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Ruth Beitia rescata a España en el Mundial con la décima medalla de su palmarés
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SE CUELGA EL BRONCE EN SALTO DE ALTURA

Ruth Beitia rescata a España en el Mundial con la décima medalla de su palmarés

Ruth Beitia, el último cartucho del equipo español para irrumpir en el medallero, consiguió la presea de bronce con una marca de 2,00 m. en salto de altura

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Ruth Beitia llegaba a Sopot confiada, con ganas y, sobre todo, con mucha ilusión. Sus 34 años y su más que sobrada experiencia y amplio palmarés no iban a ser impedimento para que la cántabra luchará por lograr una medalla. Era la principal baza para subirse al podio, en una España huérfana de héroes. "No quiero pensar en la retirada, con 34 años cada día es un regalo", explicaba a El Confidencial antes de partir hacia Polonia. Y esas mismas palabras las repetía el pasado viernes cuando alcanzó la final tras saltar de forma limpia 1,95 metros. La saltadora fue la única española en alcanzar una final.

Beitia hizo su aparición en la final comoel último cartucho para que elequipo español irrumpieseen el medallero de los Mundiales en pista cubierta. Y la saltadora no defraudó. Ruth saltó 2,00 metros en el tercer intento y se aseguró la medalla de bronce. Luchó por el oro y, aunque a punto estuvo de lograrlo, en el último salto de 2,02, el listón se fue abajo:"Cuando he caído en la colchoneta en 2,02 metros he pensado que el listón se quedaría, pero no ha podido ser", se lamentó.

La cántabra se mostró "muy feliz por haber peleado ese oro" con larusa Maria Kuchina, líder mundial del año con 2,01, y la polaca Kamila Licwinko, que saltaron lo mismo que Beitia (2,00 metros) pero en el primer intento:"Estoy muy feliz con mi actuación y por haber peleado por ese oro. Quiero dedicar esta medalla a todas las mujeres y a mi entrenador, Ramón Torralbo, mi cincuenta por ciento. Llevo 24 años con él y para mí era fundamental que él estuviera en la grada", declaró a la Federación Española.

Se trata de la décima medalla que Beitia obtiene en alta competición, incluidos Juegos Olímpicos y Mundiales y Europeos en sala y al aire libre. Hasta este sábado tenía dos de oro, cuatro de plata y tres de bronce. Gracias a la atleta cántabra, elatletismoespañol no vuelve con las manos vacías de los Mundiales en sala, como le ocurrió hace dos años en Estambul.



En la final de salto de altura, Beitia empezó a competir en 1,85 y continuó con 1,90, la última altura que superaron todas. En 1,94 mantuvo su trayectoria perfecta y dos quedaron ya eliminadas. La altura siguiente (1,97) redujo a cuatro la lista de contendientes.Hasta entonces, la española no había realizado ningún nulo ycontinuaba su racha inmaculada, lo mismo que la polaca Justyna Kasprzycka, ya en récord personal.La croata Blanka Vlasic, dos veces campeona, no había podido con esa altura, pero todavía sobraba una para el podio. La cántabra cometió su primer fallo con la barra en 2,00. Tuvo que agotar los tres saltos y eso le costó la medalla de oro. Kuchina y Licwinko la adelantaron superando esa altura a la primera.

Beitia ya tenía dos medallas en Mundiales bajo techo: la de bronce en Moscú 2006 y la de plata en Doha 2010. Esta tercera, con la que celebró el Día de la Mujer, cierra su brillante trayectoria.La medalla de Ruth Beitia cubre en parte las miserias del equipo español, que en materia de finalistas -ella sola- ha cuajado en Sopot la peor actuación de toda su historia en este torneo. El peor resultado anterior fue en la primera edición, Indianápolis'87, donde tuvo a tres atletas entre los ocho mejores. España regresa de Sopot con el objetivo cumplido en cuanto a medallas -la de Beitia era la única opción real- pero lejos de alcanzar los cuatro finalistas queproponía el Director Técnico, Ramón Cid, en este periódico.

Ruth Beitia llegaba a Sopot confiada, con ganas y, sobre todo, con mucha ilusión. Sus 34 años y su más que sobrada experiencia y amplio palmarés no iban a ser impedimento para que la cántabra luchará por lograr una medalla. Era la principal baza para subirse al podio, en una España huérfana de héroes. "No quiero pensar en la retirada, con 34 años cada día es un regalo", explicaba a El Confidencial antes de partir hacia Polonia. Y esas mismas palabras las repetía el pasado viernes cuando alcanzó la final tras saltar de forma limpia 1,95 metros. La saltadora fue la única española en alcanzar una final.

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