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El Barcelona devuelve la moneda al Real Madrid y podrá sentenciar el título en el Palau
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LOS AZULGRANA VENCEN EN EL SEGUNDO PARTIDO Y RECUPERAN EL FACTOR CANCHA (71-72)

El Barcelona devuelve la moneda al Real Madrid y podrá sentenciar el título en el Palau

Si dos días atrás salió cruz para el Barcelona y cara para el Real Madrid, en esta ocasión fue al revés. En otro partido trepidante, con

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El Barcelona devuelve la moneda al Real Madrid y podrá sentenciar el título en el Palau

En el Palacio de los Deportes seguía pululando en el ambiente la jugada entre Víctor Sada y los ‘Sergios’ (Llull y Rodríguez) del pasado domingo. Los jugadores de ambos equipos estaban más pendientes de los contactos y de las decisiones arbitrales que de jugar al baloncesto. A excepción del fulgurante comienzo del Real Madrid, con un 10-2 en los primeros compases (el Barça tardó cuatro minutos en anotar su primera canasta), el partido era muy trabado, con poco acierto en el tiro y con las defensas superando a los ataques. El duelo poco tenía que ver con el gran espectáculo que pudimos ver dos días antes. El conjunto de Xavi Pascual despertó algo de su letargo inicial y la inspiración final de Oleson llevó al equipo azulgrana con ventaja al primer cuarto. Pero el paupérrimo parcial de 10-11 (los blancos estuvieron otros cuatro minutos sin ver el aro contrario) hablaba bien a las claras del escaso baloncesto que los dos mejores equipos de la Liga Endesa estaban brindando al respetable.

Lo bueno de esto es que a peor no podía ir. Todo lo que nos quedaba por delante debía ser mejor, sin lugar a dudas. Darden y Carroll empezaron a dar síntomas que el segundo capítulo de este ‘thriller’ tenía mejor pinta. Aún así, el Barça seguía ofuscado con las decisiones arbitrales, a lo que el público del Palacio contestaba con sonoras broncas para los jugadores azulgranas, fundamentalmente hacia Juan Carlos Navarro y Ante Tomic. Al primero, por lo bueno que es y porque supone la gran amenaza del eterno rival, y al segundo, por su pasado madridista. El caso es que, mediado el segundo cuarto, el equipo de Pablo Laso alcanzaba de nuevo la máxima diferencia hasta el momento (25-17). Casualmente fue en otra jugada polémica, donde los árbitros decretaron una falta de la ‘Bomba’ sobre Rudy (vaya duelos los de estos dos genios). El capitán del Barça, no muy conforme ya que reclamaba una falta anterior de su compañero en la Selección, protestó a los colegiados. Viendo que podía calentarse, Xavi Pascual decidió sentar a Navarro. Error.

Con la estrella culé fuera de pista, el Real Madrid aprovechó para endosar a su rival un parcial de 8-1 y alcanzar la máxima ventaja local, diez arriba. Lógicamente, Navarro volvió a la pista pero ciertamente descentrado y no pudo evitar que los de Laso se fueron al descanso con una importantísima ventaja (36-26) y, lo que es más importante, con la máxima amenaza del Barça absolutamente desquiciada, que se iba a vestuarios maldiciendo y con un cabreo considerable.

La tuvo Sergio Rodríguez 

Pero cosas incomprensibles que a veces tiene Pablo Laso metieron al Barcelona de nuevo en el partido. Decidió tras el descanso quitar a Sergio Rodríguez y Felipe Reyes, grandes artífices de esa importante ventaja del Madrid, para dar entrada a Mirotic y Draper. El resultado de esa nefasta decisión fue un parcial de 0-11 que puso a los de Pascual a tiro de piedra (39-37). El Palacio enmudecía por unos instantes. Rápidamente el técnico vitoriano reaccionó y metió de nuevo en pista a Felipe para quitar a un Mirotic que no estaba nada fino. A partir de este cambio de ficha, los blancos volvieron a carburar y de la mano de su capitán y de un Rudy inconmensurable, sobre todo en el rebote (capturó 8), volvieron a conectar con la grada. El público volvía a ser ese factor positivo, y dos triples de Llull y Draper llevaban el éxtasis a las gradas. El segundo punto de la final parecía estar más cerca para los blancos (53-39), pero no había que dar al Barça por muerto, sobre todo si tiene a un tío como Navarro.

Ya en el último período de este segundo asalto por el título, el capitán de los azulgrana decidió que era su momento. Se echó el equipo a la espalda y siete puntos suyos, además de una gran defensa en zona que colapsó por completo el ataque del Madrid, volvió a situar a los de Xavi Pascual en la pelea. La ventaja ya sólo se movía en mínimas diferencias, eso sí siempre a favor de los blancos. Se auguraba un nuevo final no apto para cardíacos. Los pequeños detalles iban a volver a decidir de qué lado caería el partido y, nuevamente, las decisiones arbitrales iban a ser miradas con lupa, máxime teniendo en cuenta el precedente del domingo.

En el Palacio de los Deportes seguía pululando en el ambiente la jugada entre Víctor Sada y los ‘Sergios’ (Llull y Rodríguez) del pasado domingo. Los jugadores de ambos equipos estaban más pendientes de los contactos y de las decisiones arbitrales que de jugar al baloncesto. A excepción del fulgurante comienzo del Real Madrid, con un 10-2 en los primeros compases (el Barça tardó cuatro minutos en anotar su primera canasta), el partido era muy trabado, con poco acierto en el tiro y con las defensas superando a los ataques. El duelo poco tenía que ver con el gran espectáculo que pudimos ver dos días antes. El conjunto de Xavi Pascual despertó algo de su letargo inicial y la inspiración final de Oleson llevó al equipo azulgrana con ventaja al primer cuarto. Pero el paupérrimo parcial de 10-11 (los blancos estuvieron otros cuatro minutos sin ver el aro contrario) hablaba bien a las claras del escaso baloncesto que los dos mejores equipos de la Liga Endesa estaban brindando al respetable.