"Nadie gana siempre". La primera derrota de Estados Unidos en 13 años

Australia, delante de más de 52.000 espectadores, se convirtió este sábado en la primera selección en ganar a una Estados Unidos con jugadores NBA desde 2006. Los 'Boomers' vencieron por 98-94 en el segundo amistoso que jugaron ambos equipos en tres días, el peúltimo del equipo norteamericano antes de la Copa del Mundo. A ese torneo llega como favorito, pero rodeado de unas dudas que permiten al resto de equipo pensar que esta vez sí pueden ganarle.

La selección australiana confirmó lo que todo el que ha visto la plantilla que dirige Gregg Popovich puede intuir: que Estados Unidos es más vulnerable que en campeonatos anteriores. Sin superestrellas, lo que queda es un grupo de de buenos jugadores, con un nivel medio superior al de cualquier otra selección, pero que necesita jugar al 100% los 40 minutos si no quiere llevarse un susto.

"Nos han dado una gran lección sobre dónde tenemos que estar y cómo tenemos que jugar esta competición", dijo Popovich tras el partido, decidido en los últimos minutos por Patty Mills, el base australiano al que el técnico dirige en los San Antonio Spurs. "La derrota significa que tenemos que jugar mejor. Es una medida de lo que eres. Nadie gana siempre", continuó Popovich.

Es la primera derrota de Estados Unidos con jugadores NBA, tanto en partido oficial como amistoso, desde 2006, cuando perdió ante Grecia en la semifinal del Mundial de Japón que ganó España. Pero no es la primera derrota de la selección masculina. En la clasificación para la Copa del Mundo, la selección norteamericana perdió dos encuentros con un equipo compuesto de jugadores de la Liga de Desarrollo. Cayó en México en la primera fase y en Argentina en la segunda.

La situación no ha cambiado: que Estados Unidos no ganara la Copa del Mundo sería una enorme sorpresa. Sigue teniendo la mayor concentración de talento del campeonato. Kemba Walker, Donovan Mitchell, Khris Middleton o Brook Lopez son jugadores que están por encima del 90% del resto, pero no son James Harden, Kyrie Irving o Kevin Durant, protagonistas de los últimos triunfos estadounidenses en el baloncesto FIBA.

La distancia con las demás selecciones es más corta. A Popovich le ha tocado construir un equipo de cero en menos de un mes. Y eso puede pasarle factura a Estados Unidos en China. "Este es un grupo de jugadores que ha trabajado muy duro, como he dicho, para conocerse y conocer el sistema. Y lo que pase, lo podemos manejar. Nuestro trabajo es intentar ser mejores cada día. Hemos aprendido algunas cosas esta noche. Somos mejor equipo ahora que al comienzo del partido por lo que hemos aprendido, así que ahora hay que seguir", dijo el técnico.