

Nikola Mirotic
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