Ruth Beitia: "No quiero pensar en la retirada, con 34 años cada día es un regalo"

Ruth Beitia (Santander, 1979) es el nombre propio de la delegación española que acudirá al Mundial de pista cubierta de Sopot (Polonia) este fin de semana. Con 34 años, la cántabra viaja como capitana del grupo, pero además, con la responsabilidad de ser la máxima opción a medalla de España. Beitia reconoce a El Confidencial que está “muy bien y con muchísimas ganas” y asegura que en este campeonato del mundo será “uno de los primeros en lo que diga que quiero ir a por una medalla”. Con un entusiasmo impropio de una deportista que cuenta con una larga trayectoria, Ruth se toma cada competición y cada entrenamiento “como un regalo” y sólo cuando pierda las ganas de entrenar se retirará.

Impresiona hablar con ella, parece una niña con un juguete nuevo, pero no lo es. Ruth Beitia es uno de los referentes del atletismo español de los últimos tiempos y llega a Sopot con mucha ilusión: “Estoy con muchísimas ganas de saltar muy bien y pasar a la final. Ojalá pueda luchar por las medallas porque me encuentro bien. El campeonato de España fue el número 13, un número que me encanta y espero que me acompañe esa buena suerte durante toda la temporada. Estoy con muchas ganas de lograr el 2.02, que sería el récord de España, lo intenté en Sabadell y tengo muchísimas ganas de que llegue ya”, reconoce.

Ruth está segunda en el ranking mundial y aunque es consciente de que es la mejor baza española, la cántabra trata de estar lo más relajada posible antes de debutar en Polonia: “La presión y la responsabilidad es la que te crees tú personalmente. Yo estoy bien y disfrutando muchísimo de todas las competiciones que hago. Al Mundial voy tranquila y consciente de que estamos tres chicas con 2.00 metros. Hay otra atleta con 2.01 y otras, dos o tres, con 1.97. Puede ser un Mundial muy abierto. Con un nulo puedes pasar del primer puesto al sexto. Nunca se sabe. Yo voy con ganas y si llevo alguna ‘herramienta secreta’ es la tirar de experiencia”, asegura.

El día que me retiré será el día que esté en el sofá y diga ‘hoy no me apetece ir a entrenar’. De momento, quiero seguir con esta ilusión y estas ganas

Al Mundial de Sopot acudirá una de las delegaciones de atletas más cortas de los últimos tiempos. Ruth Beitia explica las razones que han llevado a muchos atletas a perderse esta cita: “En años en los que existe Europeo al aire libre, como este verano el de Zúrich, los fondistas y los medio fondistas creen que es su oportunidad, ya que es un mundo prácticamente de dominio africano, y ahí pueden conseguir grandes éxitos. Toda esa gente ha pasado un poco por alto la pista cubierta se ha dedicado un poquito más al Cross. Además, las mínimas de la IAAF están siendo muy exigentes. En pista cubierta, sólo son dos participantes por país y la IAAF no se quiere pillar los dedos y pone las mínimas complicadas para que el número de participantes no sea muy alto”.

Con sólo trece representantes españoles en Sopot, la capitana del equipo prefiere no mojarse: “Mi previsión como capitana es que lo hagamos todos bien, que estemos sobre nuestras marcas y, sobre todo, que disfrutemos del campeonato”. Eso es lo que intentarán hacer los atletas en Polonia, disfrutar de la convivencia que, según Ruth, ha mejorado desde que Ramón Cid llegó a la Dirección Técnica: “Desde su llegada, Ramón se ha nutrido de un grupo de responsables muy majo. Hay una fusión entre todos los sectores increíble y se nota mucho en el ambiente. Lo bueno que va a tener este campeonato es que vamos a ser una gran familia y creo que lo vamos a pasar muy bien”.

Ruth Beitia tomó la decisión de retirarse después de los Juegos Olímpicos de Londres, pero fue cuestión de meses volver a verla sobre una pista de atletismo. Volvió y lo hizo a un gran nivel. A sus 34 años, se plantea los objetivos muy poco a poco: “A corto plazo, me planteo el Mundial. Quiero ir a por una medalla. Muy pocas veces se puede hablar de que voy a por una medalla. Quizá sea de los primeros campeonatos que lo diga. Ahora, todas mis miras son el Mundial y luego hasta el cuerpo aguante bien. Voy de media temporada en media temporada, pista cubierta y aire libre”.

La cántabra es sinónimo de optimismo y de futuro porque de momento, Ruth prefiere ni hablar de dejarlo: “De momento, no encuentro techo y no quiero pensar en la retirada. Al final cada día es un regalo. Tengo muy claro que si algún día me retiro quiero hacerlo al 100% y no tener la sensación de que me haya retirado una lesión o que mis resultados sean malísimos. Eso sí que lo tengo muy claro, que quiero ser consciente de que el día que me retiré será el día que esté en el sofá y diga ‘hoy no me apetece ir a entrenar’. De momento, quiero seguir con esta ilusión y estas ganas. La gente me dice que me ve súper entusiasta y súper bien. Es verdad, es lo que transmito, el estado de ánimo lo dice todo. Ahora mismo estoy feliz y carpe diem, hay que vivir el momento y disfrutarlo”.