El 'Navarro, muérete' no impidió al capitán del Barça conducir a su equipo a la victoria

Juan Carlos Navarro es el mejor jugador de nuestra Liga, y eso lo sabe muy bien el Real Madrid y su afición. Dentro de la pista, la vigilancia sobre el capitán del Barcelona Regal es continua, aspecto que se repite también en las gradas del Palacio de los Deportes, donde los aficionados madridistas utilizan todo tipo de artimañas para tratar de desestabilizar al escolta culé. Todos saben que por él pasan gran parte de las opciones para que los de Xavi Pascual se hagan con el título. Pero ayer, una parte de la hinchada merengue tiró de un recurso muy poco ético, un cántico que no se merece ni Navarro ni nadie. El 'Navarro, muérete' resonó en varias ocasiones en el pabellón de la calle Goya de la capital de España. Hay que insistir que sólo fue una parte de la afición, pero eso no quita para que sea un hecho a tener en cuenta.

Desde el inicio, la 'Bomba' fue objeto de la bronca por parte del respetable; él y Ante Tomic, éste último debido a su pasado blanco. Tras los sucedido el pasado domingo, con la polémica jugada entre Víctor Sada, Llull y Sergio Rodríguez, el público estaba muy irascible ante cualquier decisión arbitral. Todas las acciones pitadas por Hierrezuelo, García y Cortés tenían la correspondiente reprimenda, bien de la grada o bien desde el banquillo del Barcelona, que también protestó lo suyo. Se palpaba mucha tensión, y no era para menos, en juego estaba un buen porcentaje del título de la Liga Endesa.

Mediado el segundo cuarto, en una de las múltiples acciones del delicioso duelo entre Rudy Fernández y Juan Carlos Navarro, el capitán del Barça recibió un golpe por parte de su compañero en la Selección. La acción continuó, terminando con falta del azulgrana sobre el madridista. Esto cabreó, y de qué manera, a la 'Bomba', que protestó airadamente a los colegiados. En ese momento, algunos entonaron por primera vez el mencionado 'Navarro, muérete', mismo cántico que algunas hinchadas han dedicado a jugadores y/o técnicos del Real Madrid de fútbol e igualmente reprochable. Quien sabe si por el cántico o porque el Barça no daba una a derechas, el caso es que el '11' azulgrana acabó absolutamente desquiciado la primera mitad. Se fue a vestuarios 'jurando en hebreo', y no era para menos ya que su equipo perdía por diez puntos.

Pero Navarro está hecho de otra pasta. Es un jugador especial, no se acobarda ante grandes empresas, y la de ayer en el Palacio era una de ellas. Al regreso de vestuarios se echó el equipo a la espalda y poco a poco fue haciendo que la remontada fuera posible. Los reproches desde la grada continuaban, sobre todo con alguna que otra sobreactuación del escolta, pero la 'Bomba' había calentado motores y ya parecía difícil pararlo. Acabó con 19 puntos (máximo anotador del encuentro) y fue pieza clave para que su equipo haya recuperado el factor cancha, algo que cree les presiona aún más. "Quizá ahora la presión recaiga sobre nosotros, porque tenemos la opción de rematar en casa", comentaba en zona mixta.

La capacidad de este jugador y la habilidad del Real Madrid para detenerlo (Rudy lo hizo durante la primera parte) puede decantar la final hacia uno u otro lado. Ahora será la afición culé la que presione a los jugadores y cuerpo técnico blancos. Y será el turno de las grandes estrellas merengues para dar un paso al frente, obviar lo que suceda en las gradas y recuperar el factor cancha en una final que está teniendo la tensión y la emoción propias de un duelo entre los dos grandes de nuestro baloncesto. ¿Acabará la final en la Ciudad Condal o regresará a Madrid? La respuesta, a partir de mañana...