La ofensiva de Juan Roig para que el Maratón de Valencia juegue en la liga de los Majors

El Maratón de Valencia no desiste en su intento de colarse entre los grandes maratones internacionales. La prueba apadrinada e impulsada desde su origen por Juan Roig aspira a convertirse en el séptimo major, y para ello el dueño de Mercadona rompió la banca hace unos meses anunciando la mayor bolsa de premios de la historia para el atleta que bata el récord del mundo sobre las calles de la ciudad del Turia. En total, un millón de euros con los que cuadriplica a sus perseguidores y con los que aspira a llevar a una nueva dimensión a una carrera que no ha dejado de crecer en la última década. En 2023, alcanzó una participación récord de 33.000 personas y contó con un presupuesto de 6,5 millones de euros. Esta es su apuesta para sumarse a un grupo que desde la inclusión de Tokio en 2013 se mantiene inamovible.

El próximo lunes más de 33.000 personas tomarán la salida en Boston con el reto de recorrer los 42 kilómetros y 170 metros que separan Hopkinton de Brookline y colgarse en el cuello la medalla de finisher de uno de los seis majors. Se trata del primer paso para lograr la medalla de las seis estrellas, un privilegio que sólo ostentan aquellos que logran terminar los seis grandes maratones y que se ha convertido en uno de los premios más buscados por corredores de todo el mundo. También en uno de los principales estandartes del turismo deportivo en el running. Prueba de ello es que los maratones de Tokio, Boston, Londres, Berlín, Chicago y Nueva York generan en su entorno un impacto económico agregado de más de 1.660 millones de euros, según los estudios realizados por los organizadores de cada una de sus pruebas analizados por 2Playbook Intelligence, para El Confidencial.

Los majors contaron con más de 265.000 corredores en sus calles, pero percibieron más de un millón de solicitudes de dorsal

El maratón es la prueba rey del atletismo, y si bien no es la que acostumbra a contar con mayor participación debido a su dureza y longitud, es la que mayor contribución económica deja en el territorio en el que se realiza. Además, la popularidad alrededor de los seis majors provoca que la venta de dorsales de sus carreras se convierta en toda una lotería en la que miles de corredores internacionales esperan tener suerte para ser uno de los agraciados que pueda participar en el maratón. De hecho, los majors contaron con más de 265.000 corredores en sus calles en 2023, pero percibieron más de un millón de solicitudes de dorsal procedentes de todas las partes del mundo.

Impacto multimillonario en los EEUU

El Maratón de Nueva York es el más multitudinario y más lucrativo del mundo. Todo maratoniano aspira a escuchar el pistoletazo de salida en Staten Island y recorrer la quinta avenida al menos una vez en la vida. En 2023, más de 51.000 corredores tomaron la línea de salida en una carrera cuyos ingresos volvieron a superar ligeramente los 100 millones de dólares (92,3 millones de euros). Antes de la pandemia, la cifra de negocio de la prueba neoyorquina superó los 113 millones de dólares (104,3 millones de euros).

El atractivo comercial que suscita la carrera es uno de los principales argumentos que explican estas cifras. No en vano, New York Road Runners, gestora de la prueba, selló un contrato en 2021 con Tata Consultancy Series (TCS) como main sponsor a través del que invertiría entre 30 millones y 40 millones de dólares mediante activaciones. A ello se le suman las más de dos millones de personas que se congregan el domingo por la mañana para animar a los corredores a lo largo del recorrido y que también contribuyen a elevar un impacto económico que en 2019 se cifró en 427 millones de dólares (393,9 millones de euros), según Audience Research & Analysis.

A sólo 1.500 kilómetros de distancia le sigue los pasos su prueba homóloga en Chicago. La carrera de la ciudad de Illinois es también una de las más exitosas por participación y recaudación. En este caso, el impacto económico de la prueba celebrada en 2022 se valoró en 386 millones de dólares (356,1 millones de euros), según un estudio realizado por el Laboratorio de Aplicaciones de Economía Regional de la Universidad de Illinois. El 42% de estos recursos tuvieron un impacto directo en la industria turística.

Asimismo, la carrera contribuyó con la generación de 2.848 puestos de trabajo y el gasto promedio diario de los atletas internacionales se situó en 664 dólares (612 euros). No en vano, un tercio de los participantes procedían de otros países. Por último, la capital de Massachussets alberga el tercer gran maratón yankee, que celebra este fin de semana su 128ª edición con récord de participación. Según la Oficina de Turismo y Congresos de Boston, la prueba deja en la ciudad y sus alrededores un gasto de unos 200 millones de dólares (184,5 millones de euros).

Londres y Berlín, los referentes europeos

Si Valencia quiere sumarse a este selecto grupo debe seguir los pasos de los dos grandes maratones europeos. La pugna por erigirse en el principal major del Viejo Continente entre Londres y Berlín es endiablada. La gestora de la prueba británica, London Marathon Events, cerró 2022 con una cifra de negocio de 42,1 millones de libras (49,1 millones de euros) y en 2023 aspiraba a superar las 6 millones de libras (7 millones de euros) de beneficio. La de Londres es una de las carreras preferidas para muchos corredores internacionales.

De hecho, la prueba que se celebrará el próximo 21 de abril recibió 578.374 solicitudes de dorsal, lo que supone un récord absoluto para cualquier maratón. La participación también se situará sobre los 50.000 corredores, por lo que tan sólo uno de cada doce solicitantes ha obtenido dorsal. Con todo, la carrera genera alrededor de 150 millones de libras (174,8 millones de euros) en la economía local, según la estimación de Wurkplace.

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Por su parte, la prueba celebrada en Berlín deja en el territorio cerca de 380 millones de euros, entre impacto directo e indirecto, y se calcula que gracias a la carrera se generan más de 10.000 puestos de trabajo directos e indirectos. Además, unas 200.000 personas salen a las calles berlinesas a animar a los participantes durante el transcurso de la prueba, de las que se estima que más de la mitad proceden de otros países.

Por último, el gran maratón asiático y el último en recibir el sello de World Marathon Majors, es el Maratón de Tokio. El impacto de la prueba es de 28.420 millones de yenes (172,7 millones de euros), según estimaciones de la propia organización. De ello, el 58% se queda sólo en la capital nipona y el gasto de los participantes, acompañantes y espectadores se sitúa en 8.960 millones de yenes (54,4 millones de euros). La prueba abrió el pasado marzo la temporada 2024 de majors con 37.500 corredores y tras recibir más de 300.000 solicitudes.

*Artículo publicado originalmente en 2playbook.com