Es noticia
La polémica que desató las hostilidades: ¿hubo falta de Llull sobre Sada?
  1. Deportes
  2. Baloncesto
FUE LA JUGADA CLAVE DEL PRIMER PUNTO DE LA FINAL QUE SE ADJUDICÓ EL REAL MADRID

La polémica que desató las hostilidades: ¿hubo falta de Llull sobre Sada?

Una jugada marcó el devenir del primer punto en la final de la Liga Endesa que disputan los dos 'grandes' de nuestro baloncesto. Real Madrid y

Foto: La polémica que desató las hostilidades: ¿hubo falta de Llull sobre Sada?
La polémica que desató las hostilidades: ¿hubo falta de Llull sobre Sada?

Una jugada marcó el devenir del primer punto en la final de la Liga Endesa que disputan los dos 'grandes' de nuestro baloncesto. Real Madrid y FC Barcelona Regal dirimían fuerzas en el Palacio de los Deportes, en un un choque trepidante y tremendamente igualado en la recta final, cuando en la última posesión del conjunto de Xavi Pascual se armó el lío. El Madrid ganaba por uno (73-72) y la bola era para los azulgrana, concretamente para Víctor Sada, que penetró a canasta ante la oposición de Sergio Rodríguez y con un Sergio Llull pisándole los talones. Fue precisamente este último, el base de Mahón, el que protagonizó la jugada de las jugadas. Manotazo del internacional del Madrid, balón que se pierde por línea de fondo y los árbitros dan posesión para el conjunto blanco. La grada y el Barça en su conjunto enloquecen, obviamente por motivos bien diferentes. Mientras los merengues celebraban prácticamente el triunfo, los culés se quejaban amargamente de lo que para ellos era una falta personal flagrante.

La trascendencia de la jugada, era ganar o no el partido (restaban apenas dos segundos), supuso que se organizara una desagradable tangana entre miembros de uno y otro equipo. Empujones, manotazos, palabras subidas de tono... Un espectáculo poco edificante, pero quizá algo comprensible dado lo que se juegan los dos equipos y las pulsaciones a las que el corazón está sometido en esos momentos. La situación se saldó con una técnica para Juan Carlos Navarro, dos tiros libres y posesión para el Real Madrid. La suerte estaba echada, el partido terminaría ganándolo el Madrid y la indignación iba a quedar en el seno de un Barça que tuvo en sus manos recuperar el factor cancha en esta final.

Tras el partido, y ya en la zona mixta, opiniones de todos los gustos y colores. Uno de los grandes protagonistas de la acción decisiva del partido, Víctor Sada, criticaba duramente "la permisividad arbitral". El base del Barça estaba convencido de que la acción de Sergio Llull había sido falta, pero no obstante indicaba que "si no es falta, es fuera para nosotros". Al mismo tiempo, el internacional español reveló una conversación mantenida con su 'colega' del Madrid Sergio Rodríguez y en la que el canario le habría reconocido que sí era falta personal. El propio 'Chacho' explicó la jugada y la citada conversación, apuntando que "ha habido muchísimas jugadas parecidas. Ha sido un momento rápido, difícil de pitar y de ver. Le he reconocido que podía haber sido falta, pero es difícil de ver entrando entre tanta gente".

El otro protagonista del momento culmen del duelo, Llull, tenía una versión diferente de lo acontecido. "He tocado el balón, de la misma manera que afirmo que no ha sido falta. Lo que no sé es si he sido el último en tocar o le ha dado a Víctor en la pierna o en cualquier otro sitio. La labor arbitral es muy complicada y si después de ver la jugada repetida sigue habiendo dudas, hay que entender a los colegiados. Esto es baloncesto", justificaba el menorquín.

Lógicamente, no se hablaba de otra cosa en la zona mixta y en la sala de prensa del Palacio de los Deportes. La acción era demasiado importante como para que pasara desapercibida. Los técnicos también valoraron la acción. Mientras Xavi Pascual no quiso cargar las tintas contra los colegiados, aunque sí dejó aquello de "no ha habido ni una sola falta en rebote de ataque en todo el partido", Pablo Laso tenía muy claro que la acción de Llull sobre Sada "no fue falta". Quizá lo mejor fue la serenidad que ambos entrenadores mostraron tras el partido. Los dos quitaron hierro al asunto y consideraron que la trifulca tras la controvertida jugada es algo que se queda en la pista, lógico debido a la tensión y nada más. "Tengo una buena relación con Xavi, faltaría más", declaró el técnico madridista.

Unos se quejan de la decisión arbitral, otros justifican la difícil labor de los colegiados... Vamos, que cada uno cuenta la feria según le fue. El caso es que, vista repetida la jugada por televisión, la razón puede estar del lado de cualquiera. En algunas tomas da la sensación que Llull toca balón, por lo que la posesión sería para el Barça, y en otras parece que el base madridista comete falta sobre el azulgrana. Si faltaba algún aliciente para esta gran final, esta jugada, la decisión del trío arbitral y el desenlace del encuentro ponen aún más picante a la lucha por el título de Liga. Ahora habrá que ver si todo esto condiciona o no futuras actuaciones de los colegiados, sometidos a partir de este momento a una presión tremenda.

Una jugada marcó el devenir del primer punto en la final de la Liga Endesa que disputan los dos 'grandes' de nuestro baloncesto. Real Madrid y FC Barcelona Regal dirimían fuerzas en el Palacio de los Deportes, en un un choque trepidante y tremendamente igualado en la recta final, cuando en la última posesión del conjunto de Xavi Pascual se armó el lío. El Madrid ganaba por uno (73-72) y la bola era para los azulgrana, concretamente para Víctor Sada, que penetró a canasta ante la oposición de Sergio Rodríguez y con un Sergio Llull pisándole los talones. Fue precisamente este último, el base de Mahón, el que protagonizó la jugada de las jugadas. Manotazo del internacional del Madrid, balón que se pierde por línea de fondo y los árbitros dan posesión para el conjunto blanco. La grada y el Barça en su conjunto enloquecen, obviamente por motivos bien diferentes. Mientras los merengues celebraban prácticamente el triunfo, los culés se quejaban amargamente de lo que para ellos era una falta personal flagrante.

Sergio Llull