El Air Jordan español quiere dar el salto más largo visto nunca (sobre un foso de reptiles)
Será uno de los grandes momentos olímpicos: el enfrentamiento entre Jordan Díaz y el portugués Pichardo en el triple salto. Peligra un récord histórico. Y es algo personal
A un lado del ring, el español Jordan Díaz (2001); al otro, el portugués Pedro Pablo Pichardo (1993). Segundos fuera.
Viernes 9 de agosto, 20:10 horas, el mundo del deporte se va a detener en París. Todo apunta a la mejor competición de triple salto de la historia. Díaz y Pichardo no son los únicos candidatos -ojo al fenómeno jamaicano de 19 años Jaydon Hibbert- pero huele a duelo a cara de perro entre los dos. El que quiera el oro olímpico quizá tenga que batir uno de los récords más inabordables del atletismo, los 18’29 metros del británico Jonathan Edwards en 1995. Además de sus extraordinarias cualidades para planear sobre el foso, hay un extra motivador en juego que puede marcar la diferencia al final: el tenso pique personal entre Díaz y Pichardo, exatletas cubanos con vidas paralelas.
Cronología de la madre de todos los duelos sobre el foso.
Cuando salí de Cuba
2012: Pedro Pablo Pichardo se proclama campeón mundial júnior en Barcelona con el récord mundial de la categoría: 16'79 metros. 2013: Pichardo gana la plata en el Mundial absoluto de Moscú a los 20 años.
2014: Pichardo da las primeras muestras públicas de su carácter indómito. Se niega a aceptar el entrenador que le han asignado, Ricardo Ponce, seleccionador nacional de los triplistas cubanos. Cuba le sanciona seis meses sin competir. (Años más tarde, ya desde Europa, Pichardo se explayó sobre sus problemas cubanos: "En Cuba, no tienes opción. Si no formas parte del equipo nacional que entrena en La Habana, no puedes ser un gran atleta. Era obligatorio, si no estás allí y entrenas con sus entrenadores, no sois bueno, no viajas y no compites". Además, como él nació en Santiago, a unos 900 kilómetros de la capital, a veces tenía que viajar 18 horas en tren para poder disputar los campeonatos: "Dormía en el suelo, en las gradas del estadio, me daban un poco de pan con café... No lo soportaba más", recogió Clarín.
2015: Pichardo vuelve a competir con Cuba como un cohete: plata en el Mundial y salto de 18:08 metros en La Habana, a 21 centímetros del récord de Edwards.
2016: Pichardo se pierde el Mundial en pista cubierta y los Juegos de Río de Janeiro, donde era el favorito al oro, por una lesión en el tobillo cuya recuperación se complicó (Pichardo discutió con los médicos cubanos por no dejarle competir en las olimpiadas, y les acabó culpando de curarle mal el tobillo).
2017: El atleta cubano Jordan Díaz gana el Mundial sub-18 con un salto de 17’30 metros.
2017: 11 de abril. Concentración del equipo cubano en Stuttgart, Alemania, para preparar el Mundial en Londres. Pichardo no se presenta al entrenamiento. Van a buscarle a su habitación: ni rastro de Pichardo (ni de sus pertenencias). Acaba de desertar. Cuba le prohíbe la entrada al país durante ocho años. Especulaciones sobre el destino de acogida del triplista que puede dominar la disciplina los próximos años. España está las quinielas (la élite del triple mundial está en Guadalajara, a las órdenes del legendario ex saltador cubano Iván Pedroso, que actualmente entrena a la venezolana Yulimar Rojas, mejor triplista de todos los tiempos (una lesión en el tendón de Aquiles le impedirá estar en las Olimpiadas de París), a la gallega Ana Peleteiro (aspirante a medalla olímpica) y a, ojo al dato, Jordan Díaz). Quince días después de su deserción, Pichardo reaparece en Lisboa. Pronto será un deportista portugués.
2018: Jordan Díaz gana el Mundial sub-20 para Cuba.
2021: Pichardo gana el oro olímpico en Tokio vistiendo los colores de Portugal.
2021: Jordan Díaz viaja con la delegación cubana a una competición en Castellón. Siguiente destino: meeting en Oslo, pero Díaz tiene otros planes: en el aeropuerto de Valencia, no tomar un avión de Noruega, sino a Zaragoza, donde se refugia en casa de un tío suyo, y llama a Ana Peleteiro para pedirle ayuda. Las gestiones de Peleteiro serán claves para el aterrizaje español del ya exsaltador cubano (hace pocos meses, el triplista explicó así lo complejo de su decisión: “Tenía que hablarlo con mi familia, fue complicado y me apoyaron. Lo bueno fue que me pillo en cuarentena. Me dio mucho tiempo para pensarlo bien. Tomaría esa decisión cien veces, sin pensar. Lo tenía muy claro. Las cosas estaban difíciles en Cuba. Es la mejor decisión que he tomado en mi vida”).
2022: Pichardo, campeón mundial de triple salto.
2022. España nacionaliza a Jordan Díaz. Aunque aún no puede competir a nivel internacional, 17 días después de su nacionalización, bate el récord nacional de triple salto en el campeonato de España sub-23. Meses después, vuelve a batirlo en el Nacional absoluto, con 17,87, su mejor salto hasta entonces.
2023: Espectacular duelo de folclóricas entre dos pesos pesados del atletismo portugués: Pedro Pablo Pichardo y Nelson Évora, de origen caboverdiano, oro en triple salto en Pekín 2008. Évora: "Pichardo fue un atleta comprado para tener resultados a corto plazo”. Pichardo: "Cuando dices que fui comprado, me estás faltando al respeto. Ni soy una prostituta ni soy como tú".
La confluencia
12 de junio de 2024. Campeonatos de Europa de Atletismo en Roma. Debut internacional de Jordan Díaz con España. Titular de la prueba: Díaz gana el oro con 18,18 metros, tercer mejor salto de la historia, a once centímetros del récord mundial de Edwards (otro dato: antes de la nacionalización exprés de Jordan Díaz, el récord de España de triple era de Pablo Torrijos con 17:18, un metro menos de lo que saltó Air Jordan en Roma). Acabamos de asistir a la mejor competición de triple salto de todos los tiempos. Un duelo inolvidable entre Díaz y Pichardo, que voló hasta los 18:04, récord de Portugal. Nunca antes dos atletas habían saltado más de 18 metros en una final internacional.
Lo que el público no conocía entonces, es que la competición romana se desarrolló en medio de una gran tensión, debido a un incidente entre Pichardo y Díaz horas antes. Atentos. En el primer día de competición, tras pasar los dos saltadores sin problemas a la final, Díaz dio varias entrevistas. Preguntado qué pasaría si Pichardo saltaba 18 metros a la final, el atleta español dijo que el saltaría un centímetro más. No parecían unas declaraciones graves, pero el atleta portugués entró en ignición al escucharlas. Tras coincidir los atletas en el hotel donde estaban concentrados, “Pichardo, completamente fuera de sí, se fue hacia Díaz”, contó la web Soy Corredor. En efecto, tras encararse con Díaz, Pichardo le pidió a gritos que no volviera a hablar de él. Tuvieron que separarles. ¿Tiene Pichardo la mecha demasiado corta?
"Pichardo, fuera de sí, fue hacia Jordan Díaz"
Pero no se vayan todavía, porque aún hay más.
Tras perder la final del Europeo, Pichardo publicó un texto incendiario en redes sociales, acusando a las autoridades deportivas (sin pruebas) de haber manipulado la competición para que ganara Jordan Díaz. Gran rajada. "¿Cómo sabemos que realmente eran 18,18?". "Nunca he necesitado utilizar sustancias prohibidas para ganar, nunca he cambiado para saltar más lejos, nunca he pegado a nadie, ni he utilizado influencias para ganar". "En una competición de este nivel no es normal hacer una gran marca con la regla electrónica apagada, el atleta salió del arenero celebrando sin darse cuenta de dónde había aterrizado porque la marca ya estaba apagada, pero parece que él ya sabía que me había adelantado incluso antes de la medición".
Lejos de lograr una investigación que cambiara el resultado de la competición, las palabras de Pichardo se interpretaron mayormente en el atletismo mundial como una pataleta de mal perdedor. Las cosas del volcánico Pichardo.
Para rematar, un detalle recogido por Soy Corredor sobre la extraordinaria presión que planeó sobre el foso del Europeo de atletismo. “La final fue un auténtico incendio. Cuando en el segundo salto Pedro Pichardo se fue hasta los 18’04 metros, nuevo récord de Portugal (su marca personal es de 18’08 siendo todavía cubano), el atleta se fue directamente hasta donde estaba sentado Iván Pedroso, el entrenador de Jordan Díaz, y le dijo que fuera a decirle a su atleta que saltara ahora, como queriendo dar por finalizado el concurso”. Pero Pichardo se equivocó, se calentó antes de la cuenta, pues Díaz voló luego hasta los 18:18 metros. Las primeras palabras de Pedroso tras la victoria, en tensión contenida, resumió el asunto de modo castizo: “Estoy contento con cojones”.
En la entrevista de Jordan Díaz a este periódico, habla sobre el pique con Pichardo: “Es una rivalidad que está bastante bien. Al final, cuando hay muchos atletas de gran nivel te obligan, te empujan, tienes que hacerlo mejor. Durante las competiciones todos somos enemigos, entre comillas, porque yo prefiero ese pique sano que te hace estar al máximo durante las competiciones. Precisamente ahí está la diferencia, en saber gestionar esa rivalidad, esa tensión que se produce en las competiciones. Creo que en el Europeo de Roma lo llevé bastante bien, fue una competición muy dura, muy exigente y espero haber aprendido de eso para los Juegos Olímpicos. En París espero incluso llevarlo mejor”.
O el pique como gasolina motivacional... que hay que saber regular.
El deporte mundial contiene la respiración ante la madre de todos los duelos olímpicos.
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